lunes, 26 de septiembre de 2016

POLICRÓNICA

    Dos…No hay castigo, existe impunidad para los culpables intelectuales de la omisión, como lo fue el entonces gobernador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Angel Heladio Aguirre Rivero y su entonces secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, a dos años de la masacre y desaparición de los 43 de los normalistas de Ayotzinapa.



Se cumplen hoy dos largos años en que por ningún lado aparecen los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa en la que tuvo que ver el Estado mexicano y ahora ante la opinión internacional, no ha podido dar una explicación, mucho menos esclarecer los hechos con certeza, en tanto los padres no han dejado de luchar exigiendo su presentación y justicia. La noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, se registraron los hechos violentos sangrientos y en poco tiempo se convirtió en tragedia estatal, nacional e internacional, por ende el gobierno de la república encabezado por Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), comenzó ser cuestionado severamente por los diversos organismos no gubernamentales, principalmente de los extranjeros calificando el hecho de lesa humanidad. Desde aquel trágica noche y madrugada, se han dicho muchas cosas en torno a la desaparición, inicialmente la versión fue que el grupo de estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” estaban en Iguala de la Independencia para tomar autobuses de las empresas camioneras,  para ocuparlos  en transportarse a la ciudad de México para asistir a la conmemoración de la también fecha trágica 2 de octubre. Luego surgió otra versión de que los muchachos iban alterar el orden público, en el informe de labores de la presidenta del DIF- Iguala de la Independencia, María de los Angeles Villa Pineda, en tanto que otro dicho que estaban al servicio del grupo delincuencial “Los Rojos”, que se irían apoderarse de la plaza igualteca, que está en manos de la célula delictiva “Guerreros Unidos” y otra versión que es asunto de narcotráfico, que en uno de los camiones que tomarían estaba cargado de droga para llevarse a los Estados Unidos, teoría, hasta la fecha, sin cinformarse. Se han dado muchas versiones, lo único cierto es que al cumplirse hoy 26 de septiembre del 2016,  dos años de esa tragedia, no hay indicios de que el Estado mexicano pretenda esclarecer los acontecimientos de esa noche y madrugada negra. En nuestra experiencia periodística nos indica que cuando hay manos de por medio del Estado, a través de sus fuerzas represivas, es un caso que nunca se va a resolver, lo único que hace es prolongar los ofrecimientos, apostándole al tiempo y cansancio de quienes demandan justicia y cuando intervienen otros actores ajenos al poder de inmediato se esclarecen los hechos. La mejor prueba está ahí vigente, a dos años de los sucesos, ahora la Procuraduría General de la República a cargo de Arely Gómez González, informa que se encontraron 41 fosas clandestinas en los terrenos de los municipios de Iguala de la Independencia, Huitzuco de los Figueroa y Cocula, en la que se utilizará la tecnología Lidars, que consiste en la utilización de una cámara de alta resolución con rayos infrarrojos que pueden detectar movimientos de tierra, radicación calórica en el subsuelo. Porque hasta ahora el gobierno de la república se pretende ocupar esa tecnología, cuando pudo haberse utilizado desde el principio, el argumento que se hizo en aquellas fechas, es que el gobierno de la república carecía de recursos para comprarlo, eso lo dijo el cuestionado titular de la PGR, José Murillo Karam, quien llegó al extremo de construir disque la “Verdad Histórica”, misma que fue echada abajo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quienes hasta la fecha siguen saliendo a la luz pública de lo que sugirió para dar con el paradero de los 43 normalistas. Ahora las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) informa que mantiene abierta la investigación para conocer lo ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala de la Independencia, Guerrero, en contra de los desaparecidos estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Se puede resumir esa indiferencia del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, de la siguiente manera son ya casi 104 semanas de dolor colectivo. Son 731 días de ausencia, de lágrimas y de búsqueda que los padres y las madres de los normalistas de Ayotzinapa han resistido. Son dos años de resistir la injusticia, la mentira y el olvido. Son dos años de lucha por la justicia, por la verdad y por la memoria, de lágrimas y de búsqueda que los padres y las madres de los normalistas de Ayotzinapa han resistido. Son dos años de resistir la injusticia, la mentira y el olvido. Son dos años de lucha por la justicia, por la verdad y por la memoria. Ahora trasciende que no son 41 sitios, sino 80 en la que supuestamente se hará la investigación con la tecnología Lidars, nada nuevo de parte de las autoridades de la PGR, hasta el día de hoy se siguen otras líneas de investigación, que fueron recomendadas en mayo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Son algunas de las líneas de investigación: Huitzuco: Se investiga la participación de policías de Huitzuco. Las primeras investigaciones involucraban sólo a agentes de las localidades de Iguala y Cocula en alianza con el cártel Guerreros Unidos. Pero el rastreo de llamadas telefónicas indica que agentes de Huitzuco también estaban presentes cuando desaparecieron y se presume que algunos de los estudiantes fueron trasladados hacia esa zona. Teléfonos 1:Las autoridades revisan más de 7,000 registros de llamadas hechas desde mil teléfonos. Varios policías se comunicaron esa noche con alguien identificado como “Caminante”, cuya identidad se desconoce. Autoridades y supuestos partícipes llamaron también esa noche a otras personas que siguen sin identificar. Teléfonos 2: Los celulares de varios de los jóvenes siguieron activos después de la desaparición. Algunos durante días o semanas. Los expertos del GIEI pidieron profundizar las indagatorias a partir de los lugares desde los que se siguieron activando los teléfonos. Videos: Con apoyo del FBI se revisan los videos de las cámaras de vigilancia del algunos edificios públicos de Iguala de la Independencia en busca de nuevos datos sobre el ataque y la persecución que sufrieron. También se rastrean posibles sitios de inhumaciones clandestinas con ayuda de tecnología especial. Búsqueda: Ya se identificaron 40 sitios donde podría haber restos enterrados y las autoridades esperan un acuerdo con los padres de las víctimas para que estén presentes en las búsquedas. Seguimiento: México acordó con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos crear un mecanismo de seguimiento de las investigaciones, con dos asesores técnicos que viajarán al país de manera regular y tendrán acceso a la documentación. Aún no se ha concretado el inicio de su trabajo. Pero nada del paradero vivos o muertos de los 43 estudiantes normalistas. A dos años de los sucesos, en su primer año de gobierno del priista, Héctor Antonio Astudillo Flores para salir por la tangente, una y otra vez ha expresado demagógicamente con el refrito de una frase de izquierda “ni perdón ni olvido”, además plantea: “Creo que es muy importante que no se deje de hacer lo que se tenga que hacer para encontrar la verdadera y exacta realidad de lo que sucedió”. No termina su verborrea del mandatario estatal: “Creo que es muy importante que todas las instituciones, en este caso la Procuraduría General de la República y en lo que pueda colaborar el propio Estado de Guerrero, a través de sus propias instituciones, puedan hacer lo que sea necesario para profundizar y saber qué pasó y en dónde están fundamentalmente”.  Astudillo Flores, todavía llega a manifestar con hipocresía: “Esta es una herida difícil de sanar y mientras no se sepa qué sucedió y en dónde están los 43 jóvenes es muy complicado que se pueda aceptar todo lo que se ha dicho, hay cosas pendientes que se tienen que hacer, sea lo que sea”. Luego se olvida del dolor que están pasando las y los padres de los jóvenes, invitando para estos dos años de protestas a evitar vandalismo y violencia en sus movilizaciones. Es una petición insensible de Astudillo Flores, como si no supiera el dolor cuando se pierde a un ser querido, y lo peor, es que no se sepa si están vivos o muertos, como sucede con los 43 normalistas. En toda esta maraña, las autoridades de la PGR, hablan de haber encarcelado a más de 100 personas supuestamente materiales de los hechos, y hasta el presidente municipal de Iguala de la Independencia,  José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Angeles Villa Pineda. Pero quienes deberían estar tras las rejas, no lo están, entre ellos el entonces gobernador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Angel Heladio Aguirre Rivero y su secretario general de gobierno, Jesús Martínez Garnelo, ambos gozan de cabal libertad, e impunidad, sin que hayan sido llamados por alguna autoridad. Tienen toda la responsabilidad porque ellos manejaron a control remoto la crisis de esa noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre. Hasta este día Peña Nieto tampoco ha sido enjuiciado por algún organismo internacional, nada más han sido recomendaciones, que ha ignorado hasta el cansancio. Entonces hay ausencia de justicia en el caso de Ayotzinapa-Iguala de la Independencia, en donde también fallecieron seis personas, en la que los familiares sigue demandando justicia. Hay impunidad y más impunidad…TriunfoTrump…Mientras que las encuestas en Estados Unidos dan, una tras otra, la victoria a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de noviembre. El candidato republicano, Donald Trump, sufre la publicidad en contra de la mayoría de los grandes medios de comunicación del país. Todo juega en su contra. Y, sin embargo, un experto augura su victoria con el mismo método con el que lleva adivinando el ganador desde 1984.Allan Lichtman, profesor de la American University en Washington D.C., ha creado un sistema con el que asegura que ha vaticinado quién vencería en las presidenciales desde la reelección de Ronald Reagan. Un método que publicó en el libro The thirteen keys to the Presidency (1990).Trece claves que ahora auguran que Donald Trump llegará a la Casa Blanca.Si de las 13 cuestiones de sí o no, seis se responden negativamente, gana el candidato de la oposición. Estos son los parámetros que maneja el historiador político: 1) Tras las últimas elecciones de mitad de legislatura, el partido en el Gobierno obtiene mejor resultado en la Cámara de Representantes que en las anteriores. 2) No hay competición seria sobre la nominación del candidato del partido en el Gobierno. 3) El candidato del partido en el Gobierno es el actual presidente.4) No hay campaña significativa de ningún tercer partido que pudiera restar protagonismo sustancial a los dos partidos mayoritarios. 5) La economía no está en recesión durante la campaña. 6) El crecimiento real per capita durante el mandato es igual o mayor al crecimiento medio durante los dos mandatos anteriores. 7) La administración en el Gobierno ha hecho cambios notables en la política nacional. 8) No hay revueltas mantenidas a lo largo del mandato. 9) La administración en el Gobierno no está involucrada en ningún gran escándalo. 10) La administración en el Gobierno no sufre grandes derrotas en política exterior. 11) La administración en el Gobierno logra algún éxito notable en asuntos exteriores. 12) El candidato del partido en el Gobierno es un líder carismático o un héroe nacional. 13) El candidato del partido opositor no es un líder carismático o un héroe nacional.En una artículo publicado por el Washington Post, Lichtman considera que los puntos 1, 3, 7, 11 y 12 perjudican a los demócratas: mal resultado en las elecciones de 2014, el candidato no es Obama, no ha habido grandes cambios de política ni grandes éxitos en política exterior y la candidata no es especialmente carismática. El factor Johson. El punto en el que Lichtman duda en mayor medida es el número 2, puesto que el papel del candidato del Partido Libertario, Gary Johnson, resulta incierto. Las previsiones de la web FiveThirtyEight le conceden casi un 8 por ciento del voto popular que, aunque no tiene relevancia en votos electorales, puede decantar la elección hacia un lado u otro en función de a qué partido “robe” más votantes. El historiador cree que el votante joven, especialmente el que se decantaba por Sanders en las primarias demócratas, puede ver a Clinton como un miembro del stablishment y decantarse por el libertario, permitiendo sin quererlo más votos electorales para Trump. Con una situación similar gracias al candidato del tercer partido, Nixon alcanzó la Presidencia en 1968. Posibles errores. Este método puede tener algunas fallas. Lichtman afirma que ha adivinado al ganador desde 1984. Pero, desde entonces, la única elección reñida por la Casa Blanca fue la del año 2000, en la que ganó George W. Bush por una diferencia tan mínima que se tuvo que decidir en la Corte Suprema. Por otra parte, algunas de las variables pueden interpretarse. Por ejemplo, el hecho de que Trump sea un personaje carismático. Sus programas televisivos a lo largo de los últimos años y su imperio multimillonario quizá no le aporte carisma, pero sí un gran nivel de conocimiento entre el gran público. Posiblemente más que el que tuvieron algunos de sus antecesores, como Bob Dole en 1996. La misma subjetividad tienen conceptos como el “éxito” de determinadas políticas nacionales o exteriores. Pese a todo, es cierto que tampoco las encuestas aciertan siempre, especialmente en situaciones tan especiales como la de estas elecciones entre dos candidatos ampliamente denostados por buena parte del electorado. Habrá que esperar al 8 de noviembre para poder ver si el profesor Lichtman vuelve a acertar o es hora de revisar su método

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.