jueves, 16 de julio de 2015

PRIMERA PLANA

Vileza de Torreblanca
contra su padre Luis

Luz María Sánchez Rovirosa.--“Un día estaba un hombre sentado con su mujer a la puerta de su casa, y se hallaban comiendo con mucho gusto un pollo, el primero que les habían dado aquel año las gallinas. El hombre vio venir a lo lejos a su anciano padre y se apresuró a ocultar el plato para no tener que darle…” El Hijo Ingrato, Hermanos Grimm.

La ambición, la avidez, la avaricia, la codicia y el apetito desbordado, son conductas de comportamiento del ser humano, por las cuales no importan los medios (incluyendo) los malignos, con los que se llegue a un fin deseado; llámese riqueza o poder y teniendo como base la ilegalidad, el abuso, tráfico de influencias y muchas veces, actos de violencia contra otros. Pero cuando estas acciones se dan entre miembros de una familia, el tema toma otras dimensiones (si se puede) mucho más graves.
Y llegando al punto que hoy me apena, me conmueve y me preocupa, deseo hacer una reflexión a título personal, del escabroso y a la vez delicado tema (público ya), de la ríspida relación de quien fuera Alcalde del Municipio de Acapulco (PRD), Diputado (combinado); Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero (PRD), y recientemente candidato (frustrado), a la alcaldía de Acapulco, por el PAN, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, con su Padre Luis Torreblanca González.
¿Cuál es el meollo del asunto? Increíblemente los recursos financieros, y el empoderamiento de sus empresas-. Es casi imposible pensar que un hijo (con visibles canonjías económicas), pretenda arrebatarle a su padre el patrimonio que construyó durante ya su larga vida, con reconocido esfuerzo.
Pero Carlos Zeferino como el político tirano que fue, la avaricia, la codicia, pero sobre todo la maldad, se le quedó tatuada en el corazón, y en el caso de su “diferencia” con su padre; verdaderamente le importa un comino cuántas veces lo aplaste, tratando de caminar por encima de él.
Hoy Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, es (correctamente) señalado de cometer actos ilegales al “tratar” de despojar de sus bienes e incluso de su salud mental-a su padre, Luis Torreblanca González.
Remontándonos a los años sesentas; el guerrerense Luis Torreblanca González, fundó la empresa LUTOGO S.A de C.V. (Luis Torreblanca González), de la cual él contaba con el 90% de las acciones, y el resto se repartía entre su esposa (Doña Luisa Galindo) y sus hijos (excepto) José Luis (La Coca), y también de la cual todos ellos vivieron y algunos siguen lo siguen haciendo.
Vale la pena relevar, para que la sociedad lo conozca, que todas las propiedades pertenecientes a LUTOGO S.A. de C.V., fueron adquiridas legalmente por Don Luis, como ejemplo el predio que hoy ocupa Bodega Aurrerá (antes Súper Súper), que D. Luis compró a Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de Televisa y abuelo del actual presidente de dicha empresa (hace muchos, muchos años).
Qué tipo de extraño sentimiento llevó a los Torreblanca Galindo a realizar una asamblea de accionistas (sin convocar a Don Luis), en la cual, se determinó un aumento de capital, capitalizando recursos provenientes de la perfecta y legal venta que D. Luis realizó del terreno ubicado en Costera, Caleta (en el cual, antaño, estaba la agencia Honda y Volkswagen), suscribiéndola los hijos, y por tal ensañamiento, D. Luis pasó de tener el 90% de las acciones, a ser socio minoritario con tan solo el 47% de ellas, por lo que vía falsificación de su firma, se convirtió en un aberrante despojo y brutal engaño, ya que durante mucho tiempo D: Luis no supo de la endemoniada acción de sus hijos (¿?); y esto consta en el Libro de Actas de la Compañía, con conocimiento del auditor. ¿Cómo hicieron que D. Luis firmara las subsecuentes actas engañado? El Diablo lo sabe.
Debe destacarse que LUTOGO le enajenó la propiedad que ocupa Bodega Aurrerá a una empresa (LUTOFE), compra venta pura y perfecta.
D. Luis presidía el Consejo de la Administración de LUTOGO S.A de C.V. con poderes amplios de dominio y sin restricción alguna, pero de repente en otra de esas extrañas y demoníacas asambleas (4/10/2014), por cierto convocada ilegalmente (ya que la Convocatoria publicada en los medios, no reunía los requisitos legales), le quitan a papá, el puesto de presidente del Consejo de la Compañía, le retiran el chofer y reportan el automóvil como robado, le cancelan el servicio de celular y en el colmo, le prohibieron el acceso a sus propias oficinas (ubicadas en el Fraccionamiento Costa Azul), culminando así, una parte del despojo.
El dinero procedente del contrato de arrendamiento con Nueva Wall Mart de México S.A. de C.V. (Bodega Aurrerá), como consecuencia de los conflictos familiares, ha sido depositado estos últimos meses, en un Juzgado Civil, y derivado de las exposiciones legales de ambos lados (LUTOGO VS LUTOFE), el Juez Cuarto de lo Civil en Acapulco, dictó sentencia a favor de LUTOFE, para que ésta recogiera las rentas acumuladas, siendo una vez más su sorpresa, al retenerle el dinero ya que dicha sentencia prácticamente fue “interceptada”, por tráfico de influencias que Zeferino movió o removió, tanto en los juzgados civiles de Acapulco, como en Chilpancingo; me imagino que con personas, que todavía le deben favores.
¿Cómo nos explicaremos tal falta de valores, que hacen que con toda la facilidad del mundo se le falte el respeto a la vida de un padre, un ser humano, con sus claroscuros, pero al fin un buen padre, ante justificada alarma y el constante reclamo de una parte de la sociedad que mira con horror esta terrible falta de justicia? ¡Vale la pena reflexionarlo!

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