lunes, 18 de abril de 2016

PRIMERA PLANA

Trasladaron a 15 reos y
otros 25 sin comer, aquí


Javier Francisco Reyes.—Luego de que el jueves por la noche y después por la madrugada del viernes, entraran al Centro de Reinserción Social (CERESO) de Chilpancingo, elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) de dónde sacaron a por lo menos 15 internos, hasta hoy lunes sus familiares desconocen a donde se los llevaron, además hay unos 25 reos sin que tengan alimentación.

Varias esposas de los reos denunciaron que las autoridades penitenciarias cometieron un abuso en contra de sus maridos, al parecer fueron sacados y enviados a los CERESOS  de Acapulco y La Unión.
Hasta este día no han tenido información, mucho menos comunicación desde que los elementos de la PGR ingresaron a catear el CERESO de esta capital en  la noche y que se prolongó hasta la madrugada del jueves 14 de abril.
Informaron las esposas que estaban en las celdas el jueves anterior y alrededor de las ocho de la noche, ingresaron presuntos agentes de la PGR, acompañados con Agentes del Ministerio Público Federal, quienes se metieron para agredir a sus parejas y se volvió a repetir en la madrugada del viernes 15 de abril.
Informó que se tuvo conocimiento que a las 3:00 horas de la mañana del viernes los agentes volvieron a entrar y se llevaron a unos 15 hombres a otros Ceresos, sin que nadie les dijera nada ni mucho menos hubiera personal de Derechos Humanos para poder atestiguar el ingreso de los federales.
Manifestó María Antonieta Solís que sus esposos no se metían en problemas, pero que el director se deja llevar por lo que le dice la interna Leticia Aguilar Villareal, a quien acusan de dedicarse a la extorsión dentro del penal con ayuda de su pareja sentimental Cándido Nava Millán (a) “El Japo” y en complicidad con el director Rafael Ocampo Hermoso.
Ante esto, solicitan la intervención del gobernador priista Héctor Antonio Astudillo Flores que se abra una investigación con la intervención de Derechos Humanos y que se revisen las cámaras del interior del penal para que observen que sus esposos estaban tranquilos y sin mediar palabra los federales entraron a golpearlos hasta dejarlos sangrados de la cabeza, rostro y otras partes del cuerpo.
También denunciaron que actualmente hay 25 internos en el Cereso de Chilpancingo a los cuales mantienen aislados y sin comer, esto sin explicación alguna, por ello insistieron en que Derechos Humanos (instancia a la que ya acudieron a emitir una queja por estos hechos) acuda a verificar en qué condiciones están los internos.
Por último denunció que hasta el momento no ha visto a su esposo y presume que probablemente se encuentre en un penal de la Unión o en Acapulco, por lo que pide ayuda a las autoridades para que le informen dónde se encuentra y en qué condiciones, además de que aseguró que no cuenta con dinero suficiente para pagar pasajes de traslado hacia esos centros. 

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