COLUMNA

El Alacrán

¡FELIZ  ANO  NUEVO!

Perdón, perdón, perdón, lo que di a entender es Feliz Año Nuevo, que el ¡SEÑOR DE LOS CIELOS les de mucha Salud, Amor y Dinero. Y muchas viejas, Guti de viejas, y tenerlas cargadas como las escopetas, y sobre todo tenerlas arrinconadas, porque ahora ¡YA SE PONEN AL PEDO!

Ya no agachan los cuernos, como era antes y ahora  nos quieren moquetear, y se avientan la jalada de quererles gritar a los hombres en Publico ¡QUE POCA! No se dejen pendejos, al fin hay un chingo de mujeres solas, buscando la compañía el calor de un Machín que puede ser usted yo o cualquiera y el marido trabaje y trabaje en los Estados Unidos del Norte. Imagínese el cocho de otro cuaderno, acostado en la cama ajena, con Casa,  y sustento, que Cabrón no lo desea. Es por eso que se me salió escribir Feliz “ANO”  Nuevo. ¿Cómo le fue con los Bueyes Majes? de la chingada verdad, en mi niñez esos culeros me traían un trompo, un balero, y una pinche pistola de fulminantes, que para el tercer día, ya no era una arma, sino dos se le caía la tuerca que llevaba en medio y ya tenía dos picholas, al trompo de tanto usarlo se le metió la punta que era de un “CLAVO” y los demás me decían ¡HEY NO SEAS PENDEJO! Compra un tornillo y pónselo, ese no se sume. Sale culos, sale culos. Tarde como 5 días en comprar el tornillo, cargando canastas en el Mercado en donde se encuentra actualmente  la Secretaria de Finanzas, ese mercado  de una Gigantesca   bóveda, altísima, o seria por lo enano y los pocos años que tenía. Hay buey tengo que trabajar. ¡LE CARGO SU CANASTA SEÑORA!  No estás muy pequeñito, le cobro un cinco, y si esta de buenas un solecito con la pirámide de Teotihuacán, ahora si está muy caritativa una Balancita de esas güeritas, No molestes muchacho, Ya te dije que no. Ándale, Ándele no ve que pesa mucho la canasta, y se va a poner muy   ¡PANZONA!   “MOCOSO GROSERO” Sáquese con su Perro Muerto a otro lado.  Total que esas canastas pasaron a la Historia ¡Y LAS SERÑORAS ACTUALES QUEDARON PANZONAS! En realidad las canastas de antes eran de acuerdo, al estatus económico de las señoras amas de Casa, las Pobres una canastita chiquita, chiquita, que apenas alcanzaban a salir, La mercancía de la canastita, las que tenían mucha dinero eran unas Canastas Grandísimas, con los Rábanos colgando, las Lechugas con las orejas de fuera, las hojas de chicharrón de fuera y aun lado la carne de Res y la de puerco, no sentía lo pesado, si no cuidaba de que mis custodios dos perros callejeros todos mugrosos, que le echaban ojo al chicharrón y a la carne, uno se ponía al pedo abalanzándose a la canasta ¡HORA PERRO CABRON! Alcanzaba a darle una patada que terminaba en el Aire, por que salía como Demonio mientras el otro perro alcanzaba a morder la canasta. Te lo dije mocoso que no podías con la canasta. Llegaba la competencia otro compa más grande,  le ayudo señora, ándale tu si estas fuerte, la doña sacaba de su monedero de su monedero una bonita moneda se estiraba y me la ponía en la mano. Acto seguido cerraba su monedero, y se lo ponía en su monedero, ¿Me preguntaba por qué se guarda su monedero en las chiches? Con trabajo y el Tiempo le puse la punta a mi Trompo que era de tórnalo y no se sumiría. Llegue con mis amigos mostrándole mi trompo, Otro me invito a las picadas de trompo, Ándale no seas cobarde, como eres nuevo te toca poner tu trompo en el suelo, los demás aventaron su trompo, tratando de romper el mío o enterrarle la punta de su trompo al mío, el tercer compa aventó su trompo  y que parte a la mitas mi trompo. ¡LO UNICO QUE ME QUEDO FUE EL TORNILLO!  No se pierda   MAÑANA:    El Ajonjolí de todos los Moles en Radio Universidad el ¡MEDIOCRE!  Periodista de   Víctor Hugo Wuences Martínez.

Los Quiere Cecilio