miércoles, 25 de noviembre de 2015

COLUMNA

La democracia en Tixtla


Apolinar Castrejón Marino
El célebre Juan Ruiz de Alarcón escribió en su obra Ele Verdad Sospechoza”:
“La verdad irá conmigo, 
pues no me pagan salario, 
ni el amigo por amigo, 
ni el contrario por contrario.
Y esto viene a cuento, porque este domingo 29 de noviembre, habrá elecciones extraordinarias en Tixtla, para reponer el cochinero que invalidó el pasado intento de designar autoridades municipales. 

No mencionaremos todas las trampas y atropellos que se realizaron el 7 de julio pasado, porque todo indica, que van a repetirse, solamente vamos a mencionar algunos detalles rebosantes de cinismo, para que no crean que todos somos tontejos. 
Desde hace varias décadas, el poder se ha heredado de manera alternativa, un período para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el siguiente para el Partido de la Revolución Democrática (PRD). 
Un detalle característico de la “democracia tixtleca” es que el PRI selecciona a un candidato joven, que presuntamente tiene ideas innovadoras, e incluso, que está en contra los cacicazgos priistas. Algo así como un Colosio de huaraches. Ya en el ejercicio del poder, resulta un dinosaurio igual que los más viejos.
La gente recuerda al Lic. Jesús Pastenes, haciendo reuniones a puerta cerrada con los jóvenes para que lo apoyaran, y les quitaría el poder a los viejos caciques. Hasta se cuenta la anécdota de que llegó a sacar de su oficina al presidente Albino López, y que éste le dijo que quería seguir sirviendo a Tixtla. Entonces el joven y nuevo presidente, mandó que le dieran una escoba y le dijo que podía seguir sirviendo a Tixtla, barriendo las calles.
Por su parte, el PRD ha recurrido a la designación como candidatos a algún profesionista o comerciante, un ciudadano con poca o ninguna trayectoria política. La experiencia ha demostrado que  ya en el poder, se hacen rodear de gentes arbitrarias, sin preparación académica, y desde luego colocan a sus familiares, haciendo caso omiso a los señalamientos de nepotismo.
Los tixtlecos recuerdan con gratitud y respeto al maestro de primaria Jorge Vargas Alcaraz, porque realizó obras públicas que transformaron definitivamente a la ciudad, como el concreto hidráulico que mandó poner a la calle Insurgentes, que la gente le dice la “calle ancha”, y que los gobiernos anteriores solo mandaban a echarle un poco de tierra a los hoyos, para el desfile del 9 de agosto, que se realiza en honor al natalicio de Don Vientre Guerrero, admirada figura tixtleca. 
También mando despejar y poner concreto hidráulico a las calles de las inmediaciones de El Fortín, obra que parecía imposible debido alos tremendos pedruscos que había en esas calles. Al concluir su periodo, regresó a dar clases a su escuela, en la localidad de Acatempa, en pocos años se jubiló y vive en santa paz. 
El empresario mueblero Rogelio Nava Peralta, también fue presidente municipal, y al mismo tiempo atendía su mueblería. A las 6 de la mañana se le veía barriendo la acera de su local y limpiando los cristales, en la calle principal, y a las 9 de la mañana se presentaba en el ayuntamiento. Cuando terminó su periodo, se regresó de tiempo completo a su mueblería. 
El maestro José Luis Campos (Temo), sin ningún antecedente político o partidario, llegó a la presidencia de Tixtla, con las siglas del PRI, y se rodeó de sus amigos futboleros, y fuereños que vivían en Chilpancingo, quienes viajaban diariamente a trabajar a Tixtla. 
También colocó a sus compañeros maestros en los puestos más importantes, aunque no tuvieran ningún conocimiento profesional o empírico. Le gustó el poder, y cuando terminó su periodo, movió sus influencias para tratar de conseguir ser candidato a diputete, pero la gente lo rechazó airadamente. 
El también maestro Alfredo Astudillo, sin trayectoria política ni partidista, llegó al poder gracias al PRD, a hacer un gris papel. Durante el desastre que ocasionaron los ciclones Ingrid y Manuel, no supo qué hacer para enfrentar la situación, y la gente dice que huyó con su familia a Chilpancingo. Desde luego, tampoco pudo resolver ninguno de los otros problemas que aquejan a la ciudadanía, una eminencia gris.
De los 5 candidatos suscritos para contender otra vez por la presidencia, no se hace ninguno, uno es de formación contestaría y opositora, que no ha demostrado capacidad, ni conocimiento de la problemática del municipio; puro discurso.
El otro vive en Chilpancingo, y solo por ambición se dice Tixtleco y busca ser presidente. Otra candidota dicen que es muy buen maestra, pero es de Veracruz, y nunca ha estado involucrada con la gente de tixtla. De los demás no pudimos encontrar información. Que la fuerza acompañe a los tixtlecos.     

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