viernes, 1 de julio de 2016

PRIMERA PLANA

Invertir con equidad para impedir la
muerte prematura de niños:UNICEF 

 Javier Francisco Reyes.--Invertir con equidad puede evitar pobreza, analfabetismo y muerte prematura de millones de niños y niñas, afirma el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef es un programa de la Organización de las Naciones Unidas con base en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo.

Mediante comunicado de prensa hecho llegar a la redacción de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, indica la UNICEF que de continuar con la tendencia actual, 69 millones de niños y niñas menores de 5 años morirán en 2030 en el mundo
El comunicado enviado desde  Nueva York, Estados Unidos, señala que sí continúan las tendencias actuales, en 2030 (la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible), 69 millones de niños y niñas menores de 5 años morirán debido a causas evitables, 167 millones vivirán en la pobreza y 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas, según un informe publicado hoy por UNICEF.
Añade el comunicado que este destino podría revertirse si el mundo concentrara sus esfuerzos en garantizar la equidad y mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas en circunstancias más desfavorecidas, asegura la agencia de Naciones Unidas.
El Estado Mundial de la Infancia, el informe anual más relevante de UNICEF, describe un panorama desolador sobre el futuro que le espera a los niños y niñas más vulnerables del mundo, si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para responder a sus necesidades.
“Negar a cientos de millones de niños una buena oportunidad en la vida significa algo más que amenazar su futuro: al exacerbar los ciclos intergeneracionales de desventaja, se está poniendo en peligro el futuro de sus sociedades”, dijo el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “Tenemos una opción: invertir ahora en estos niños o permitir que nuestro mundo sea aún más desigual y esté más dividido”.
El informe señala que se han logrado avances considerables en la tarea de salvar las vidas de miles de niños y niñas, y de lograr que vayan a la escuela, así como de sacar a muchos de ellos de las condiciones de pobreza en las que vivían. En todo el mundo, las tasas de mortalidad en menores de cinco años se redujeron a más de la mitad desde 1990; los niños y niñas asisten a la escuela primaria en igualdad de condiciones en 129 países; y el número de personas que viven en extrema pobreza en todo el mundo es casi la mitad de la que vivía en esas condiciones en 1990.
Pero este progreso no ha sido igual en todos los países, ni justo, señala la publicación. Los niños más pobres tienen el doble de probabilidades de morir antes de cumplir cinco años de edad y de sufrir desnutrición crónica que los niños y niñas con mayores recursos.
Aunque la educación es un elemento clave para cerrar las brechas de la desigualdad, el número de niños, niñas y adolescentes que no asisten a la escuela ha aumentado a nivel global desde el 2011, y una proporción significativa de los que acuden a la escuela, no logran aprender. Aproximadamente 124 millones de niños no reciben hoy en día enseñanza primaria o secundaria, y casi 2 de cada 5 alumnos que terminan la escuela primaria, no han aprendido a leer, escribir o hacer cálculos aritméticos simples.
El informe presenta datos que confirman que invertir en la niñez y adolescencia más vulnerable puede generar beneficios inmediatos y a largo plazo. Las transferencias de efectivo, por ejemplo, han demostrado ser de utilidad para ayudar a que los niños y niñas permanezcan en la escuela más tiempo y que avancen a niveles superiores de la enseñanza. En promedio, con cada año adicional de educación que el niño o la niña recibe, aumenta sus ganancias en la edad adulta aproximadamente un 10%. Y por cada año adicional de escolaridad que los y las adolescentes de un país terminan, las tasas de pobreza de ese país descienden en promedio un 9%.
La desigualdad no es inevitable ni insuperable, sostiene el informe. Obtener mejores resultados en la niñez más vulnerable, aplicar soluciones integrales a los desafíos que enfrentan los niños y las niñas, establecer formas innovadoras de abordar problemas, realizar inversiones más equitativas y aumentar la participación de las comunidades, son medidas que pueden ayudar a brindar oportunidades justas para niños, niñas y adolescentes -y para la sociedad en su conjunto- desde el comienzo de la vida.
Situación de la infancia y la adolescencia en México
En México, se han producido grandes avances en materia de reducción de la mortalidad infantil, en el número de niños y niñas que van a la escuela y en la cobertura de vacunación.
Entre 1990 y 2014, la tasa de mortalidad en menores de 5 años se redujo 63%, al pasar de 41 por cada mil nacidos vivos a 15.1. En ese mismo periodo, la tasa de mortalidad infantil de niños menores de un año se redujo de 32.5 a 12.5 por cada mil nacidos vivos, lo que representa una disminución de 61.5%.
México alcanzó la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de lograr la cobertura universal en primaria desde el 2010. En 2015, un 85% de los niños y niñas de entre 3 y 17 años asistieron a la escuela. Entre 2010 y 2015, la asistencia escolar aumentó 4 puntos porcentuales al pasar de 81% a 85%.
Como resultado del Programa de Vacunación Universal del Gobierno Federal, en México la cobertura de vacunación del esquema completo en niños de un año de edad alcanzó 91.8% en 2014. 
A pesar de los logros a nivel nacional las niñas, niños y adolescentes se siguen viendo afectados por cuatro dimensiones principales de desigualdad: el ingreso de los hogares en los que habitan, su origen étnico, su lugar de residencia y el género.
En términos generales, los niños y niñas de familias mexicanas en situación de pobreza, que habitan en zonas rurales y que pertenecen a la población indígena, son los que tienden a enfrentar las mayores desventajas. 
En 2014, 53.9% de la población de 0 a 17 años en México (21.4 millones) se encontraban en situación de pobreza. 9 de cada 10 niños, niñas y adolescentes que hablan una lengua indígena, estaban en pobreza en 2014.
En 2015, el analfabetismo en personas de 15 años o más en México a nivel nacional era de 5.5% y en hablantes de lenguas indígenas fue de 23%; de éstos, el 32% fueron mujeres.
A nivel nacional la prevalencia de baja talla en menores de cinco años en las áreas rurales (20.9%) es casi el doble de la prevalencia en las áreas urbanas (11.1%). Hay una brecha importante en la prevalencia de desnutrición entre la población indígena y no indígena (33.5% y 11.7% respectivamente).
En México, en 2014, 23.75% de las mujeres se casaron por primera vez antes de cumplir los 18 años de edad. Los tres estados de la República Mexicana con mayor porcentaje de matrimonio infantil en México son Chiapas (44.82), Guerrero (42.41) y Oaxaca (39.17), también son los estados con mayor índice de pobreza.
A nivel nacional, 2 de cada 1,000 niñas y adolescentes de 10 a 14 años habían concebido cuando menos un hijo, cifra que ascendía a 4 de cada 1,000 en el caso de Guerrero y Chiapas.
20% de los niños, niñas y adolescentes con menor Índice de Desarrollo Humano debió captar el 38.6% del gasto público, sin embargo, sólo recibió 15.2%. Al mismo tiempo, el 20% con mayores niveles debía recibir el 8.9% del gasto pero obtuvo un 24.2%.

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