jueves, 20 de agosto de 2015

COLUMNA

Jóvenes en ruta crítica 

Apolinar Castrejón Marino
Está por iniciar el año lectivo 2015 – 2015, y muchos jóvenes se preparan para continuar sus estudios de preparatoria o bachillerato y estudios superiores. 
Hoy vamos a contarles una historia que todos creen conocer, pero en realidad no saben, “La Odisea”. Sabemos que es la obra inmortal del poeta griego Homero, pero el desarrollo es un gran montón de aventuras fantásticas, llenas de simbolismos, y contextualizadas en lugares remotos, que no podemos imaginarnos. Probemos. 

Al terminar la Guerra de Troya, Ulises salió con una nave llena de sus compatriotas de Ítaca, deseosos de llegar a su hogar. Llegaron a una isla de tamaño regular y saquearon el pueblo. Continuando con su viaje, llegaron a la tierra de los lotófagos, donde los hombres comían el loto y se olvidan de sus casas y sus familias. 
Luego llegaron a la isla de los cíclopes, monstruos enormes con un solo ojo. Los cíclopes atraparon a Ulises y su tripulación, se comieron a algunos de los hombres y al resto los encerraron en una cueva, donde uno de estos monstruos llamado Polifemo, bloqueó la salida con una piedra grande. 
Con inteligencia, Ulises,  engañó al cíclope con una conversación incoherente. Le dijo que su nombre era "Nadie", le ofreció vino que llevaban e hizo que se emborrachara, hasta que se quedara dormido. Mientras, sus compañeros afilaban un palo grande y cuando estuvo más descuidado, se lo encajaron en su ojo, dejándolo ciego. 
Lleno de dolor, Polifemo llamó a los otros cíclopes, pero como gritaba que "¡Nadie lo había atacado!",  sus hermanos pensaron que si nadie lo había atacado, pues no pasaba nada. 
Por falta de espacio, no podemos contarle esta historia épica, pero si podemos recordarle que, los jóvenes tienen que pensar seriamente en el futuro, si quieren ser profesionistas, trabajadores asalariados o “mantenidos de papi”. Aunque quizá haya quienes quieran seguir el “camino amarillo”, como Dorothy, para pedirle al mago de Oz que la ayude a regresar a casa. 
Muchos maestros, tutores y asesores insisten en que cada uno de nosotros debe planear cuidadosamente su porvenir, establecerse metas, definir sus propósitos, y “verse a futuro”. Pero la experiencia cotidiana nos indica que entre nuestros proyectos y la realidad hay miles de circunstancias y contextos, que nos llevarán a situaciones inesperadas. Los expertos le llaman “ruta crítica”.
Es como le sucedió a Ulises, quien solo quería regresar a su casa, y estar con su esposa y su hijo. Sin embargo, ese viajo tardó 10 largos años, durante los cuales vivió aventuras muy peligrosas con las sirenas, monstruos marinos, tremendas tormentas y la veleidad de los dioses del mar, del cielo y del viento. 
Las estadísticas de desempaño escolar de los jóvenes son aterradoras: solo la cuarta parte de los que ingresan a una carrera, va a concluirla, y de esos, solo 2 de cada 100 trabajarán en algo relacionado con sus estudios. La experiencia cotidiana nos indica que para conseguir un trabajo los jóvenes deben tener dinero para comprar su “plaza” o tener un “papi” influyente. 
Ser priísta también es una garantía, en este contexto de corrupción ¿Como la vé?

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