POLICRÓNICA

 Ineficacia...Ante la falta de resultados, no es otra cosa que la ineficacia del Ejército mexicano, quien ofrecería más y mejor trabajo a favor de la seguridad de los guerrerenses al tomar la operación directa del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4) a casi tres meses de estar encargados, los resultados son nulos.

El lunes 9 de mayo del 2016, prácticamente por asalto grupos de militares tomaron el control del C-4 de las ciudades de Acapulco, Chilpancingo e Iguala de la Independencia, ofrecieron dar de inmediato resultados a la población, porque eran confiables, porque el personal civil, presuntamente estaba coludido con la delincuencia organizada, eso lo dijo una y otra vez el Secretario de Seguridad Pública del gobierno de Guerrero, Pedro Almazán Cervantes en declaraciones a la prensa y en una comparecencia ante los diputados locales. Luego de esas declaraciones, una semana antes del 9 de mayo, el secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, al realizar una reunión de evaluación de seguridad en Acapulco, para él, es el único lugar a la que puede visitar, porque no llega a Chilpancingo u otra ciudad de Guerrero, anunció que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tomaría el mando de los centros de monitoreo ubicados en Acapulco, Chilpancingo e Iguala de la Independencia, tarea de la que se encargarían más de 400 efectivos. Se cumplió al pie de la letra la orden, pues el lunes 9 de mayo por lo menos unos 150 trabajadores del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4), de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), del gobierno de Guerrero, en Chilpancingo, fueron desplazados por elementos del Ejército. Ese día los empleados desinformados, los tomaron por sorpresa, pues poco después de las 8:00 horas de ese lunes unos 50 efectivos militares los desplazaron de su centro de trabajo, en Chilpancingo. Eso generó inconformidad, porque había el compromiso de que les informarían con anticipación cuando se haría el relevo y además también conocerían su situación laboral, ya que el gobierno estatal no les notificó la fecha y esa mañana llegaron los soldados que prácticamente les impidieron en algunos casos sacar sus pertenencias. Los trabajadores se trasladaron a las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública donde fueron atendidos por la directora de Recursos Humanos, Olivia Pineda, quien les informó que en el transcurso de la semana fijarían su nuevo centro de trabajo. Como se sabe, los empleados removidos pertenecen al área laboral del 089, 066 y del monitoreo de cámaras. Hasta el día de hoy 4 de agosto y cuando falta cinco días para que cumplan tres meses, no hay resultados del trabajo de los militares en el C-4, porque se siguen cometiendo delitos, entre ellos “levantones”, asesinatos y no hay detenciones, cuando se supone que ellos tienen el control de las videocámaras para que las autoridades policiacas actúen de inmediato. Por la falta de resultados se llama ineficacia, porque se ofreció mucho, pero no están dando resultados a favor de la seguridad de los guerrerenses. No bajan los índices delictivos, casualmente en Iguala de la Independencia,  Chilpancingo y Acapulco, todo es imparable. Los militares que tienen a cargo el C-4 de estas ciudades, no reportan ninguna información positiva, porque los índices delictivos están a la orden del día. Mientras se tenga la ineficacia del C-4, los cuerpos policiales municipales y estatales, que son los encargados de prevenir el delito y arrestar a los delincuentes del orden común, se continuarán en los niveles delictivos en ascenso. Por ejemplo en Chilpancingo, en lo que va del año, se han registrado al menos unos 140 homicidios y de estos ninguna ha sido esclarecido, mucho menos se han detenido a los autores materiales. Siguen los delitos sin parar esa carrera desenfrenada, porque pareciera que los militares llegaron a controlar los C-4 para ser cómplices de la delincuencia del orden común y organizada. Es verdaderamente cuestionable su presencia en esas dependencias del gobierno del estado, en donde fueron a desplazar a civiles. Tampoco el secretario de Seguridad Pública del estado, Pedro Almazán Cervantes ha informado del trabajo de los militares en el C-4, pese a que son sus colegas. En su reciente comparecencia del martes ante los integrantes de la LXI legislatura local, no lo informó, aunque no se lo hayan preguntado, tal como sucedió hace algunos meses que declaró, tampoco se lo cuestionaron, salió de su ronco pecho de que los trabajadores del C-4, algunos, para no decir todos, estaban sirviendo a la delincuencia, y no al gobierno estatal, que les paga su salario puntualmente. Desde esas declaraciones a la fecha, ya no hablado más del  importante trabajo del C-4, por ello creemos  que Almazán Cervantes también se convierte en cómplice de la ineficacia de la operación de esos centros de control y cómputo. Se creyó falsamente de que los militares al hacerse cargo del C-4, habría de inmediatos resultados a favor de los ciudadanos de Guerrero, o al menos en las tres ciudades en donde hoy en día están los soldados operando ese sistema de seguridad. Lamentablemente estamos a escaso cinco días para que se cumplan los tres meses, y no hay ninguna información de lo que están haciendo o han dejado de hacer los militares. La ineficacia también se observa al momento de que los ciudadanos hacen las llamadas de denuncia o solicitando auxilio al C-4, no hay mayor atención, y es posible, que sea peor el servicio que cuando estaban los civiles. Es necesario una explicación al pueblo de Guerrero de parte del secretario de Seguridad Pública del estado de Guerrero, Pedro Almazán Cervantes y también, porque no, del mismo vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Alvarez Heredia, que diga cuál ha sido el impacto de trabajo de los militares al estar al frente del C-4. Ambos servidores públicos le deben una explicación a los ciudadanos guerrerenses, a fin de saber en primera instancia de la actividad y segundo, que tanto se puede confiar en los soldados como receptores de las denuncias de las personas. Por ahora estamos en ceros, pues no se sabe que está haciendo el C-4 y los militares que los operan, en por lo menos tres ciudades. También es necesario que el gobierno del estado informe cuando le está costando al erario de Guerrero mantener a esos militares al frente de los C-4, porque no creemos que sea “gratis” se presencia, debe haber un gasto de por medio, que podría ser el hospedaje, alimentación y todo el apoyo logístico. Eso se llama gasto, por ende deben ofrecer buenos resultados a los ciudadanos para justificar la erogación del erario. Hasta hoy, no hay nada de esas dos cosas, lo más seguro y que está a  la vista de todos, son los nulos resultados...Esperanzas...Cuando se han cumplido 22 meses de los hechos lamentables, en la que murieron seis personas y la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, renace la esperanza de encontrarlos. Esto, luego de que se puso en marcha el mecanismo de seguimiento a las investigaciones del caso Ayotzinapa, abre las posibilidades de encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos hace casi ya dos años. En esta nueva etapa, se dará seguimiento a las investigaciones llevadas a cabo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), y se vigilará que las autoridades mexicanas cumplan las recomendaciones emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En el marco de la reunión en privado con familiares de desaparecidos de Acapulco, Iguala y Chilapa de Alvarez, los padres de los 43 tienen altas expectativas en las investigaciones por realizarse, ya que echan abajo las teorías de la Procuraduría General de la República sobre el destino que tuvieron los jóvenes. Uno de los principales avances, es que esta vez se podrá entrevistar a los militares que estuvieron presentes la noche de los ataques de Iguala de la Independencia, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, donde murieron tres estudiantes y 43 fueron desaparecidos. Se renueva la esperanza, y los agraviados, sostienen: “Estamos seguros que si (se entrevistarán a militares) porque de acuerdo a los convenios que hicimos en Washington con el Gobierno de México y la Comisión Interamericana se dejó abierto ese campo de investigación y de información para los que conforman el mecanismo de seguimiento”. Insisten los padres de los 43 desaparecidos en ningún momento han creído en las investigaciones realizadas por la PGR, por la falta de resultados, por la “mentira histórica” de Jesús Murillo Karam, ahora ex titular de la PGR y por la tortura ejercida con los detenidos, para falsear la información, así como la siembra de pruebas en el Río San Juan de Cocula. Una de las líneas de investigación que quedaron pendientes, es la que apunta a que un grupo de estudiantes pudieron haber sido llevados hacia Huitzuco y que involucra a los policías de ese municipio, confirmado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y mencionado en el último informe del GIEI. Sin embargo los padres de familia sostienen que “No todos los jóvenes fueron llevados hacia Cocula, fueron divididos en grupos, sino que un grupo fue llevado hacia Huitzuco, por lo que se debe de recorrer la Región Norte y agotar todas las líneas”. Por otra parte continuarán con la búsqueda de los jóvenes, tarea en que los padres no han descansado y la intervención de investigadores internacionales viene a fortalecer  el movimiento. “Si fuese un hecho que los jóvenes estuvieran muertos, el gobierno mexicano no aceptaría la puesta en marcha de un mecanismo sabiendo lo que ocurrió, y esto nos llena de esperanza y mucha mayor seguridad de que los vamos a encontrar”. Tienen razón, en parte, y por otra parte podrían estar sufriendo la perversidad del gobierno federal los mismos padres de familia. Hay que dejarlo en reserva, este ofrecimiento, y creer en la buena fe de los paterfamilias. Se espera que ese ofrecimiento del gobierno federal tenga frutos y al rato, el caso se vaya ir hasta la Corte Interamericana de la los Derechos Humanos. Por ahora se sabe que ya están utilizando la tecnología para la localización de teléfonos celulares, pues hay la seguridad de que varios teléfonos de los jóvenes estuvieron activos horas después de su desaparición. Por ahora se tiene que darle otra oportunidad al gobierno de la república, porque son 43 jóvenes que hasta hoy no se sabe de su paradero. Si ya hubieran presentado los restos, los mismos paterfamilias estarían conformes, porque al menos tendrían un lugar en donde llorarles y llevarles flores. Pero sin saber en dónde quedaron, pues nuevamente se renueva la esperanza de que siguen vivos y se confía de que regresen vivos. El tiempo será el mejor consejero...Emisoras...El gobierno de la república, está ampliando el uso del espectro radiológico, por ello el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) informó que recibió 421 manifestaciones de interés para participar en la licitación de frecuencias de radio AM y FM. Por tal hecho, los interesados presentaron a través del Sistema Electrónico de Registro y Presentación de Ofertas (SERPO), la información básica requerida para acreditarse como Interesados en el proceso y recibieron por parte del Instituto el nombre de usuario, contraseña y folio único para que cada Interesado pueda continuar con el procedimiento. Mediante un comunicado se informó también que los interesados son 189 personas físicas y 232 personas morales. El siguiente proceso consistirá en la recepción de dudas y cuestionamientos sobre las bases de licitación, sus apéndices y anexos, misma que se realizará del 1 al 5 de agosto de este mismo año. Finalmente, las respuestas se publicarán en el portal de internet del instituto el viernes 26 de agosto y los interesados deberán presentar toda la información y documentación correspondiente a través del sistema la cual debe realizarse del 29 de agosto al nueve de septiembre. Las constancias de participación de cada interesado se entregarán entre el 25 y el 27 de enero de 2017 a quienes hayan cumplido con todos los requisitos de participación. Con esta licitación, el IFT indicó que da cumplimiento a la Ley al propiciar el uso eficiente del espectro radioeléctrico, introducir nuevos servicios de radiodifusión y desarrollar la competencia en el sector.