jueves, 4 de agosto de 2016

ARTICULO

Guerrero se hunde
 en la narcopolítica

Wendy Alanís
Los narcopolíticos y narcofuncionarios que cobran del erario público y trabajan para el narco, es lo que pulula hoy en nuestro estado de Guerrero.
Se ha dejado que el tiburón de la narcoviolencia devore fatídicamente nuestro estado.
Bernardo Ortega Jiménez de extracción perredista, Cuauhtémoc Salgado Romero de Partido Revolucionario Institucional (PRI), Hossein Nabor Ojeda también de extracción perredista; Saúl Nava Astudillo, ex candidato a la presidencia municipal de Tixtla; Salomón Majul González del PRI en Taxco de Alarcón, José Luis Abarca Velásquez del PRD (Preso); Ignacio de Jesús Valladares también del PRD y el actual gobernador priísta de Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores quien ha sido señalado en narco mantas de recibir recursos económicos y ayudar con armas a grupos delincuenciales de Acapulco.

El reciente asesinato de Ambrosio Soto Duarte en la región de la Tierra Caliente de  Guerrero, es una muestra más de la impunidad con que opera el narco en nuestro estado. 
La libertad que tuvieron para acecharlo y cometer el fatídico desenlace da cuenta total de la grave problemática de inseguridad que se vive en Guerrero provocada por la intromisión de actores políticos y autoridades en la protección a la delincuencia organizada.(Aunque el gobierno de priísta de Héctor Antonio Astudillo Flores se niegue  aceptarlo públicamente).
Javier Olea Peláez, Fiscal General del Estado de Guerrero se escuda tras la falta de presupuesto para no hacer las investigaciones correspondientes ante cualquier asesinato y declara colapsada a la Fiscalía de la cual está viviendo los últimos e inútiles años que le quedan de vida, ¡¡no le creemos, miente!! para no hacer su trabajo y abandonarse al erario público y dejar que el tiburón de la narcoviolencia devore fatídicamente nuestro estado.
 Y no podía faltar el actual alcalde municipal del Puerto más violento del país, Evodio Velásquez Aguirre por el Partido de la Revolución Democrática, que antes que nada ha demostrado su ineptitud para hacer florecer la ciudad más famosa del mundo y rescatarla de la oscura violencia en la que vive a consecuencia de la narco política en la que Guerrero de hunde. Y ante su ineptitud la delincuencia organizada le da las gracias por la libertad que les concede para trabajar y causar terror con endemoniada crueldad.
Narcopolíticos y narcofuncionarios que cobran del erario público y trabajan para el narco, es lo que pulula hoy en nuestro estado sureño que con sus discursos perfumados de democracia, solidaridad y honestidad con una mano dan atole con el dedo al pueblo y con la otra mano tienden su apoyo a la ferocidad con que nos devora la delincuencia organizada.
¡¡Qué regresen lo que se les ha pagado por trabajar para el pueblo porque nada en su beneficio han hecho!!
Nada hay peor que un narcopolítico pues la hipocresía, la doble cara y el cinismo se unen en un solo personaje para dejar en la total indefensión al ciudadano común y honrado. 

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