ARTICULO

Política de diálogo para

armonizar a Guerrero

César González Guerrero

El aspecto que ofrece, actualmente, el Estado de Guerrero en el ámbito nacional e internacional, es el de un lugar conflictivo y con una diversidad de problemas sociales generados por una cultura antigua, que data desde años antes de su fundación en el año 1849, que no se pueden ocultar. 

Para empezar, debemos recordar que el actual territorio suriano, se localiza en una agreste región del sur, cuya orografía sin duda, influye en la formación de un guerrerense con carácter nada dócil, pero si indómito. Hombre o mujer que han forjado una actitud de rechazo a la dominación y al control, tal vez por herencia y por dignidad. Como sea, es necesario reflexionar y encontrar solución a la situación prevaleciente, de manera urgente. Este es un asunto de todos.

No es fácil, a estas alturas, cambiar el panorama existente, más cuando las fuerzas están totalmente encontradas, por un lado grupos minoritarios influenciados por tendencias ideológicas radicalizadas y, por el otro lado, un mayoritario grupo de ciudadanos que aspiran a vivir en un ambiente de paz y tranquilidad, pero indispuestos a enfrentar, con argumentos sólidos, actitudes violentas y vandálicas que provocan crisis, más en los inocentes niños que no encuentran respuestas a sus múltiples preguntas. El impacto psicológico está llegando a extremos en donde los pequeños se están acostumbrando a vivir momentos de tensión y enfrentamientos solamente vistos en películas de terror. 

Es por ello que se ha llegado el momento de la reflexión responsable, para que en la unidad y la identidad como guerrerenses, empecemos a proponer ideas que, conjuntamente, ayuden a evitar un mayor enfrentamiento social entre hermanos. Estamos a tiempo.

En el territorio nacional, las fuerzas opositoras al sistema político mexicano, de todas las corrientes, no han sido capaces de conjuntar sus ideas para convertirse en una verdadera opción de gobierno, y desde luego esto repercute a nivel estatal, de tal manera que, aprovechan momentos críticos para atraer, inútilmente,  el apoyo ciudadano. Es en este contexto en donde, por falta de opciones políticas, surgen pequeños grupos anarquistas que no creen en las instituciones, mucho menos en los partidos políticos, y se encaminan por luchas radicales que no han funcionado en nuestro país. A ellos hay que convencer de que esas acciones, históricamente, no han funcionado; que México y Guerrero requiere de ideas políticas y liderazgos políticos modernos que convenzan con argumentos racionales y coherentes y así, alcanzar el desarrollo socioeconómico que tanto necesita Guerrero.

Finalmente, los mensajes que envían, tanto el Presidente de la República Enrique Peña Nieto y en Guerrero el Gobernador Electo Héctor Astudillo Flores, son de aliento y de ánimo para cumplir una responsabilidad histórica, atendiendo y resolviendo los problemas de frente, hacer y cumplir compromisos, pero fundamentalmente, con la plena convicción de que los cambios son inminentes en todos los sentidos y están dispuestos al diálogo y la concertación política. Ya veremos.