lunes, 15 de junio de 2015

COLUMNA

De Frente

Miguel Angel Mata Mata

¿Mejor? Imposible
Los priístas de Guerrero tienen la gran oportunidad. Pueden gobernar bien y convertirse en parte aguas en los siguientes lustros. Se han quedado con el Poder Ejecutivo de manera contundente; el Legislativo lo han ganado de manera absoluta, aliados con el partido verde. Han triunfado en siete de nueve diputaciones federales. La mesa les ha sido puesta ¿Mejor oportunidad? Imposible.
1) Se han quedado con siete de nueve diputaciones federales. Perdieron por mínima diferencia la de Costa Grande y de manera contundente la de La Montaña.

2) Se han quedado con las presidencias municipales de Taxco, Iguala y Chilpancingo. Han perdido por mínimo resultado las de Acapulco y Zihuatanejo.
3) Se han quedado con la mayoría absoluta del Congreso Local. Aliados con el Partido Verde tendrán 26 de los 48 diputados locales. Ni todos juntos, sus opositores podrán echar abajo alguna propuesta enviada por el ejecutivo al Legislativo; aun abandonando la sala de plenos conseguirían boicotear las iniciativas del nuevo PRI-Verde-gobierno.
4) Y se han quedado, con la claridad y contundencia que dan mas de sesenta mil votos, con la administración del Poder Ejecutivo.
5) La aplanadora fue minimalista pero, a final de cuentas, aplanadora.
ENTRE LO CORECTOY LO INCORRECTO
El Partido Revolucionario Institucional en Guerrero ha ganado una elección atípica que le regala la gran oportunidad de diseñar la historia de Guerrero, al menos, por los próximos lustros. A menos que…
El arte de gobernar correctamente sería, en resumen, una definición coloquial a los términos usados por politólogos cuando explican teóricamente lo que es gobernabilidad y gobernanza.
¿Correctamente? Por supuesto. Los priístas tienen la mesa servida para hacer lo correcto.
La experiencia de sus opositores debiera servirles como espejo en el futuro. La división de las izquierdas no es sino un recurso retórico de los perdedores para cerrar los ojos ante su realidad y justificar su derrumbe. En diez años hicieron lo incorrecto. Y se negaron a reconocerlo.
1) Solaparon a un gobernador de la derecha intolerante y lo convirtieron en Dios. Con el llegaron el narcotráfico violento, la corrupción de cuello blanco y el desprecio a los militantes de un partido que nació por y para los pobres. El PRD desangelado soportó la humillación de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo y su casta divina de intolerantes corruptos. A pesar de ellos sobrevivió a su primer gobernante.
2) La ausencia de autocrítica, la soberbia de ser partido en el gobierno y la corrupción de las tribus guerrerenses no les permitió abrir los ojos: la evidente descomposición de sus cuadros dirigentes y de gobierno. La mazorca no se le deshizo a Beatriz Mojica Morga: ya venía tronchada.
3) Encarrilados en la borrachera de poder impusieron a otro gobernante externo. Ángel Heladio Aguirre Rivero dio continuidad a los grupos traídos por el jalisciense Torreblanca. El narcotráfico se a propió de presidencias municipales; la corrupción se hizo costumbre ofensiva; el nepotismo fue la moneda de cambio; la frivolidad la respuesta a la ausencia de valores.
4) El de Aguirre Rivero fue, a final de cuentas, un gobierno feudal. ¿Perredista? Nunca jamás, pudo ser la consigna de sus dirigentes ante la realidad que les tapó los ojos con vendas de fajos de billetes del gobierno. La muerte de normalistas en la Autopista del Sol y luego en Iguala seis muertos y 43 desaparecidos, no afectó su capacidad de asombro. No los lloraron. Incuso los negaron. El perredismo quedó somnoliento en la hamaca del poder mientras los estudiantes caían abatidos a balazos por los gobiernos perredistas. ¿Paradoja o complicidad? Ellos optaron por la política de un avestruz metido en un agujero pletórico de dinero ante el derrumbe que significaron deserciones hacia MORENA, Movimiento Ciudadano y al mismo PRI. ¿Así qué podía hacer su candidata a gobernadora? Nomás perder.
LO CORRECTO
En estos asuntos de lo correcto o lo incorrecto algunos se van a los extremos y convierten sus puntos de vista en maniqueos argumentos. Lo blanco y lo negro. Los extremos que jamás se unen. No es así. Entre el blanco y el negro hay infinidad de tonalidades. No podemos confundir lo correcto con los maniqueos. No es un tratado sobre ética. ¿Hay manuales para ello? Por supuesto.
Hacer lo correcto en el gobierno es tan simple como la sentencia juarista de hace dos siglos: vivir en la medianía que da el erario. No disponer de los recursos. ¿Algún manual? Claro. Tan solo recordar que a los servidores públicos les está permitido tan solo lo que está contemplado por escrito en las leyes. Lo demás son excesos.
LO INCORRECTO
Héctor Antonio Astudillo Flores. Los diputados locales. Los presidentes municipales. Los diputados federales. Todos tienen la gran oportunidad de trascender, hacer historia y dar un viraje en las políticas públicas de una entidad que aun vive de las limosnas que le da la federación. Astudillo Flores a la cabeza, y los demás tras de él, pueden hacer lo correcto, mirando la paja en el ojo de los últimos diez años del perredismo o…
O pueden volver al pasado: echarse a la bolsa los presupuestos, cabalgando en la soberbia, prepotencia, nepotismo y corrupción y asi dormir en la misma hamaca en que sucumbió el perredismo en los últimos dos lustros: la de la criminal e insolente indiferencia ante su realidad.
El Alcalde, senador, diputado y hoy gobernador Astudillo es un hombre sensato, preparado y modesto. Ha sido autor de las reformas que nos dieron nueva Constitución. Conoce mejor que nadie Guerrero y ha ganado atípica elección que le da oportunidad de hacer un gobierno correcto en los siguientes seis años. ¿Comparten esas virtudes quienes le acompañarán? Esperemos que sí. Por el bien de Guerrero. 

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