viernes, 22 de julio de 2016

COLUMNA

Cosmos 

Héctor Contreras Organista
Homenaje al maestro Ethél Diego Guzmán, director de la desaparecida 
orquesta “Los Chinos de Espinalillo”, en el 84 aniversario de su natalicio
 La famosa orquesta “Los Chino de Espinalillo”, después de más de cien años de haber sido fundada en la región de la costa grande de Guerrero, tuvo que llegar a su fin: 
 ¡Llegó el adiós, para siempre!
Desde años atrás la mayoría de músicos quienes la fundaron, se habían marchado. 
Sus herederos, mantuvieron también por años, el prestigio, la fama y la actividad musical que hizo la delicia de las familias costeñas, aunque no es aventurado afirmar que pasearon su fama por diversos estados de la república y que en la época de oro del danzón, en la ciudad de México alternaron con orquestas de alto rango y gran prestigio y que aquellos músicos reconocieron la valía de Los Chinos.

Ethél Diego, famoso compositor de infinidad de canciones y especialmente de “Mi Regalo” que le grabaron tríos como “Los Pingüinos”, “Los Santos” y “Los Panchos”, entre otros, mantuvo en el sitio de los triunfadores a “Los Chino de Espinalillo” dirigiendo la orquesta.
Cuando en décadas pasadas llegaban a amenizar los bailes al Palacio de Gobierno de Chilpancingo lo mismo que a prestigiados centros sociales de Acapulco y de otras muchas poblaciones guerrerenses, siempre su presencia constituyó todo un acontecimiento.
Se dice que todo principio tiene un fin.
El principio de la orquesta, hace más de un siglo, se debió a que la familia de apellido Chino, radicada en la costa grande de Guerrero (allá por “Los Arenales”, en San Jerónimo El Grande), era descendiente de un oriental. Algunos orientales –como él- que llegaban a Acapulco a bordo de la Nao de Filipinas se dispersaron por las costas guerrerenses y se quedaron a vivir en varios pueblos, y, pues, uno de ellos fue el fundador de la orquesta.
Aquel filipino se estableció en el poblado de El Arenal, en las proximidades de San Jerónimo y tuvo familia con una señora de apellido Solís. A los hijos del matrimonio les decían los chinos, ellos fueron quienes formaron la primera orquesta con violines, guitarra y contrabajo.
Dejaron el Arenal para radicar en el poblado El Papayo y después en Espinalillo donde la orquesta creció debido a que contrataron músicos, pero quienes encabezaban la orquesta eran los hijos de dos de los hermanos chinos: don José y don Carlos y de una hermana de ellos.
Hubo una segunda generación de músicos de la misma familia Solís, Pascual, Nieves, Isidro y Daniel. Llegados los años 30 compraron una batería que hasta entonces era un instrumento que no se usaba en la orquesta y también adquirieron un cornetín que lo usaban en forma eventual debido a que el ejecutante no era de Espinalillo. acudía a tocar de vez en cuando.
Más tarde, algunos jóvenes de El Espinalillo, municipio de Coyuca de Benítez (Benítez fue el apellido de la esposa de Don Juan Álvarez, creador y primer gobernador del estado de Guerrero ) y del resto de los poblados vecinos estudiaron música y pasaron a formar parte de la orquesta con saxofones, trompetas y trombón. 
Don Daniel Diego fue padre de Ethel y dirigía la orquesta. Por motivación y apoyo de los mismos músicos, don Daniel dio oportunidad a su hijo Ethel para que ingresara a la orquesta, primero tocando los bongoes, hasta que poco a poco fue dominando el saxofón y finalmente le dejó la dirección de la orquesta.
Cien años se dice fácil, pero constituye una página de oro para la historia musical del estado de Guerrero, sobre todo con el prestigio y la presencia de una gran orquesta reconocida por directores de las grandes bandas de la época de los años 50 y 60 como Pepe Castillo, Carlos Campos, Luis Arcaraz, Arturo Núñez, José Gamboa Ceballos y muchos prestigiados músicos que alternaron en diversos lugares con Los Chinos de Espinalillo.
El 14 de octubre del año 2 mil, murió el director de la orquesta, don Ethél Diego Guzmán quien nació el 26 de julio de 1932, en El Espinalillo, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero. Desde 35 años atrás, es decir desde 1965 aproximadamente dirigía la prestigiada orquesta.
Cinco años después de su muerte la orquesta comenzó a menguar porque algunos de sus antiguos componentes ya no quisieron adaptarse musicalmente a los tiempos modernos. La edad y los achaques físicos producto de algunas enfermedades se unieron para que la orquesta ya no participara en eventos y dejaron de recibir invitaciones o contrataciones.
Los últimos músicos que se mantuvieron aferrados al mástil del barco como los capitanes de los navíos galeones legendarios fueron Luis Diego (Batería); Filiberto Diego (Tumbas); Carmelo (Sax alto); Juan Abarca que fue quien perduró hasta el final (Sax alto); Hipólito Benítez (Trombón); Anselmo (Barítono); Rigoberto Gómez Arzeta (Bajo); Neftalí Méndez (Piano); Jesús (Tarolas). 
Para atender los últimos compromisos musicales, la orquesta acudía al Sindicato de Músicos de Acapulco quien les enviaba algunos elementos. Unos cuatro o cinco músicos. Su último director fue el maestro Juan Abarca, ejecutante de Sax alto.
Al terminar la vida musical de la orquesta, sus integrantes ya no formaron ningún grupo musical u orquesta alguna con otro nombre, como erróneamente se ha comentado. Una gran pérdida para el arte musical en Guerrero. 
Sus últimos integrantes por sí mismo ya no pudieron o no quisieron permanecer unidos. Muchas generaciones en Guerrero y otras entidades disfrutamos con la inolvidable orquesta Los Chinos de Espinalillo. 
Homenaje y remembranza de honor a su gran director, el admirado y querido maestro don Ethél Diego Guzmán. 
Muchas gracias al maestro don Rigoberto Gómez Arzeta –integrante de la última generación de los Chinos- por sus valiosos datos históricos que en este espacio publicamos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.