miércoles, 11 de mayo de 2016

COLUMNA

 Cosmos

Héctor Contreras Organista


¿VALE LA PENA SER GOBERNADOR DE UN PUEBLO AGÓNICO Y CENIZO?
 Jamás, en la campaña política que se hizo meses atrás para conseguir la gubernatura del estado de Guerrero, se nos dijo a los habitantes de esta entidad que a partir del 3 de mayo de 2017, si el candidato del Partido Revolucionario Institucional ganaba las elecciones, comenzaría correr el Calendario de Héctor Antonio Astudillo Flores para que esa fecha comenzara a funcionar la promesa que nos hizo en campaña, de poner orden y paz en la entidad.

¿Nos jugó el dedo en la boca a los electores o simplemente fue un “lapsus” que no le permitió decir durante sus extenuantes recorridos por la geografía guerrerense lo que el 3 de mayo de 2016 habría de anunciar en  “Primero Noticias”, de televisa, ante el conductor Carlos Loret de Mola?
“Haiga sido como haiga sido”, el gobernador constitucional del estado de Guerrero, empeñó su palabra ante millones de televidentes, en el sentido de que en un año la paz la regresará al estado de Guerrero. El conductor del noticiero, le insistió: “¿Un año, gobernador?”  “¡Un año!”, respondió de manera contundente y clara don Héctor Antonio Astudillo Flores, aunque días después, en “La entrevista por Adela”, cuando insistió la periodista en la pregunta de si en un año habría paz en Guerrero, el señor gobernador de Guerrero, corrigió: “Y me quedé corto… muy corto”.
¿Quiere esto decir que si “se quedó corto”, pudiéramos suponer que el 3 de mayo de 2017 habría la nada remota posibilidad de que don Héctor Astudillo anunciara “la ampliación del plazo”, para aterrizar, ¡algún día!, con el insistente ofrecimiento que hizo en campaña de “poner orden y paz en Guerrero”…?
Sí, fue enorme la simpatía que le reafirmó el electorado guerrerense para convertirlo en gobernador, habida cuenta que la vez pasada, cuando lo pretendió ser por primera vez, la votación mayoritaria fue para don Zeferino Torreblanca Galindo quien sorprendió a propios y extraños con su triunfo arrollador sobre Astudillo Flores. 
Aunque aquél, llegando a la silla de gobierno se convirtió en un ente muy alejado del pueblo, huraño, escurridizo e indiferente y dicen que don Zefe decía que él nada les había prometido a los guerrerenses, aunque también dicen que hizo “cosas buenas” que no nos constan, ni las “buenas” ni las “malas”, si es que las hubo.
En don Héctor Astudillo, la plataforma político electoral no sólo fue ofrecimiento sino SU BANDERA DE CAMPAÑA: “Habrá orden y paz en Guerrero”, aunque, como se ve ahora, se guardó en decir que la habría a partir del 3 de mayo de 2017, si lo hubiera dicho, nada habría cambiado porque ya los electores estaban preparados para hacerlo gobernador. ¡Y lo es!
La penosa situación de crímenes y violencia que se padece en Guerrero es comidilla del día en periódicos, radio y televisión, en los comederos y mentideros políticos y el nombre de don Héctor Astudillo es la cita para comentar el tema que se exhibió hace unos días en la tele por parte suya en las entrevistas de televisa.
Ojalá que por el bien de los habitantes del estado de Guerrero, por la niñez y la juventud, por las mujeres y por todos, quien manda hoy en la entidad por medio del poder Ejecutivo, logre dar solución no solamente –aunque es lo prioritario- a la paz a la entidad sino que vaya más allá. 
Porque Guerrero, con esta situación de agonía, está reafirmando que es la entidad más jodida, abandonada, sin producción y sin esperanza… y así, ni la pena vale ser gobernador de un pueblo fantasma, agónico y cenizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.