martes, 5 de abril de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista
CARITINO MALDONADO PÉREZ, A 45 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
¡Quién lo dijera!, el 17 de abril próximo se cumplirán 45 años de la trágica muerte del profesor Caritino Maldonado Pérez, gobernador constitucional del estado de Guerrero… cómo han pasado los años.

El helicóptero en que viajaba en la ruta Ciudad Altamirano-Chilpancingo, en compañía del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Carlos F. Urióstegui Ocampo y del presidente del Congreso del estado, el maestro Federico Encarnación Astudillo, venía conducido por el capitán piloto aviador Héctor Humana.
Se había realizado una reunión política en la antigua Pungarabato. Era el atardecer de ese día cuando por urgencia de su cargo Caritino Maldonado Pérez tenía que estar en Chilpancingo. 
Carlos Hank González, gobernador del estado de México, le ofreció su helicóptero, el cual, al llegar a la altura del poblado El Miraval, municipio de Zumpango del Río, se desplomó cayendo entre barrancas, un sitio inhóspito al que a los rescatistas les fue muy difícil llegar.
Me encontraba esa tarde en la cabina de XEUQ, Radio Zihuatanejo transmitiendo mis programas cuando llegó el capitán piloto aviador Jorge Bustos Aldana, a la sazón presidente municipal de “José Azueta” y me pidió que transmitiera un anuncio a los vecinos de los poblados de la sierra y del litoral, en el sentido de que si tenían noticias de algún avión que hubiera caído, de inmediato avisaran a las autoridades civiles o militares.
No me dio explicaciones, no me dijo de qué se trataba porque salió apresuradamente de la cabina. Al anochecer, con don Mario Morales Vallejo, dueño de la emisora junto con su hermano el médico Armando, nos enteramos por una estación de radio de la ciudad de México lo que había sucedido. 
Siendo colaborador de mi gran tocayo Héctor García Cantú y de la radio de Zihuatanejo, de inmediato me trasladé a la capital del estado y siendo contados los reporteros locales, nos dimos a la tarea se seguir la secuencia informativa de la tragedia, transmitiendo desde Chilpancingo para la XEUQ y redactando para los dos periódicos del García Cantú.
Rogerio César Armenta, corresponsal de Excélsior, andaba con la periodista Bella Hernández y con el presidente municipal de Acapulco, Israel Nogueda Otero en El Miraval, apoyados por los vecinos quienes señalaron más o menos el sitio donde se oyó caer el helicóptero. “Volaba bajito, bajito y de pronto se oyó una explosión”, dijeron.
Quien primero llegó al lugar donde se encontraban restos del helicóptero fue don Cirilo Apátiga Castillo (qepd), chofer del gobernador Caritino Maldonado Pérez:
 “Yo estaba aquí en Chilpancingo. Me dijeron: vete a buscarlo, por ahí está tirado. Pasé Miraval, pasé muchos pueblitos así, y no lo hallé”.
-El profesor Caritino con el Presidente del Congreso del Estado y el Presidente del Tribunal Superior de Justicia venían de Tierra Caliente en helicóptero, ¿eso, usted lo sabía?
“Sabía yo que venían, sí”.
-¿Había orden de que lo fuera usted a esperar al aeropuerto de Chilpancingo?
“No, porque aquí estaba un compadre de él que es de Taxco, don Rafael no me acuerdo de su apellido (posiblemente el profesor Rafael Romero, poeta nacido en Zumpango) , y me dice: Aquí quédate porque vamos a esperar al profesor, estábamos en la casa en Abasolo, donde era el hotel Reforma, que era la casa de Berber, donde están las oficinas de la universidad. Y ahí me quedé, y ya fue que vinieron a avisar que se había caído el helicóptero donde venía él. Vinieron unos de un pueblo, de El Miraval, vinieron a avisar que había caído en una barranca y ya me fui, y me pasé y no lo hallé, casi llegué a Filo de Caballos, me regresé y ya me dijo el señor del Miraval: El aparato ahí está tirado en una barranca, aquí luego. No, qué luego. Camina y camina y camina hasta que llegué”.
-¿A qué hora llegó usted allá?
“En la noche. Después fue mucha gente. Me fui y me fui y llegué por cierto a una bajada muy pendiente, y me iba agarrando de las ramas. Llegué y sí, ahí estaba tirado”.
-¿Ya había gente cuando usted llegó?
“No”.
-¿Usted llegó primero?
“Sí, me salí y vine a buscar gente y ya los llevé yo”.
-¿Qué es lo que vio primeramente ahí?
“A él, pues, y al de Tixtla”. (Al profesor Caritino Maldonado y a don Federico Encarnación Astudillo).
-¿Cómo estaban sus cuerpos?
“Se ve que cayeron vivos porque arañaban la arena en la barranca, cayeron en el agua en una barranca que tenía poco agua, y se ve que arañaban en la arena”.
-Entonces, ¿sus cuerpos no estaban incinerados, como se dijo?
“El del profesor sí estaba quemado, de aquí para abajo (don Cirilo señala la cintura, hacia abajo) y de aquí para acá (hacía el torax) se veía entero, la cara estaba muy hinchada, los demás también. Luego fui a traer gente al Miraval y llegaron, en una manta los amarraron y los empezaron a jalar con una reata, a todos los sacaron”.
-Cuando regresó a la casa, ¿qué le informó usted a doña Sofía, la esposa del gobernador?
“Le dije que allá estaba tirado y que ya lo traían. Se soltó a llorar, sería como la una de la mañana cuando le informé. Se imagina lo que yo sentí, fue mi patrón y me quería mucho, lo sentí mucho, lloré en ese lugar, ahí en la barranca gritaba yo, gritaba que se había muerto. Nadie fue conmigo; me salí a traer gente y fue mucha gente de aquí de Chilpancingo”.
-¿Qué pasó después don Cirilo, cómo estuvo el cortejo fúnebre?
“Todo Chilpancingo fue, era muy grande el cortejo, era muy querido, vinieron de todos lados, de su tierra Tlalixtaquilla, de la montaña vino mucha gente. Se imagina lo que yo sentí, mucho dolor”.
-Y después, ¿qué pasó con el trabajo de chofer que usted desempeñaba?
“Lo dejé porque ya no quise trabajar ahí, doña Chofi no me quería dejar ir y le dije: no señora, voy a  buscar trabajo porque necesito trabajar, y ya, me salí. Anduve triste mucho tiempo, lo recordaba yo mucho, una gran pérdida”. 
(En la gráfica, el gobernador Caritino Maldonado Pérez felicitando a Héctor Contreras Organista, en la plaza pública de Chilpancingo ante sus colaboradores, diputados y magistrados el día que regresamos de hacer las transmisiones de los Juegos Deportivos Nacionales de Veracruz. Al centro el querido profesor Arturo Cervantes Delgado, narra el acontecimiento).  






                                         El Jefe Cari y Héctor Contreras Organista.

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