martes, 17 de noviembre de 2015

PRIMERA PLANA

Sustituye empleo temporal la caza
de huilotas en poblaciones de Gro.


Sergio Mota Sánchez.APANGO, GRO.--“Las güilotas” nos ayudan  mucho, en primer lugar, para que tengamos comida y también para venderlas a 20 pesos, cada una, porque no hay empleo en el pueblo y si logramos de 4 a 7 palomas,  mínimo tenemos asegurado una entrada de dinero, asegura, Juan  Rodríguez Nava, campesino que se dedica a la captura de huilotas en Apango.

Esta aves se ven  por cientos en Apango en fechas que los lugareños tienen ya bien establecidas, “llegan el 29 de septiembre, día de San Miguel y se van el 25 de abril día de San Marcos” asegura Martín Rodríguez Guzmán.
El nombre científico de la Huilota,  es Zenaida Macroura, que habita en  parte del territorio de Canadá y Estados Unidos y en la temporada de frío emigra hacía lugares del Sur,  como es el altiplano de México y el estado de   Guerrero.
Las formas de caza de la huilota en los pueblos de Guerrero, son variadas, usando desde  armas de fuego, resorteras, trampas;  en Apango utilizan el  Matate.
El Matate, consiste en una red de hilo muy delgado de 6 metros de largo por 12 metros de ancho que se apoyan en dos carrizos muy altos en donde amarran la red   para lograr que las aves choquen y los cazadores en una casita construida de ramas, jalen el cordel para atraparlas y las “pellizcan” o les muerden la cabeza  para matarlas y no se les escapen.
Es variada la captura de estas palomas  por jornada, a veces logran hasta unas 10 piezas, cuando encuentran un lugar donde pasan mucho las huilotas pero en ocasiones también no capturan nada.
Sólo tienen de 15 a 20 minutos para cazar la huilota con Matate, porque ellas bajan a tomar agua, cuando ya está oscureciendo y es en ese momento que las capturan.
Esta práctica de cazar huilotas y venderlas es algo común en los pueblos de Guerrero, su precio de 20 pesos, es superior a los 12 pesos que los lugareños obtienen en algunos lugares por coser balón y que sólo los expertos logran realizar unos 12 al día, los principiantes no terminan ni tres en una jornada de 8 horas, además implica picarse los dedos con las agujas constantemente y se enferman de la vista con frecuencia.
“La guilota” la cocinan en adobo, chileajo, mole verde, fritas y en el campo se consumen asadas, en esta temporada de los meses de septiembre /abril, es parte de la dieta alimenticia de los pobladores del medio rural  y fuente de ingresos económicos.

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