COLUMNA

Caldo de pollo 

Apolinar Castrejón Marino

Hasán era un  hombre rico y poderoso, que había abandonado su rango y su fortuna, para entregarse al estudio. Eligió estudiar con el maestro Abdul Effendi, por su sabiduría, paciencia, y su método muy singular. 

Ya llevaba 1 año, en el cual había aprendido muchas cosas, pero el mismo sintió que  no había podido desprenderse de su orgullo, defecto que le venía de la muy elevada posición que ocupaba con su familia.

Así se lo hizo saber a su mentor, y Abdul Effendi decidió encargarle la siguiente tarea:

-Necesito que traigas del mercado 20 kilos de tripas de cordero. ¡Pero debes traerlas cargándolas sobre tus espaldas! 

Hasán se dirigió al mercado a cumplir el encargo. Compró las tripas y se las echó sobre sus espaldas. Como estaban llenas de sangre, le mancharon la cabeza y la ropa, y así tuvo que atravesar media ciudad. Como era conocido como un hombre muy rico, se apenaba de su lamentable estado, y sentía una profunda humillación.

Al fin llegó a casa de su maestro, quien le ordenó que llevara las tripas a la cocina para que prepararan una sopa para todos los demás alumnos de la hermandad. Pero el cocinero dijo que no tenía un caldero tan grande para eso.  

-No hay problema, Hasan, vete a casa del charcutero, y pídele que nos preste su caldero más grande.  

Y Hasán, así como estaba todo manchado de sangre, se dirigió a la tienda del charcutero.

Nuevamente, mortificado por la humillación, trajo el caldero a la cocina y  solo después fue a asearse. 

Un poco más tarde, el maestro le llamó y le dijo: 

-Ahora, vuelve a hacer el camino del mercado, y pregúntales a todos los transeúntes con los que te cruces si han visto a algún hombre llevar un montón de tripas sobre sus espaldas. 

Así lo hizo, y preguntó a todas las personas con las que se cruzaba, y todas ellas le respondieron que no habían visto a ese hombre, ni se acordaban de nada parecido. Se regresó a casa del maestro y le contó lo sucedido.  

Entonces, Abdul Effendi le ordenó que repitiera la tarea a lo largo del camino del charcutero. Y también allí el resultado fue idéntico. Nadie se había fijado en un hombre manchado de sangre que llevara un caldero.  

Cuando Hasán regresó a informarle a Abdul Efendi del resultado de su pesquisa, éste dijo:

-Como ves, nadie te ha visto. Tú creías que la gente se fijaba en tu vestimenta, pero no era así. Solo eras tú quien proyectaba tu atención en los demás. En realidad no eres tan importante como creías ¿O sí?

Esa noche, el maestro dio una gran fiesta y convidó a muchos invitados. Cuando estaban cenando les dijo: 

-¡Disfruten la sopa de la dignidad y de la grandeza de Hasán! 

Ojalá alguien le contara este cuentecito de Alejandro Jodorowsky.a Margarita Zavala ¿Qué no sabe quién es? Pues es la esposa del chaparro pelón que fue presidente de México del 1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012. ¡Sí! el que empezó la guerra contra el narcotráfico, y luego nos dijo un millón de veces que no era una guerra. 

Bueno, esa que fue la primera dama de México, ahora también  quiere ser presidenta. Y dice que va a serlo como sea. En su partido ya le dijeron que la gente no la quiere, bueno, se la disfrazaron, y le dijeron que “No hay condiciones favorables para que gane”.

Pero como ella está “emperrada”, y es más necia que la mula de don Simón, les dijo que “aunque no le ayuden, que ella de todos modos va a ser presidenta, y dice que va sola”, y que mejor, que no va a tener compromisos con “naiden”, y que ella va a ser “La Bronca” ¿Cómo ve usted?