lunes, 25 de abril de 2016

PRIMERA PLANA



El matrimonio formado por la alcaldesa Felicitas Muñiz Gómez del Partido Movimiento Ciudadano y el regidor, Herlindo Lázaro Morales, junto con familiares de primer grado, gobiernan Apango, manejan a su antojo los recursos públicos, el gobierno del estado, ni caso hace a las solicitudes de ciudadanos para que la presidenta municipal, transparente el dinero que maneja y el que utilizó en su primer periodo 2009/2012. (Foto: Sergio Mota Sánchez).



Sesión abierta interrumpida


Edilberto nava García.APANGO, GRO.--La filosofía del derecho municipalista al aterrizar a la base social logró establecer en nuestra legislación que el municipio constituye la unidad de la organización para el desarrollo integral de la nación ya que es base de la división político-administrativa, de elección directa e instancia de  autoridad más inmediata a los habitantes,  a los gobernados.
Éste párrafo inicial se escucha bonito por dogmático, claro y limpio como el agua que debiéramos tomar, pero ni lo uno ni lo otro son dables debido a que los propios gobernantes ya por falta de capacidad o malicia interesada, hacen nugatorios los deseos primigenios de una nación democrática, representativa y federalizada.
En Mártir de Cuilapan en la región centro de Guerrero, por la política justiciera encaminada a la equidad de género, se logró que una mujer fuera electa por segunda ocasión como alcaldesa. Fluyeron dineros, dice la gente que robados en la gestión post anterior que ella encabezó. Se llama Felícitas Muñiz Gómez del Partido Movimiento Ciudadano y durante los primeros cinco meses de su gestión logró en forma “forzada” la unidad de su cabildo; lapso durante el que sólo sus directrices se acataron sin respingo alguno.
Sólo que investigando bien el asunto del referido municipio, resulta que es una pareja unida en amasiato la que hace y deshace del gobierno municipal. Herlindo Lázaro Morales es un profesor que gracias al Partido Movimiento Ciudadano ha sido regidor, secretario municipal, candidato a alcalde y ahora regidor por el mismo partido, quien ha estado casado con la divorciada Felícitas Muñiz. Con ella precisamente se casó el referido Herlindo Lázaro, quien ahora es regidor y la amante, es la presidenta municipal y se dice amante, porque en la realidad viven un aparente divorcio legal, pues todo mundo sabe que están casados civilmente.
El caso es que ambos dirigen la política al interior del cabildo y por ello se dio la división. El síndico, un veterinario avecindado ya hace casi dos décadas en la cabecera, conociendo a su vecina lo súper corrupta que es, aceptó ser candidato a síndico, pero fue el primero que pintó su raya a la hora de firmar la primera cuenta cuatrimestral, porque el tesorero, un gusano que se arrastra y tiene nombre y figura humana, sólo le daba tres o cuatro minutos para que firmara y sellara dicha cuenta. Lógico no la firmó y fue tildado de traidor de la presidenta municipal.
Los ediles están divididos, mitad y mitad. Y en sesión y sólo en sesión de cabildo debe ganar la parte que encabeza la alcaldesa por el voto de calidad que le concede la ley. Y habiendo un regidor que es ingeniero constructor, no preside la comisión de obras públicas, sino que lo es el amante de la alcaldesa, Herlindo Lázaro Morales. Y así, es lógico que la administración esté de cabeza, porque las ausencias la presidenta las cubre su sobrino, Giovani Muñiz, hijo de Irineo, hermano de la alcaldesa. No hay respeto a la ley; nepotismo y corrupción van de  la mano galopantes,  y lo que diga el gobernador se lo pasa por el arco del triunfo la edil municipal.
El caso es que desde hace un mes a que por recomendaciones del gobierno del estado varios asuntos debieron tratarse en sesión pública. La población aguardó con inquietud la fecha. Mas con un secretario que jamás en su vida había visto una sesión abierta de cabildo, por inexperiencia tronó la sesión cuando de 13 puntos se trataba el primero. Presionado por Herlindo, se concretaron a decir que no había condiciones para su realización. No hubo una sola agresión pero se infiere que  el pueblo estaba a punto de ir sobre ellos, por corruptos, ilegítimos y farsantes.
El problema es que no pueden celebrar sesión de cabildo alguna mientras no culminen con la sesión que está suspendida. El gobierno estatal lo sabe a ciencia, paciencia y complacencia. Al parecer sólo dos obras materiales están en  proceso, pero sin expediente técnico y los profesionales ejecutores, dan la impresión que van sólo por el alto porcentaje del monto de las obras, no porque éstas resultan aptas y se conviertan en un servicio a la comunidad.
Todo lo anterior está bajo la responsabilidad del secretario general de gobierno, Florencio Salazar Adame, de quien no se han visto sus buenos oficios en la materia. Es probable que mire de soslayo el conflicto de Mártir de Cuilapan, donde los pobladores de Zotoltitlán no se andan por las ramas y más pronto que tarde pueden ocasionar un hecho de sangre de fatales consecuencias, como la caída de los poderes del estado.

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