COLUMNA

Bebidas con semen 

Apolinar Castrejón Marino

Hace poco más de una década surgieron al mercado las bebidas energizantes, y de inmediato ganaron fama de fortalecer y revitalizar, las funciones orgánicas. Muchos jóvenes empezaron a consumirlas, después de una parranda, para contrarrestar los efectos de la “cruda”. 

Su sabor ligeramente rancio no evitó que la gente con trabajos desgastantes la consumieran para contrarrestar los efectos del cansancio, del desvelo y del esfuerzo. 

Los deportistas siempre han consumido bebidas especialmente preparadas para reponer los líquidos del cuerpo, y algunas gentes con conocimientos de nutrición, inclusive se preparan bebidas reconstituyentes.

Una bebida reconstituyente, que se puede preparar caseramente, a muy bajo costo se hace con jugo de limón o de naranja, mezclado con agua y agua mineral embotellada, con hielo y azúcar al gusto. Esta limonada es de un sabor muy agradable, digerible y repone rápidamente los líquidos y algunos minerales consumidos durante el ejercicio. Funciona muy bien en días calurosos, y ejercicios al aire libre.

Pero los jóvenes prefieren las bebidas enlatadas, como una que es famosa por la imagen de un toro en su publicidad y como atractivo en sus latas. Ofrece a sus consumidores una sensación de frescura, alivio fortaleza que les parece muy agradable. 

Según la etiqueta de contenido de estas bebidas, contiene guaraná, ginseng, glucuronolactona y vitaminas del grupo b (Niacina(B3), Acido Pantoténico(B5), B6 y B12). En realidad la cafeína que contiene, basta para dar una gran sensación de poder y fortaleza.  Una presentación de 240 ml. equivale en cafeína a 4 tazas de café u 8 refrescos de Cola de 355 ml.

Pero además contiene CALORIAS en 140 kcal por porción (lata 250 cc.). La mayoría de la aportación calórica proviene del azúcar (al 12%) desde sus formas de sacarosa, glucosa y fructosa. 

Aún más, contiene un componente milagroso que los consumidores ni se imaginan: semen de toro. La llaman taurina, desde que la compañía Longhorne Cattle realizó un estudio del contenido de las bebidas energizantes, y de las entrañas de los toros.

Encontró una sustancia que provenía de los toros y la llamaron Taurus Latin. Por cuestiones de publicidad y mercadotecnia, los científicos australianos Friedrich Tiedemann y Leopoldo Gmelón declararon que la sustancia original se había extraído de las glándulas sexuales de los toros, pero que la habían sintetizado para  antes de agregarla a las bebidas. Esto no cambia el hecho de que provienen del semen y la orina del toro. A usted ¿A qué le sabe?