martes, 3 de marzo de 2015

COLUMNA

Los conejotes

Apolinar Castrejón Marino


Dos campesino salieron muy temprano a trabajar. El patrón les había encargado que fueran a deshierbar una parcela. Los dos eran igual de pobres, pero uno era más cuidadoso y cumplido, y el otro era un bribón.

Ya que estaban en la parcela, el peón pícaro se adjudicó la parte que tenía menos hierba, y el otro peón se conformó a trabajar donde estaba más crecida. Luego que llevaban unas 2 horas trabajando, el peón “listo” le dijo al otro 
-Compadre, ya hace hambre ¿Qué tal si almorzamos y luego seguimos trabajando?
El otro peón le contestó 
-Pues como quiera compadre. Mi mujer me puso algo para comer.
Siempre pensando en aprovecharse, el peón abusado le dijo.
-¿Qué le pusieron de comer compadre? A mí me pusieron dos conejotes para que almuerce y coma, y hasta para que le invite, compadre.
-¡Pero no es necesario compadre, mi mujer mató una gallina y me la puso para que yo almuerce y coma!
-¡Qué bien compadre! ¿Qué le parece si ahorita en el almuerzo nos comemos su gallina, y en la comida nos despachamos los conejotes?
El compadre accedió ingenuamente, y sacó la gallina de su morral. Entre los dos pusieron una lumbrada, y calentaron las tortillas. Sentados en el zacate, dieron buena cuenta de la deliciosa gallina.
Descansaron un momento y luego emprendieron a trabajar. Cuando el sol estaba en lo más alto, se sintieron cansados y con hambre, y entonces el campesino bueno le dijo al otro.
-Compadre ¿Qué tal si ya vamos a comernos esos dos conejotes que le pusieron? 
-Pero claro compadre, como usted diga.
 El peón pícaro, trajo su morral y sacó dos tacos fríos y tiesos. Al ver esto, un tanto frustrado, el peón ingenuo le dijo. 
-Pero compadre ¿No dijo que le habían puesto 2 conejotes? 
El peón abusivo le dijo.
-Aquí están los dos con ejotes, yo dije que me habían puesto dos tacos con ejotes. A que compadre ¿Pues en qué estaba pensando?
Y hablando de embusteros y chasqueros, vamos a platicarle por qué el gobierno peñanietista es un completo desastre, y porque Enrique dice puras tontejadas. 
Resulta que el Director de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) José Ángel Gurría, muy contento porque el partido de donde surgió (PRI), había recuperado la presidencia en el año 2012, le hizo un favor “de cuates” al nuevo residente de “Los Pinos”.
“Amistosamente” le hizo algunas observaciones de lo que no funcionaba bien en el país. Específicamente le recomendó atender la situación económica, porque era un desastre. También le remarcó que la situación política estaba muy deteriorada, a punto del estallido social. 
Le dijo que otros rubros que también debería atender los problemas de corrupción e impunidad, y de manera especial atender la operación del organismo público Petróleos Mexicanos (PEMEX), debido a que es la mayor fuente de ingresos de la economía social. Gurría estaba como inventando el hilo negro, pues los mexicanos sabemos del rezago en educación, salud y comunicaciones que padecemos.
El abandono del campo, la sobrepoblación de las ciudades, y la contaminación es cosa que sabe toda la gente. El burocratismo, la falta de empleo y la inseguridad son problemas de nuestra vida cotidiana, más otros 200 problemas, aunque no los haya mencionado el Secretario General de la OCDE.
¿Y cómo cree que lo tomó el flamante Presidente? Inmediatamente se puso a urdir todo tipo de “reformas”: energética, política y educativa. Y envío al congreso una tras otra, sus iniciativas y proyectos de ley, con el encargo a las manadas de diputetes y senadores de que las aprobaran a como diera lugar.
Y ahí están todos esos cambios legales de los que se ufana Peña Nieto, pero que no sirven para nada, y que al parecer nunca darán resultados. En muchos casos han sido contraproducentes, como la reforma educativa, la cual ha ocasionado este enorme desorden que va dejando una cadena de muertos, heridos y desaparecidos, más grandes pérdidas económicas para los prestadores de servicios y turisteros. 

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