lunes, 1 de junio de 2015

ARTICULO

Ortega, el mentiroso

Esteban Mendoza Ramos
 Ha quedado claro que la permanencia de Salvador Rogelio Ortega Martínez como sustituto gobernador del estado fue producto de una negociación política con los caciques del PRD, “Los Chuchos”, acuerdo que por supuesto incluye como punto principal el apoyo total a Beatriz Mojica Morga en su intento por relevar al propio Ortega Martínez el 26 de octubre próximo. Así, todo quedaría en familia.

El gobernador sustituto miente descaradamente al afirmar que la Beatriz Mojica de los audios dados a conocer es Beatriz González Hurtado, funcionaria del Ayuntamiento de Acapulco. Ortega Martínez dice que Eliseo Moyao Morales se refiere a unos “convenios” de colaboración para prevención del delito, lo que resulta absurdo, pues en la conversación entre los funcionarios estatales, se dice claramente proveedor, con nombre y apellido, por lo que la versión del Gobernador se cae solita.
Más allá de la posible comisión de un delito por la intervención telefónica, lo cierto es que se comprueba lo que es un secreto a voces: que Salvador Rogelio Ortega Martínez moviliza a toda la estructura gubernamental en favor de la abanderada perredista, lo que significa una falta grave, por su obligación constitucional de mantenerse al margen del proceso electoral, para garantizar la legitimidad de los resultados.
O sea que Salvador Rogelio Ortega Martínez “ve la tempestad y no se hinca”.  No se cansa de cometer tonterías, porque una elección manchada con cualquier intervención ilegal, ya sea de las instituciones públicas, de grupos sociales o armados, daría al traste con la poca estabilidad política y social que sostiene tambaleándose al estado. Si antes de su ratificación gritaba a voz en cuello, que no le interesaba mayormente permanecer en el cargo, ahora resulta que puso a su Secretario de Finanzas a cabildear con los jefes de las tribus perredistas para poder mantenerse en el poder.
El brete en el que está metido Salvador Rogelio Ortega Martínez no tiene una salida fácil. El PRI está sobre él con todos sus “cañoneros”, desde el propio presidente nacional, César Camacho Quiroz, los legisladores nacionales y locales, que no lo van a dejar en paz hasta que, por lo menos, destituya a los funcionarios involucrados en el escándalo y deje de presionar a los diversos sectores del gobierno estatal para que operen a favor de Beatriz Mojica Morga.
Bueno, pero ya teníamos evidencias de que don Rogelio era proclive a ocultar la verdad. Su prominente nariz no es casual. Alguna similitud guarda con aquel pequeño muñeco de madera, que por decir mentiras fue castigado con una nariz gigantesca. Lo lamentable es como Salvador Rogelio Ortega Martínez se alió tan pronto con una casta política que ha hecho tanto daño a Guerrero. Lo mínimo que debió hacer, era permanecer neutral, dada lo situación tan delicada que enfrentamos todos los ciudadanos. 
¿O será que la apuesta del gobernador es a la anulación de las elecciones? Esto sería todavía más irresponsable y perverso. Nada justifica la actuación de Salvador Rogelio Ortega Martínez  de apostar por el triunfo de determinado instituto político, cuando se le brindó un mínimo de confianza para que  concluyera, pero bien, el periodo que dejó inconcluso Ángel Heladio Aguirre Rivero. Es tiempo de recapacitar por el bien de Guerrero y dejar que los electores voten en libertad y con seguridad.

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