viernes, 29 de abril de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista
CHILPANCINGO, 28 de abril de 2016
El día señalado, ingresa al registro de la muy larga lista de fechas de “acontecimientos especialmente importantes” en la historia de Chilpancingo, capital del estado Guerrero.
Escenario de tragedias tanto en la Independencia como en la Revolución,
en la Reforma y en los tiempos modernos, Chilpancingo ha visto correr con horror mucha sangre de sus hijos.
Uno de los acontecimientos más dolorosos, más recordados y más indignantes, porque las armas de la policía y del ejército dispararon contra ciudadanos inocentes, es el 30 de diciembre de 1960.
Funcionarios del gobierno del estado, festejaron la mortandad. Tiempo después el secretario del gobernante de la época se solazaba diciendo que “no murió ningún universitario en la balacera”.

No fue grato saber del baño de sangre de universitarios aquel 21 de julio cuando en la madrugada entró la autoridad a “rescatar” autobuses retenidos por estudiantes en las canchas de la UAG.
Lo nuevo, igual de doloroso, indignante y perturbador es la golpiza de la gendarmería en contra de permisionarios y choferes de urvans y taxis y gente de la sierra que exigen atención del gobierno.
Gracias a los modernos y efectivos sistemas de comunicación: twitter, facebook y estaciones de radio y gracias especialmente al quehacer relevante de las y los periodistas locales, la ciudadanía pudo estar informada minuto a minuto de lo que estaba ocurriendo en la autopista del sol y en la ciudad de Chilpancingo de ese día 28 de abril de 2016, desde temprana hora.
Hay, sin duda, ciudadanos amigos, allegados, seguidores, parientes, electores y/o cuates del gobernador en turno, Héctor Antonio Astudillo Flores quienes echaron su ‘Cuarto a Espadas’… ¡Ahhhh… y “periodistas” que salieron “en su defensa”, repitiendo lo que el secretario general del gobierno, Florencio Salazar Adame informó en conferencia de prensa: “se agotaron los límites de diálogo”.
“Malán”, es decir, don Mario Rodríguez Bello, apreciado paisano, hizo comentarios en la radio universitaria por la noche del día 28 de abril pidiendo a la audiencia que “se le dé chance a Héctor Astudillo de gobernar, apenas viene empezando su gobierno”. Palabras más o palabras menos, pero virilmente salió en defensa del gobernador. Y así, otras personas.
En sentido contrario, mucha gente hizo catarsis radiofónica en contra del mandatario guerrerense pidiendo enfáticamente que renuncie porque “no tiene la capacidad para gobernar, él en su campaña ofreció poner orden y paz en Guerrero y lo que se ve es que ha incrementado el número de asesinatos y el gobernador no hace nada para remediar la violencia incontenible que ha hecho de Guerrero el estado del país más violento”. Igual… palabras más o palabras menos pero eso se expresó en la radio XEUAG que hizo una cobertura -¡como siempre!- extraordinaria de los acontecimientos ocurridos la fecha citada.
Una vez más y no habiendo más cera que la que arde, tenemos que recordar la frase del exgobernador René Juárez Cisneros: “Guerrero no es Disneylandia”, y mucho menos ahora que la violencia paraliza a Guerrero… Cierto: ¡Guerrero es Guerrero!
Hay quienes exigen la renuncia de Héctor Antonio Astudillo Flores a la gubernatura, y esa “exigente cantaleta” recorre Guerrero y priva en cualquier parte donde hay guerrerenses indignados por la sumisa actitud del mandatario ante acontecimientos brutales… La exigencia va subiendo de tono a cada minuto.
Ya no son voces, son gritos. Así comenzó la caída de Raúl Caballero Aburto y la de Alejandro Gómez Maganda y… la de otros muchos gobernadores que no terminaron el periodo y pasaron a engrosar la larga y muy negra lista de mandatarios echados del poder.
También esos que cayeron tuvieron en su momento aduladores, personeros, aplaudidores, lisonjeros, periodiqueros de “a tanto más cuanto”. 
Ningún vocinglero que se recuerde jamás fue amigo de a de veras del mandatario alguno. Los que ahora aplauden a Astudillo son los mismos aplaudidores de los anteriores, llámense Aguirre Rivero, Zeferino Torreblanca, Ortega y todos los demás. Eso lo sabe muy claramente Astudillo Flores… El los conoce y sabe que no tardarán en morderle la mano… ¡Al tiempo!
Dicen, quienes su administración conocen, que Héctor Astudillo Flores se ha rodeado de muchos “buenos para nada”, como funcionarios, que no atan ni desatan… “diositos” de papel y una larga lista de juniors que no piensan ni razonan en el muy alto riesgo en que se encuentra la entidad suriana. Ellos buscan lo suyo. Miran al futuro y “trabajan” para ello… ¡Lo mismo ocurre en el ayuntamiento de la capital!, le juegan las contras en la nariz al edil.
El horno, pues, no está para bollos.
El funcionario más agredido y criticado por la gente que señala “al mal gobierno” es el chilpancingueño Florencio Salazar Adame. Único funcionario que ha salido a dar la cara -¡muy agria por cierto!- a favor de Héctor Antonio Astudillo Flores… Y los demás, ¿qué hacen, dónde están, cómo desquitan la chuleta, dónde se esconden, por qué no aparecen por ningún lado? 
Ineptitud y total falta de oficio tiene Astudillo entre sus funcionarios todos, particularmente en  prensa para los momentos álgidos que es donde se le ve la casta al galgo, pero aquí, ¿quién lo respalda, quién lo orienta, quién lo apoya? 
Don Héctor en su administración tuvo la desgracia de colocar “caritas” pero no cerebros que le apoyen… 
¡¡¡SALVE, CÉSAR !!! 
“Respice post te! Hominem te ese memento”… 
O lo que en totomoxcli quiere decir: “¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre (y no un dios)

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