lunes, 4 de mayo de 2015

ARTICULO

Zenaido Rivera y Los River’s

Edilberto Nava García
Hay quienes consideran que las divinidades conceden sus dones a la humanidad en los más diversos rumbos del universo. Debe ser cierto, y en las artes se dan casos sorprendentes y algunos, insólitos. Sólo por citar un ejemplo, el compositor y cantante conocido como Juan Gabriel, según la película biográfica, inició en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero en busca de proyección, se trasladó a la capital del país, donde vivió verdaderas peripecias e incluso estuvo encarcelado.

Y sin embargo, como reza el refrán, “no hay mal que por un bien no venga” y Juan Gabriel en la cárcel recibió la visita de la enviada de Dios para recatarlo y llevarlo con quienes le harían triunfar; éxito tras éxito hasta lograr un sitial en el arte musical de México y el extranjero.
Pues bien, del sur, del pueblo llamado Apango, un hombre que se había casado con todas las de la ley, de pronto, por una desavenencia y terquedad matrimonial, hubo de escapar del lugar de nacencia. No lo hizo solo, sino tras haber sustituido a la pareja de nupcias por otra jovencita, casi niña. Ignorando de qué tamaño era su delito, al momento le importaba   poner tierra de por medio de donde corría el riesgo de ser demandado ante la autoridad local o en el peor de los casos, ante la estatal.
Él es don Zenaido Rivera García, el mayor de “Los River’s” quien sintetiza así su salida de Apango.
Me casé,  pero la mujer  salió groserísima.
-Cállate la boca o ahí te quedas –le dije.
-Áy como quieras; para mí me sobran -respondió ella  con altanería.
Y entonces agarré hacia arriba del pueblo y ahí hallé a Salustia Cortés, que no hace mucho murió, pero con quien viví muchísimos años y tuvimos siete hijos, dos mujeres y cinco hombres.
Don Zenaido Rivera, dice contar con 93 años de edad (nació en Apango en 1923). Está lúcido a pesar de afrontar enfermedades propias de la edad. Relata del cómo fue su traslado de Apango a Huitzuco, donde se dedicó a labores del campo que combinó vendiendo pabellones (hoy llamados raspados). Dos años vivimos en Huitzuco; allí nacieron mis dos primeros hijos. Ahí en Huitzuco había dos conjuntos y como yo tocaba saxofón, soprano, me invitaban. De por sí desde en Apango yo le toqué a varias danzas  con violín y en las bandas, tocando trombón. Les gustaba como tocaba esos instrumentos.
El entrevistado, fija la mirada en los labios del entrevistador, pues a su edad ha disminuido notoriamente su percepción auditiva, sin embargo los recuerdos de aquella ya lejana juventud están vivos en su lúcida memoria.
En Huitzuco me dijo un amigo: vamos para Morelos; allá está buena la vida. Y me vine. Yo vendía pabellones. En Huitzuco vendía como promedio, quince pesos, pero cuando comencé en Tehuixtla, de la casa de Donato Chávez a la casa de Samuel Espín, vendí más del doble y se me acabó el hielo. Me dije: aquí está la papa y fue que a poco compramos este lugarcito, porque las primeras semanas vivimos en la colonia  Piedras Blancas.
Desde hace cinco años en   Yotube del internet, algún acomedido subió  fotos y canciones interpretadas por Los River’s grabadas en Chicago, Ilinois de la unión americana. Don Zenaido narra:
Estábamos ensayando en un salón, cuando de pronto me llaman por teléfono: soy  Ángel Zavala, quiero que vengan a Chicago. Le dije que no podía comprometerme, sino hasta que hablara con el grupo. Me dijo: bueno, habla con todos ellos y mañana me dices. 
Al otro día nos pusimos de acuerdo. Nos pagarían, hotel, los pasajes de avión ida y vuelta. Ya allá, contratados, por tocada nos pagaban mil dólares.
Su hijo Jenaro interviene para detallar:
Yo tenía ocho años cuando inicié, era el más chico del grupo. Para cuando fuimos a Chicago  tenía doce años (1979) y el responsable del grupo era mi hermano Daniel, pero mi papá era quien nos indicaba todo en nuestra música; con Arnulfo y Lucio comenzaron a tocar  en Jojutla.
Me dirijo a él. 
-¿Su papá estudió música?
-Que yo sepa, no. Siempre fue músico empírico, pero sabemos que desde los diez años de edad aprendió a tocar guitarra y lo llevaban los mayores a tocar serenatas en Apango.
-Don Zenaido ¿no compuso canciones?
-Sí. El Mezquite (y la entona), pero quien nos dio canciones fue  Teodoro Bello, de quien es Traición de amigo, que sonó muchísimo. En 1975 grabamos un disco sencillo y creo que nos comenzó a abrir las puertas.
Luego de una buena temporada en Chicago, retornaron Los River’s en un ambiente de éxito. Con el long play grabado bajo el brazo que inmediatamente dieron a la radio, la gente de Tehixtla  se volcó a expresar con verdadero júbilo:
¡Ya llegaron Los River’s! ¡Ya llegaron los River’s! gritaban con emoción al recibirnos.
El grupo musical “Los River’s” era versátil de amplio repertorio.
La entrevista se desvía un tanto, con pasajes de Apango y de la banda de música que dirigió don Rafael Zacarías; de las pastoras, los diablitos y otras que les tocó don Zenaido Rivera García. Añade: Nosotros fuimos a tocar para el establecimiento de la unidad deportiva, de la que refiere el mayor de los River’s. Ahora Apango ya cambió. Tiene su unidad deportiva muy bonita y donde hacen los jaripeos, sus calles todas pavimentadas; cuando salí era bien distinto.
Sugiere Genaro: pregúntele si conoce el Hueyetlácatl. Y nuevamente dirigiéndome a él, responde:
Si lo conozco, es un bejuco. Es que aquí en Tehuixtla había otro grupo que dirigía    Campos que viajó  a Chicago. Entonces me dije, yo también quiero ir y ser conocido. Me fui para Apango, pero el que nos llevó a la cueva donde nos dio de beber el Hueyetlácatl era de Atliaca. Lo tomamos y dos como que los emborrachó, porque de regreso se cayeron de sus bestias.
Genaro Rivera opina: yo creo que en mi papá y mis hermanos es un don  el que traemos, porque a todos nos gusta la música. Mi papá está convencido que por haber tomado  Hueyetlácatl triunfamos. Él  no estudió, pero tres de mis hermanos y yo aprendimos en Bellas Artes a tocar con nota. El estudio ayuda mucho. Yo doy clases de música.
Regionalmente, “Los River’s tocaron en todo el estado de Morelos, Puebla, Estado de México y Guerrero. Con el tiempo, cuando Dely, la vocalista del grupo marcha hacia el vecino país del norte a establecerse como maestra de música, los demás organizaron sus propios grupos con el afán de independizarse, y así es como se desintegra “Los River’s”. Apunta Genaro, el penúltimo de la familia: mi hermano el menor de todos   logró mantener unido al grupo  con mi papá como director, pero ya con otros integrantes, no sólo la familia y por el año dos mil se desintegró totalmente.
Sin duda, “Los River’s” cubrieron toda una época en el gusto por las música en el Estado de Morelos y más allá de sus contornos.

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