viernes, 6 de mayo de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

CARTLOS LORET DE MOLA Y “LA ENTREVISTA POR ADELA”
La semana que termina, propiamente el pasado martes 3 y la primera hora del viernes 6 de mayo de 2016, la empresa televisa colocó la enorme luz de sus principales faros noticiosos sobre el estado de Guerrero, propiamente enfocando al gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores y el grave problema de la inseguridad en Guerrero, por medio de dos de sus entrevistadores profesionalmente más agresivos, Carlos Loret de Mola y Adela Micha, en horas estelares de su programación.

Uno y otro comunicadores son, como se sabe, no sólo especialistas en el Género periodístico maravilloso que es la Entrevista, sino acuciosos excavadores y exploradores de la información, porque suyo y de suyo es, en cada uno de sus quehaceres en la materia, reafirmar su calidad profesional abonando sustento periodístico de alto nivel, político y comercial a la poderosa empresa en la que se alquilan, colocando a sus invitados en posición de que ellos mismos reafirmen un posicionamiento sustentable ante la opinión pública o, en su caso, se auto aniquilen durante la entrevista siempre provocadora.
La o el periodista pregunta y el entrevistado se ahorca solo. 
Por cierto, y a propósito del tema, el maestro Febronio Díaz Figueroa, siendo alcalde de Acapulco, con frecuencia hacía una observación un tanto dura, fría, agresiva y directa a los nada escrupulosos periodistas que a cada instante lo cuestionaban sobre su administración municipal: “Muchachos –les decía-: más sabe un burro preguntando que un sabio contestando”… y aún así, lo seguían a todos lados con grabadora en mano.
Regresando al tema, la empresa televisa, exhibiendo esta semana (3 y 6 de mayo de 2016) su interés informativo, abordando a fondo el tema, con la obvia pregunta de ¿Qué pasa en Guerrero?, colocó en su escaparate televisivo a Héctor Antonio Astudillo Flores, a quien los entrevistadores “bombardearon” con preguntas en las cuales el invitado pudo haber incurrido en algún desliz y con ello echarse la soga al cuello, cuerda suficiente como para que partidos políticos y sus adversarios echaran campanas a vuelo y a él, de paso, lo echaran de la silla de gobernador. Así de fácil.
Pero, ¿qué pasó? ¿Cómo le fue a Guerrero en estas entrevistas con los “proyectiles teledirigidos” en los foros de la televisora? 
Las múltiples respuestas, para comentar el tema, se abordarán en estas horas en todos lados donde hay guerrerenses interesados en saber hacia dónde conduce Héctor Astudillo la administración gubernamental en la que, dijo, tiene confianza porque la integra un equipo de hombres muy experimentados y en los que confía, “porque no vienen a jugar, conocen y saben de su responsabilidad”. Citó nombres y cargos.
Cuando Adela Micha, esta madrugada le volvió a preguntar lo que Loret de Mola ya había hecho, de si en verdad en un año se tendrían resultados de su administración para traer paz a Guerrero, el gobernador dijo: “me quedé corto, muy corto”. 
Seguramente que su secretario general de gobierno, Florencio Salazar Adame, quien fue embajador de México por algunos años en Colombia, ya le platicó que allá el problema de la violencia lleva más de medio siglo y nadie la ha podido resolver, a pesar de tener lo más adelantado en gendarmería y ejército y en contar con los mejores policías del mundo, y ha sido y es cuasi el mismo grado de violencia, con un tal vez “un poco más” en nuestra entidad que por aquellos lares de Simón Bolívar. 
El escaparate, o en todo caso, usando los términos del lenguaje regional colombiano en el caso de televisa para con el gobernador de Guerrero, fue “vitriniarlo”, exhibirlo ante la millonaria audiencia, para lo obvio, que solo se ahorcara o hiciera buen uso del trampolín televisivo para su proyección política. 
Ahí fue donde Astudillo hizo buen uso de su experiencia y de su colmillo: “No soy un héroe”, dijo, y explicó cómo es su quehacer cotidiano como gobernante, yendo por todo Guerrero, no de anda escondiendo, le preguntó Adela, y Astudllo dijo que este día iba a Campeche y regresaba de inmediato para seguir trabajando aquí, y de paso ponderó la actividad de su esposa a la que proyectó con creces lo mismo que a su gabinete y los apoyos y logros obtenidos en la relación con la federación, el ejército, la armada, la pgr, gobernación y demás, “porque solo, yo no puedo”.
Ni Loret de Mola ni Adela Micha fueron complacientes con Héctor Astudillo, a pesar de la millonada que haya cobrado televisa por las entrevistas al gobernador. 
Y todo esto da pie para observar los siguientes detalles: Ese tipo de comunicación, de parte del gobernador y de los senadores, diputados y alcaldes está haciendo fala con urgencia que se ponga en práctica en el estado de Guerrero, porque aquí, inexplicablemente, no funciona ni radio ni televisión de Guerrero y lo que le falta al gobierno, entre otras cosas es una comunicación permanente con el pueblo. Información no sólo oportuna sino veraz.
Dos: que los “periodistos” chayoteros dejen de alabar y estar quemando incienso a Astudillo y a los funcionarios y sean críticos, analíticos, poderosos con la pluma de prensa para hacer buen uso de ella y servir a Guerrero y no al gobernador. 
Él, como se vio, se defiende solo, y como dijo: necesita el apoyo de sus paisanos. Ese apoyo se le puede brindar criticándolo, haciéndole ver sus yerros y escribiendo lo que los guerrerenses pensamos de él, bajo la premisa que “a los amigos se les hiere con la verdad y no se les adula con la mentira”. 
Ya basta de tanta lambisconería periodiquera. Astudillo, como todos quienes han sido gobernadores, están de paso. Nadie lo puede convertir en rey, y menos en dios.
“Eso”, ni televisa con todo su poder, lo lograría.

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