COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

Rupturas adelantadas en la izquierda

A estas alturas las cosas parecen definidas dentro de las tribus perredistas. Y quien figura como mejor posicionado dentro del ánimo, la consigna y la mayoría de los Consejeros políticos, es el senador Sofío Ramírez Hernández. Apela a eso justamente: no a ir arriba en las encuestas, sino al cabildeo político que lo convierta en candidato perredista a gobernador. Y eso le resta capacidad de competencia electoral real en la elección constitucional del próximo 7 de junio. La lectura es obvia: Sofío está obligado –si queda como candidato- a tender los acuerdos para empujar un candidato de unidad de las izquierdas. Porque solo y bajo las siglas únicas del PRD, será muy difícil que gane la elección. Basta con observar el mapa completo.

IZQUIERDAS: VORACIDAD DE PODER.- En el PRD, la disputa interna por la candidatura a gobernador se intensificó. Se lee desde distintas perspectivas: 1.- De último minuto, las tribus incluyeron dentro de la competencia por esa candidatura, al dos veces ex candidato a gobernador y ex alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio. Su sola presencia se interpreta como la rebatinga por el poder entre las tribus, que pondera su reparto también hacia la vieja guardia perredista. Porque si se mira bien, Salgado Macedonio no cuenta con ninguna posibilidad de quedarse como candidato, pues arrastra con algunos pasivos financieros dejados a su paso por la alcaldía del puerto. Incluidos los permisos otorgados para construir en zonas de humedales a las constructoras Geo y Ara, que desembocaron en las inundaciones del 14 y 15 de septiembre de 2013 provocadas por la tormenta tropical Manuel. Félix busca meterse a la negociación, asumiendo que las tribus se pondrán de acuerdo para designar un candidato de unidad de las izquierdas. 2.- El senador Sofío Ramírez ya amarró acuerdos con la tribu Nueva Izquierda (NI), la que alcanzó el mayor número de consejeros después de Izquierda Progresista de Guerrero (IPG). Se midió con la declinación hecha por el diputado federal, Sebastián de la Rosa Peláez, –quien también encareció la negociación, porque sus posibilidades de quedarse como candidato eran mínimas- a su favor. Con eso, el legislador federal asume que ganara la candidatura. Pero ni la ex secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga, ni el dueño de la tribu Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), Víctor Aguirre Alcaide, han declinado por él. Tampoco ha hecho públicos sus apoyos, el propietario de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo, quien mira con cierta reserva, los acuerdos entre Sofío y NI. Como sea, las tribus van a cobrarle a este senador perredista, un precio muy caro por encumbrarlo eventualmente, como candidato a gobernador. Y nada asegura que el PRD retenga el gobierno estatal, llevándolo solo a la competencia electoral. 3.- En corrillos políticos trasciende con fuerza la especie: de quedar como candidato a gobernador por el partido del sol azteca, Sofío Ramírez no estaría dispuesto a declinar por el alcalde con licencia de Acapulco, Luis Walton Aburto. Y buscaría en todo caso, que sea Walton quien se sume a su proyecto. Las divisas políticas que venderá son obvias y se miden de dos formas: el PRD apoyó a Walton para llegar como alcalde de Acapulco. Y ahora, le pretenderán cobrar la factura, persuadiéndolo para que decline por Sofío. Y por el otro lado, las tribus venderían la fuerza de la estructura y del voto duro perredista, a fin de inclinar la balanza. El problema es que Walton aparece mejor posicionado en las encuestas que Sofío. Y por ese lado podrían aparecer las rupturas anticipadas. Porque Sofío ya descalificó las mediciones estadísticas que no lo favorecen. Y con ello mandó una mala señal. Así, de fracasar una coalición electoral integrada por PRD-PT-MC, las posibilidades de que el PRD y la izquierda retengan el gobierno estatal, se diluyen irremediablemente. En el PRI se frotan las manos esperando la consumación de este escenario. De hecho, es su apuesta de poder más rentable. Aun llevando como candidato a gobernador a un personaje que está repitiendo como tal. La izquierda está obligada a pactar. O ahí comenzará su verdadera debacle.

HOJEADAS DE PÁGINAS…De fungir como Marine en el ejército de los Estados Unidos, el diputado local perredista, Oscar Díaz Bello, se convirtió de pronto, en próspero empresario del municipio de Iguala. Fracasó frente al presidiario ex edil, José Luis Abarca Velázquez, en el intento de gobernar ese municipio durante la pasada elección de julio de 2012. Tuvo que conformarse con la diputación local. Pero Oscar está de regreso. Intenta esta vez, y ya sin la presencia acechante de Abarca, enquistarse como candidato a la alcaldía por el PRD. Muchos lo ven con cierto recelo. Por el pasado nebuloso que arrastra. Sin embargo, en ese partido político todo puede suceder. Hasta lo más inverosímil.

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