miércoles, 8 de junio de 2016

ARTICULO

Libertad de Expresión

Juan López
El primer lenguaje, antes de que la voz del ser humano ocupara el primerísimo lugar en la comunicación interpersonal, fue quizá el de las señas. Reír tal vez debió haber sido antes una mueca, para luego convertirse en una amable sonrisa. La humanidad descubrió poco a poco, lo que hoy es conocido y común. Debió encontrar todo en su entorno nuevo. Entre ellas las palabras que eran sonidos guturales únicamente articulados como disparates.

Primate al fin fue extenuante la caminata hasta llegar a estos días en que festejamos la Libertad de Expresión el pasado siete del mes presente con la alegría de que no somos un país musulmán africano que bajo la égida religiosa, impide a los súbditos que practiquen las comunicaciones esenciales del hombre en libertad sin restricciones.
Hubo tiempos muy oscuros en la prehistoria donde hablar sobre asuntos políticos y en desacuerdo a la clase gobernante era suicida. Ahora, cuando las generaciones más jóvenes que se han creado en la era digital y que no sufrieron a paquidermos como Gustavo Díaz Ordaz o José Francisco Ruiz Massieu, quienes clausuraban Diarios por simples antojos o caprichos, están de plácemes por la atención del Alcalde que invita el desayuno y se compromete a respetar la Libertad de Expresión tal y como lo garantiza la Constitución.
Francois-Marie Voltaire fue el más ilustre valorador de la libertad personal: “Estaré en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo”. Francés, enciclopedista, universal hasta la inmortalidad.
Vengo de los periódicos de linotipo, embarrado de tinta caliente, sujeto al crisol que bullía para integrar el abecedario y derretirlo y volverlo a fundir en una escena repetible como la comida o la cena. Clausurada La Opinión -periódico virginal de provincia-, como una cantina donde se comete un delito: por haber llamado deshonesto --con otras palabras-, al Jefe de jefes de la Entidad. Recuerdo a los coleguitas que editaban los demás pasquines, aplaudiendo la rabia del gobernante que se saciaba clausurando La Opinión.
Cómo han pasado los años. Mis nietos me pedirán otro cuento si les platico las andanzas que se padecían en esta tierra cuando sólo existía Telmex, el América, Televisa y el PRI: Éramos entonces una nación sin alternativas políticas, económicas, deportivas ni sociales. Las elecciones se ganaban en la mesa y quienes batallaban contra la ola mayúscula de la aplanadora priista eran verdaderos titanes de la democracia: Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Othón Salazar, Macrina Rabadán y Benita Galeana.
La Dictadura Perfecta -Vargas Llosa-, aplastaba a los arrebatados que se hacían ilusiones con modificar por medio de las armas las estructuras políticas de México. Lucio Cabañas y Genaro Vásquez fueron el ejemplo de cómo podían actuar las fuerzas institucionales cuando se les desafiaba verdaderamente. 
En esas estábamos cuando perdió el PRI la presidencia, se hizo la alternancia, al parecer para siempre. Redes sociales cubren el vacío de los medios de comunicación y las narco mantas hacen el resto.
PD: “La Libertad se conquista y se utiliza”: Jacinto Canek.  

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