lunes, 11 de mayo de 2015

ARTICULO

Mentiras despiadadas

Esteban Mendoza Ramos


Es una pésima costumbre de los políticos durante las campañas electorales mentir de forma cínica, pretendiendo engañar a los ciudadanos para lograr sus insanos propósitos. En este perverso intento, los partidos políticos cuentan con empresas encuestadoras cómplices y deshonestas que avalan esas mentiras con pseudo técnicas científicas, que sólo confunden a los potenciales electores.

Los resultados de la elección del siete de junio en Guerrero, en el caso de gobernador, están prácticamente definidos. Si no sucede algo verdaderamente extraordinario, el triunfador será Héctor Astudillo Flores, más allá de filias o fobias, debemos ser objetivos, con base en los elementos de juicio al alcance. Beatriz Mojica Morga ha realizado, hasta ahora, un gran esfuerzo y ha asumido una actitud digna, pero serán suficientes.
La política es como la matemática. Plantea adecuadamente las cifras en la ecuación y tendrás un resultado exacto. El primer punto a considerar es la manera cómo cada instituto político resolvió la elección de sus abanderados. Con sus detalles e inconvenientes, el PRI designó a Héctor Astudillo en unidad y ha sumado a todos los principales actores a la campaña.
En cambio, el PRD batalló demasiado para la designación de su candidata y el otro contendiente, Socorro Sofio Ramírez Ramírez, no participa en la campaña; por el contrario, ha coqueteado con el candidato del tricolor. De igual manera, otros dirigentes de tribus han condicionado su apoyo, a cambio de espacios políticos, presintiendo ya una derrota y quieren sobrevivir. Lo peor del perredismo guerrerense son David Jiménez Rumbo, Sebastián de la Rosa Peláez y Víctor Aguirre Alcaide. Ellos son los culpables de la debacle del PRD en Guerrero.
El sustento de nuestra afirmación está en los números. En la elección de 2011 se formó un gran bloque de los partidos izquierda en torno a la candidatura de Angel Heladio Aguirre Rivero. Incluso, un importante grupo de priistas apoyó ese proyecto, por lo que el resultado fue una victoria contundente, con 668 mil sufragios. Esta cifra se concretó de la suma de los 450 mil votos duros del perredismo; cien mil del partido de Walton; 20 mil del Partido del trabajo y cien mil del priismo rebelde.
Ahora la situación es distinta. La ecuación es de resta para Beatriz Mojica. Van sólo con el PT en coalición, Walton va por su lado y además restará simpatizantes al PRD, lo mismo que MORENA y los priistas-aguirristas a retornado al redil. El caso Iguala de la Independencia para el PRD y el de la «Casa Blanca» para el PRI los emparejan en rechazo social. Por eso la elección se decidirá bajo las sumas y restas de los elementos locales, que otorgan una sólida ventaja para Astudillo Flores.
Por supuesto que eso será simplemente un paso, porque lo importante estará en mantenerse en el poder los seis años, en un escenario de crisis total y creciente. La inseguridad generalizada, las protestas sociales, el deprimido desarrollo económico, la galopante impunidad y la corrupción incontenible obligaran al nuevo Gobernador a echar mano de los mejores hombres y las mejores mujeres para poder darle viabilidad y futuro a Guerrero. Esperemos que por fin gobiernen al estado la honestidad y la inteligencia.

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