jueves, 21 de enero de 2016

ARTICULO

Gotas de Historia
Arturo Ríos Ruiz

MÉXICO, D.F., a 6 de enero 2016.- Los inicios de la Rosca, se dieron en Roma, se llevaban a cabo una serie de festividades para celebrar al dios Saturno, y se repartían entre plebeyos y esclavos tortas redondas hechas con higos y miel. El propósito era intercambiar los roles jerárquicos entre esclavos y dueños.

En la Edad Media, en Francia, se empezó a conmemorar la adoración de los Magos, cristianizando la costumbre pagana de elegir un “rey de las fiestas”, se reunían en la noche familiares y amigos alrededor de una rosca de pan dulce, con un haba escondida como símbolo del cuerpo de Jesús que fue llevado a Egipto por sus padres, huyendo de la persecución de Herodes.
La costumbre del pastel de Reyes se conoció en España cómo “Roscón de Reyes” a través de los soldados repatriados de Flandes y se hizo más popular con Felipe V. Actualmente la tradición señala que el que encuentre el haba en el roscón es el rey de la fiesta y porta ese título y los beneficios por un corto periodo de tiempo. 
Asimismo, el roscón de reyes tradicional no debe llevar ningún ingrediente extra, a excepción del haba; a pesar de lo anterior, a finales del siglo pasado comenzaron a rellenar el roscón con chocolate, crema o nata, y ahora, en su pasta, se mete una figurita, o una sortija de adorno o pequeño juguete que es la sustitución del haba.
En el siglo XVI, la tradición llegó a México, en donde se le dio un significado especial: la representación de la Natividad. Se incrusta un “muñequito”, el cual representa al niño Dios, entre la masa de la Rosca de Reyes.
Años atrás, el famoso “muñequito” era de porcelana o cerámica y no faltaba quien se partiera un diente con él. Hoy en día se hace de un plástico muy resistente al calor y en algunas ocasiones se agregan hasta virgencitas y árboles de Navidad.
La Rosca de Reyes representa la corona de los tres Reyes Magos, las frutas, las joyas de la corona y el muñeco escondido, el niño Dios para que no lo encontrara Herodes.
Así es que, al que le toca hacerla de Herodes es aquél que descubre el muñeco escondido La actual tradición mexicana señala que las personas que encuentren al niño deberán organizar una fiesta donde deben ofrecer tamales y atole o champurrado (bebidas calientes a base de chocolate y agua o leche) el Día de la Candelaria (2 de febrero). Fuentes. Tradiciones españolas y mexicanas y del libro de Sebastián Verti.

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