martes, 22 de septiembre de 2015

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

LOS CHILPANCINGUEÑOS 
PARALIZAN SU CIUDAD
¡CAOS POR TODOS LADOS, CALLES BLOQUEDAS, OFICINAS TOMADAS POR LOS EMPLEADOS Y LA INDIFERENCIA DEL GOBIERNO PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS QUE LE CAYERON EN CASCADA, SON EL GOLPEADO ROSTRO DE LA CAPITAL DE GUERRERO ESTE 21 DE SE SEPTIEMBRE DE 2015!
Poco antes del medio día los vecinos de las principales calles y avenidas de Chilpancingo comenzaron a bloquear las calles más transitadas de la capital guerrerense para protestar e impedir la instalación de parquímetros, una obsesión del gobierno municipal para acabar de exprimir la raquítica economía un pueblo donde no hay trabajo ni empleos, ni fabricas ni lugares dónde vivir, y las rentas de cuartos o departamentos se tienen que pagar a precio de oro.

En Chilpancingo el consumo de luz es un atraco por parte de la Comisión Federal de Electricidad y un robo a ojos vistas de parte del ayuntamiento porque no hay surto de agua pero no dejan de cobrar mensualmente un servicio que el ayuntamiento no presta, hay una pésima recolección de basura y por si fuera poco una anarquía insolente en el transporte público donde no hay respeto para el usuario.
La ciudad está convertida en un mugrero con calles y avenidas deterioradas que nadie se empeña en reconstruir, mercados insalubres y un rastro que está en iguales condiciones, ausencia total de elementos de la policía por lo que los atracos se han multiplicado en el mismo centro de la ciudad y el número de crímenes y asaltos va en aumento, amén de que ya está por cumplirse un año de que bajo el pretexto de protestar por la desaparición de los normalista de Ayotzinapa, una pandilla de truhanes se apoderaron de la plaza central instalando carpas mugrosas e impidiendo a la ciudadanía hacer libre uso de un espacio que le pertenece al pueblo, único lugar que para solaz y esparcimiento familiar existe en Chilpancingo.
Desde septiembre de 2014, cuando se supo de la desgracia en contra de la comunidad estudiantil de Ayotzinapa, las autoridades municipales se borraron del mapa y establecieron un gobierno municipal itinerante con oficinas dispersas, y todavía, muchas de ellas siguen circunnavegando por domicilios sin identificar.
Vándalos encubiertos y haciendo mal uso del lamentable y doloroso tema de Ayotzinapa, se dedicaron, según las autoridades municipales, a saquear el edificio del ayuntamiento llevándose computadoras, archivos, muebles y todo objeto de valor que había en esas oficinas donde hace poco más de un año se concentró la burocracia municipal.
Con un Cabildo errante y desarticulado, los ciudadanos cayeron en desaciertos de dónde localizar al presidente municipal, síndicos y regidores quienes aprovecharon el caos magnificado por ellos mismos como pretexto para sumarse a la campaña política y abandonar sus obligaciones oficiales fundamentales.
La protesta multiplicada que el 21 de septiembre de 2015 estremeció a la ciudad que de pronto impidió la libre circulación vehicular, el libre tránsito y cerró oficinas, es por el hartazgo ciudadano sólo equiparable a lo que ocurrió en 1960 cuando otro sátrapa gobernaba el estado de Guerrero y la protesta, igual que ahora, se dio al unísono hasta desembocar en una masacre donde murieron una veintena de chilpancingueños entre mujeres, hombres, niños y ancianos.
Hoy los ancianos protestan porque no se les ha entregado un bono de parte del gobierno que para una persona mayor y sin recursos, literalmente representa una fortuna.
Hoy los empleados protestan porque el gobierno les ha visto la oreja y no les han entregado un bono que ya debió habérseles cubierto, pero el gobierno intenta burlarse de sus propios trabajadores. Imperdonable. Por eso cerraron oficinas y el pueblo los apoya.
Hoy la ciudadanía cerró calles y atravesó vehículos en ellas con cartulinas de protesta porque ya se cansó Chilpancingo de seguir siendo “la caja chica” de los gobernantes que además de cobrar por todo y no otorgar un buen servicio en nada, ahora quieren encajar al pueblo el servicio de parquímetros traídos –se dice- por una compañía española que en maridaje con el gobierno pretende cobrar a 8 pesos la hora a cada vehículo estacionado, un robo descarado y cínico contra el pueblo que se ahoga en la inseguridad, el bandidaje, la pobreza y ahora la hincada de diente contra la raquítica economía familiar con los parquímetros cuando y que las calles están destrozadas.
NINGUNA RESPUESTA OFICIAL
Transcurrieron varias horas el 21 de septiembre, y hasta por la noche ninguna autoridad se presentó a dialogar con los vecinos de las calles donde se cerró la circulación.
«Ellos, decían los vecinos por la mañana, están muy contentos en el barrio de san Mateo (que está de fiesta) comiendo pozole y tomando mezcal mientras el pueblo esperaba una solución”.
Entre otras calles, las que castigaron los vecinos son Alemán, Álvarez, Zaragoza, Allende, Hidalgo y Altamirano.

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