martes, 21 de junio de 2016

COLUMNA

Las burradas presidenciales

Apolinar Castrejón Marino
Dicen los maestros, que la reforma educativa, ni es reforma, ni es educativa, y los que se niegan a enfrentarse a la evaluación, reclaman que también Enrique Peña sea evaluado ¿Usted cree que eso sea necesario?
Porque el Presidente de México ha dado demasiadas muestras de que aprendió muy poco en la escuela. Y si se presentara a una evaluación y reprobara, de todos modos seguiría siendo Presidente porque así son las leyes. Mejor recordemos algunos de sus resbalones.
El 3 de abril en el foro nacional “México con Educación de Calidad para Todos” el presidente Enrique Peña confundió la capital de Veracruz, Xalapa, con Boca del Río. Le hicieron una seña, y apresuradamente, trató de enmendar: “Bueno, no es su capital. Del municipio vecino de Boca del Río. Perdón, un saludo para Xalapa, capital del estado de Veracruz”. 

Y volvió a ocurrir el 30 de mayo durante la inauguración de la Expo Canitec 2013, cuando llamó por equivocación, a Tijuana, como estado. Y otra más, en la inauguración del centro industrial Ternium el 20 de septiembre, cuando dijo: “Quiero saludar a los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial de esta entidad. Al señor Comandante de la Región Militar aquí en el estado de Monterrey (¿?) de esta región del norte del país”.
El 17 de enero durante la presentación del proyecto Pachuca Ciudad del Conocimiento y la Cultura, modificó la fecha de fundación del estado de Hidalgo por 100 años, cuando dijo en su discurso: “…desde esta plaza, erigida en memoria del Benemérito Benito Juárez el Benemérito, que fuera, quien en 1969 (¿?) justamente, ayer se cumplieron 144 años de la erección del Estado de Hidalgo”.
El 28 de noviembre del año pasado, confundió “Ojinaga” con “Okinawa” en la presentación del Programa de Apoyo a la Zona Fronteriza. Más tarde, confesó a sus colaboradores, que la culpa la tienen los pueblos por su falta de imaginación y por ponerles nombres parecidos a cosas tan distintas.
Usted recordará la explosión en el edificio de Pemex el jueves 31 de enero a las 15:45 (hora local) debido a la acumulación de gas metano. Al día siguiente (viernes), como jefe de la nación, declaró tres días de luto nacional por la muerte de 33 personas, y con eso creyó cumplida su función presidencial.
El sábado por la tarde, el y su familia arribaron al Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta para pasar el puente vacacional del 5 de febrero en Punta Mita. Muchos medios de comunicación dieron cuenta del hecho que denotaba poca sensibilidad de Peña Nieto, y ante la presión social, tuvo que regresar por la noche a realizar un recorrido por la zona siniestrada.
Los aficionados al deporte de las patadas, son espectadores de piedra y le celebran cualquier cosa al Presidente enrique Peña,  sin advertir errores más burdos: como cuando recibió al Club América por el campeonato del Torneo de Clausura 2013 de la Liga Mexicana de Fútbol,  y los llamó “campiones”.
La solemnidad y las formas a veces se rompen, por causas de fuerza general. El 15 de febrero durante la entrega de la Espada y Sable de Mando al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente Enrique Peña Nieto intentó saludar de mano al General Salvador Cienfuegos de la SEDENA, pero se quedó con la mano en el aire, mientras el general Cienfuegos realizaba el saludo militar.
Alguien del staff del presidente, se descuidó, y le puso una palabra complicada en su discurso con motivo del epidemiólogo, y el aniversario del IMSS el 23 de octubre, durante la ceremonia, al momento del discurso, no pudo decir “epidemiólogos” y solo pudo decir: “una disculpa por este trabalenguas que me he encontrado en el discurso“. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.