martes, 2 de febrero de 2016

POLICRÓNICA


  Desgobierno…“Nunca segundas partes fueron buenas”, el Partido Movimiento Ciudadano (PMC), está llevando al despeñadero al municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), para completar “El Triángulo de la Muerte”, con el antecedente que hace dos años ahí fue detenido un jefe de la célula criminal “Los Rojos”.




Con el desgobierno que está desplegando el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) en el municipio de Mártir de Cuilapa (Apango), se mueve hacia un escenario crítico para confirmar “El Triángulo de la Muerte” en la que los delincuentes del crimen organizado están viendo como tierra fértil, además ahí ya fue detenido un jefe de la célula delictiva “Los Rojos” y ahora con el incremento de la violencia, el escenario que se vislumbra para Apango es que sus habitantes vivan los estragos del infierno delincuencial. No es que nosotros seamos agoreros del desastre, ni que queramos males para los habitantes apánguenses, sino que serán los daños colaterales que deje  el “Operativo Chilapa”, porque normalmente este tipo de acciones gubernamentales provoca simultáneamente la operación cucaracha de los delincuentes del crimen organizado que buscan refugiarse en otros lados. En esta ocasión no es la excepción se han de sentir acosados por los tres mil 500 elementos castrenses y policías federales que llegaron a la región desde el pasado miércoles 27 de enero para comenzar una abatida en Chilapa de Alvarez y Zitlala, inicialmente y el municipio colindante, y por añadidura, Mártir de Cuilapan, con el que se completa “El Triángulo de la Muerte”. Desafortunadamente hoy en día los habitantes de Mártir de Cuilapan (Apango), están viviendo un verdadero desgobierno, ya lo dice el proverbio “Nunca segundas partes fueron buenas”. Tal vez en la primera ocasión, la actual presidente municipal del Partido Movimiento Ciudadano (PMC), Felicitas Muñiz Gómez haya hecho un buen papel como autoridad, y por ello con todo lo que se le pueda cuestionar logró por segunda ocasión la presidencia municipal de Mártir de Cuilapan (Apango). Es posible que la vez primera sacó la administración municipal sino de manera exitosa, por lo menos hay medio se defendió ante sus acciones y detractores y estos últimos afirman que no ha comprobado cerca de 20 millones de pesos ante la Auditoría General del Estado (AGE), pese a ello los ciudadanos tenían la esperanza de que al llegar por segunda ocasión completaría los pendientes. Pero al parecer aquellos tiempos a los actuales, son radicalmente diferentes, porque los ciudadanos cada día se politizan más y los conflictos salen a relucir de inmediato, hoy en día con ese inmediatez se socializan en las redes sociales para bien o para mal. Entonces la señora presidenta de Apango, como coloquialmente se le conoce al municipio, ahora tiene que cumplir otras necesidades y resolver conflictos mayúsculos, principalmente de la inseguridad pública. Anteriormente las protestas en que la cuestionaron era por servicios de agua, drenaje y obras, pero ahora no solamente ella, si no todos los gobiernos de los tres niveles están enfrentando a la delincuencia, no del orden común, más bien, la mal o bien llamada organizada en la que actúan personas con armas de grueso calibre y se desplazan con toda impunidad en vehículos de lujo de último modelo. La inseguridad es un flagelo estatal y nacional, por lo tanto, Apango, no es la excepción, y si la alcaldesa Felicitas Muñiz Gómez, no le pone mucho interés, habrá de fracasar, y podría enfrentar las consecuencias de su imprudencia, en la que las bandas del crimen organizado pudieran escenificar cruentos enfrentamientos por la disputa de la plaza.  Gómez Muñiz, no debe olvidar que en la cabecera municipal, el 11 de abril del 2014 los agentes de la Policía Federal (PF) detuvieron a Antonio Reina Castillo (a) “La Borrega”, señalado como jefe de la plaza del municipio de Tixtla de Guerrero, al servicio de la banda delincuencial “Los Rojos”, además detuvieron a su segundo en mando, Ismael Castillo Marino y a dos escoltas. A los detenidos se les decomisaron un AR-15, conocido como “Cuerno de Chivo”, dos armas cortas calibre 38 súper, decenas de cartuchos, una pick up, y un millón 500 mil pesos, con los que trataron de sobornar a los efectivos de las fuerzas federales para dejarlos escapar. Por ello creemos que el proverbio  está bien aplicado “Nunca segundas partes fueron buenas”. Pues hoy en día y desde la última semana del mes de enero, para enfrentar a la delincuencia que en los últimos días han asesinado a una persona, hechos ocurridos el 20 de diciembre que fue privado de la vida a pedradas el labriego Alejandro Barrios Cuaxinque entre las comunidades de Zotoltitlán y Hueyitlalpan en tanto el 20 de enero desapareció otra, por lo que indígenas nahuas de Zotoltitlán del municipio de la zona Centro de Guerrero, se vieron obligados  a bloquear los accesos a la comunidad,  para ello los pobladores se encapucharon portando escopetas, machetes y palos, e impidieron que entraran todo tipo de vehículos.  El día 23 de enero, los ciudadanos se decidieron a tomar esa medida extrema, argumentando que  se debe  a que el 20  de enero un grupo de hombres se llevó al campesino Anselmo García Reyes, quien hasta  hoy martes no aparecía. Pero todo esto es extraño, no será que la misma alcaldesa  Gómez Muñiz esté promoviendo este movimiento para justificar su desgobierno. Decimos que es extraña la desaparición de García Reyes, pues según cuentan sus familiares, el hombre del campo se ha comunicado a través de mensajes de su teléfono celular diciendo que se encuentra con vida, aunque no les dice el lugar y que le digan a su madre que en 20 días habrá de retornar, eso no solo a los familiares les causa sospechoso, sino a cualquier ciudadano. Porque si estuviera en manos de los mañosos, seguro estamos que no tendría al alcance el teléfono celular, menos la oportunidad de estar mensajeando. ¿Hay gato encerrado  y que lo sabe a la perfección Felicitas?, esa es la interrogante en este momento y la otra extrañeza, es que los familiares del labriego ya interpusieron una denuncia ante el Ministerio Público del Fuero Común de Tixtla, pero no saben contra quien. En tanto  fuentes del Ayuntamiento de Mártir de Cuilapan revelaron que hace dos semanas un campesino de esa comunidad fue encontrado degollado.  Gracias al bloqueo y armarse, el fin de semana estuvieron convoyes militares y policías federales, apoyados con helicópteros que sobrevolaron  la comunidad de Zotoltitlán y en varias localidades de Mártir de Cuilapan, sin que hayan tenido éxito y tampoco han detenido a los responsables del asesinato de la otra persona. Habría que señalar esta comunidad conecta con otras demarcaciones de Zitlala, Chilapa de Alvarez y Tixtla,  a la que nosotros  calificamos ya como “El Triángulo de la Muerte”, pues desde hace meses los grupos delictivos “Los Rojos” y “Los Ardillos” mantienen una confrontación que ha derivado en una serie de hechos de violencia. También se conoció que el domingo 25 de enero por la noche  como facinerosa  la alcaldesa de Mártir de Cuilapan, Felícitas Muñiz Gómez, estuvo en la comunidad acompañada por un agente del Ministerio Público del Fuero Común, quien tomó declaraciones a los familiares del desaparecido y del asesinado. Desde esa fecha hasta hoy, no hay información sobre esa “extraña” desaparición del campirano. Pareciera que la señora presidenta le está haciendo a la viva, porque  en primer lugar como autoridad, no tiene la necesidad de andar de noche en un lugar que se supone conflictivo y hasta riesgoso, además llevando un representante social que lo expuso. Entonces se entiende que está manejando un entramado perverso para hacerse notar ante la prensa de que su municipio ya comenzó a sentir los estragos de la delincuencia, cuando en la práctica pudiera ella estar atrás de todo este montaje. De entrada debió haber obligado a la familia que diga con la verdad qué está pasando con Anselmo García Reyes. Por otro lado andar de noche, en una comunidad aislada, es como jugar con fuego, a sabiendas que es el camino de “El Triángulo de la Muerte”,  que toca la comunidad rural, un paso obligado para los delincuentes para llegar a la cabecera municipal de Apango sin ser molestados por las fuerzas policiacas. También eso está muy sospechoso, por lo tanto tiene que explicar ese tipo de presencias nocturnas, en un asunto que en todo caso debería investigar, en primera instancia su síndico procurador y en caso de declararse incompetente, turnarlo de inmediato a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común para que sea la Fiscalía General del estado la que se encargue de la investigación de la “sospechosa” desaparición del campesino y el asesinato de otro que habría ocurrido en días pasados en la municipalidad de Mártir de Cuilapan. Todo esto se presta para especular que la alcaldesa del Partido Movimiento Ciudadano anda en malos pasos, y que al rato podrían ser escenario de cruentos enfrentamientos entre hombres del crimen organizado para defender esa arista de “El Triángulo de la Muerte”. Todo ciudadano bien nacido en Apango, no desearía por nada del mundo que llegara la lumbre de Chilapa de Alvarez y Zitlala, en donde las cosas cada día se ponen muy espeluznantes, en la que los ciudadanos están viviendo amargos momentos como es el desplazamiento por los delincuentes del crimen organizado. Lo que pase y deje de suceder en Mártir de Cuilapan, sin duda es y será responsabilidad de la primera autoridad municipal, porque se observa desde Chilpancingo, que carece de un equipo  de asesoría para tomar las mejores decisiones y no evidenciarse como una improvisada, ante los múltiples problemas que le están surgiendo, incluidos los religiosos, mismos que no se ha resuelto de todo satisfactoriamente, aunque no es cuestión de armas, pero siempre será un problema obligado a atender porque es un asunto de sus gobernados y tiene que dar la cara la alcaldesa quien tendrá que abonar para la paz y tranquilidad de Apango…Desatendidos…Cuando lleva un poco más de dos meses como Fiscal General del estado, Xavier Ignacio Olea Peláez, lo más que ha demostrado en su encomienda que le gusta la estridencia,  no hay congruencia con lo que está haciendo y declara, la última tomadura de pelo a los guerrerenses es haber declarado irresponsablemente que sin ser de su competencia, “ya ternemos cercado al jefe de Los Ardillos”, cuando en realidad quiso decir  de “Los Rojos”. En fin se echó una “volada” para no decir que fue un borrachazo, porque ahora sabemos que el señor Olea Peláez es un empedernido borracho  consuetudinario, por ello ve moros con trinchetes. Eso no lo sabíamos de que tienen una acentuada adicción, sino que lo pusieron al descubierto elementos—mujeres y hombres-- de la Policía Ministerial que el viernes protestaron en Chilpancingo para demandar que los atienda. Entre su desesperación  por lo menos 20 de unos 203 elementos se presentaron a las instalaciones de la Fiscalía General del estado para ser escuchados y atendidos por Xavier Ignacio Olea Peláez. La principal quejan de los elementos de la Policial Ministerial es que han resultado lesionados en los operativos y que a raíz de eso no han podido trabajar, por ello exigieron que sea reconocida su incapacidad y les paguen sus salarios completos. Unos 20 elementos que sufren algún tipo de incapacidad se plantaron en las instalaciones de la dependencia, y pidieron la atención directa del gobernador  del Partido Revolucionario Institucional (PR) Héctor Antonio Astudillo Flores, pues desde hace varios años su demanda no ha sido escuchada. Relataron que desde la administración del gobierno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Ángel Heladio Aguirre Rivero, interpusieron demandas para que les pagaran sus salarios completos y les dieran las prestaciones correspondientes, pero las autoridades dieron carpetazo al asunto.  Es más revelaron que hay una averiguación que consta como de 300 hojas, pero sus subordinados le dieron carpetazo al asunto, esta averiguación no prosperó nunca, no nos dieron solución, sobornaron autoridades para que todo se quedara en calma. Cada vez que acuden con las autoridades de la Fiscalía, sufren malos tratos y son ignorados. Pues tienen razón, al protestar y reclamar al actual servidor público, Olea Peláez, pero por su problema de alcoholismo, lo ha llevado a cometer fallas y más fallas, por lo tanto, no hace caso a la demanda que le están exponiendo los policías ministeriales, quienes se duelen, diciendo: “No se vale que estos señores nos traten de esta manera, que pongan a trabajar a sus elementos que tienen actualmente, que se dediquen a cumplir con sus funciones, hay mucho trabajo en la calle, que demuestren su capacidad, si es deberás tienen ganas de trabajar”. Actualmente alrededor de 203 elementos mujeres y hombres incapacitados, solo reciben la mitad del salario que percibían cuando estaban activos y les han sido retiradas todo tipo de prestaciones, por ello indican plantean: “Pedimos al gobernador—Astudillo Flores-- que atienda nuestro llamado, él es el indicado para dar respuesta a este problema; hay muchas irregularidades, como sueldos a medias, retención de haberes y atención médica insuficiente”. Estos elementos  sin precisar el tiempo, pero que durante varios años “pasa uno y otro fiscal” así como directores de la Policía Ministerial, pero su caso solo se va rezagando y su situación económica y de salud  son desesperantes, cuando por mucho tiempo sirvieron a la sociedad y al estado como Policías Ministeriales.  Entre las personas inconformes que protestaban, estaba una mujer de 60 años de edad, quien manifestó que las últimas veces que han tenido acercamiento con las autoridades, les han dicho que no hay dinero para finiquitar y nivelar salarios. Definitivamente nunca habrá  dinero, si en este caso el fiscal Olea Peláez, no hace las gestiones pertinentes ante las instancias a las que debe recurrir, por lo tanto no habrá de cumplir con sus compromisos con esos elementos que ya entregaron parte importante de su vida a la anteriormente llamada Procuraduría General de Justicia, en un trabajo riesgoso en la que se puso en peligro su vida al momento de investigar y perseguir el delito. Seguramente  quienes ahora reclaman un derecho nunca extorsionaron, chantajearon, mucho menos robaron a los ciudadanos en el momento en que las personas buscaban justicia, como era detener a los responsables y presentarlos ante la justicia. Antes de resolver una exigencia justa, Olea Peláez está obligado a realizar una investigación  exhaustiva de cada uno de los elementos inactivos y en base a su hoja de servicio, creemos que es de justicia darles lo que les corresponde, porque entregaron su vida a una actividad de  mucho riesgo. Si el Fiscal plantea con mucha seriedad el caso al jefe del ejecutivo el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, creemos que sabrá escuchar y comprenderá que esos elementos tienen mucha razón en demandar una prestación que les asiste la razón. Pero antes  Olea Peláez tiene que tener la información precisa de cada uno de los elementos de la ex judicial del estado, ahora ministerial para que puedan acceder el beneficio para terminar sus últimos días de manera decorosa y digna, como un servidor público de la procuración de justicia. Debe dejar a un lado su problema de alcoholismo, Olea Peláez, cosa que no nos espanta, pero si está llamado a ser responsable a ofrecer una respuesta favorable y negativa a cada uno de los inactivos policías ministeriales. Muchos con una avanzada edad, ya no tiene ninguna posibilidad de emplearse en otra actividad, porque toda su vida la mantuvieron en la investigación y persecución del delito en el estado de Guerrero.

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