jueves, 13 de octubre de 2016

POLICRÓNICA

 Comienzo…A toda costa el gobierno Astudillista busca mediáticamente hacer creer a la opinión pública que el asesinato de dos normalistas de Ayotzinapa, fue por resistirse a un asalto, pero lamentablemente al minimizarse comienza a repetirse misma la historia del 2011 con dos y cerró el 2014 con  el crimen de seis y 43 desaparecidos.



No pretendemos ser aves de malagüero, pero el gobierno del defenestrado mandatario por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Angel Heladio Aguirre Rivero, así comenzó minimizando el crimen de dos jóvenes estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa hechos ocurridos en la Autopista del Sol al sur de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, y paulatinamente fue creciendo la inconformidad social. Por la falta de claridad en el esclarecimiento del par de asesinatos de normalistas, fueron destituidos al menos dos secretarios de Gobierno y Seguridad Pública, Humberto Salgado Gómez y Ramón Almonte Borja, igualmente con el entonces Procurador Justicia del estado, ahora Fiscalía, Alberto López Rosas. La destitución de los tres colaboradores aguirristas, no fue por voluntad del entonces mandatario Aguirre Rivero, sino lo obligó la presión que fue creciendo paulatinamente, pues tuvieron que pasar varios meses, todo porque no actuaron de inmediato para esclarecer el par de asesinatos, en la que intervinieron agentes policiacos federales y ministeriales, y hasta la fecha podemos afirmar que sigue impune en todos los sentidos. Tal vez  podrían cuestionarnos de que el escenario es distinto, pero podemos escribir, que parte  de todo esto hay coincidencia, el pasado 4 de octubre, por la tarde en la carretera federal Chilpancingo-Tixtla, en la urvan número económico 40 del servicio público, supuestamente se registró un asalto en la que los ocupantes fueron despojados de sus pertenencias, y después balaceados, en el lugar fueron privados de la vida dos normalistas y un profesor del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), vecino de Acatempa quien llevaba cinco años trabajando y resultaron lesionados otros adultos, incluido también un niño, al parecer éste último habría fallecido días después, información sin confirmarse, pues el gobierno la está escondiendo. La coincidencia también es que se trata de dos estudiantes de la rural “Raúl Isidro Burgos”, como en diciembre del 2011 con Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino. El actual gobierno estatal que preside ahora Héctor Antonio Astudillo Flores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en apariencia tiene la intención de esclarecer totalmente los hechos, inclusive se habla de la captura de cinco presuntos implicados, que hoy jueves, por la mañana en la Ciudad Judicial el juez de la causa, en juicio oral vinculó a proceso a cuatro de cinco, y en cuatro meses más se habrá de demostrar si son culpables o inocentes, además de que se harán otras investigaciones. También se comienza hablar de que podrían ser “chivos expiatorios”, para justificar la “eficiencia” de la Fiscalía General del estado. Hasta el día de hoy, hay muchas versiones sobre lo que sucedió, inclusive existen testigos presenciales que declaran a los medios de como más o menos ocurrieron los sangrientos sucesos de la tarde del 4 de octubre, pues la autoridad inicialmente ofreció una versión de los hechos totalmente apartada de la realidad. El Fiscal General del estado, Xavier Ignacio Olea Peláez no ha precisado lo ocurrido, hasta el día de hoy el móvil es el asalto y que el asesinato de tres personas, entre ellas dos normalistas de Ayotzinapa, es porque estos habrían puesto resistencia y los delincuentes les dispararon sus armas, pero hay otra versión de los testigos es que los asesinos materiales se fueron directamente contra los futuros maestros rurales y les dispararon a quemarropa en la cabeza. En nueve días, los resultados de la investigación no han sido certera y convincente, eso comienza a generar desconfianza paulatinamente, por ello escribimos que está comenzando la “fiesta” para el gobierno del priista Héctor Antonio Astudillo Flores, porque mediáticamente trata de convencer a la opinión pública que no es otra cosa que el asalto, pero no le está resultando su teatro, porque ya está creciendo la inconformidad social y va seguir adelante.  El control de daños no está siendo atendida con eficiencia por el gobierno Astudillista, por ello es necesario establecer una estrategia más eficaz, en la que no haya contradicciones en las teorías de los hechos sangrientos. No estamos porque le vaya mal al gobierno estatal, sino que tiene que ser más eficiente para resolver los problemas que se le presenten por muy complicados que estos sean, pero deben hablar con la verdad y con firmeza. Cuando sostenemos que está comenzando el primer caso de impacto social y le está pegando al gobierno estatal que preside el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, pues la primera protesta con daños colaterales. El primer síntoma quedó demostrado desde ayer miércoles en la Costa Chica con una protesta en la carrera federal. Habría que señalar que durante unas 10 horas, habitantes de los pueblos de Los Saucitos, Tecoanapa y de Apantla, Ayutla de los Libres, bloquearon la carretera federal que conecta la zona Centro con la Costa Chica para apoyar a las familias de los dos normalistas asesinados en un presunto “asalto” a una unidad del transporte público Chilpancingo-Tixtla, versión oficial con la que no están de acuerdo. Además de estudiar en Ayotzinapa, los dos normalistas coincidían en sus orígenes; ambos de la Costa Chica de Guerrero. Jonathan Morales Hernández, de Los Saucitos, Tecoanapa, y Filemón Tacuba Castro, de Apantla, Ayutla de los Libres. Desde las 8 de la mañana, a la altura del pueblo Los Saucitos, sobre la carretera federal, casi enfrente de la casa de Jonathan Morales Hernández, comenzó a reunirse la gente. Lo mismo llegaron los vecinos, que los maestros y estudiantes del jardín de niños, la primaria, secundaria y la preparatoria 15 de Tecoanapa. También la familia, parientes y amigos de Filemón Tacuba Castro. Según los cálculos de los colaboradores del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, en la carretera se reunieron unas mil personas, impidiendo el paso por cuatro puntos concretos: que la Fiscalía General del Estado (FGE) abra más líneas de investigación: las familias no están de acuerdo de que el caso se cierre a un asalto; que el Poder Judicial aplique el estado de derecho a los implicados; que ya no se criminalicen a Ayotzinapa, y las facilidades parar que sus abogados tengan acceso a las audiencias del proceso. El bloqueo se planeó, según familiares, para todo el día, pero decidieron terminarlo alrededor de las 17 horas, porque las familias de los normalistas asesinados pretenden trasladarse muy temprano a Chilpancingo, para asistir a la audiencia con los cinco procesados por el asalto. El asalto en que asesinaron a los dos estudiantes de cuarto grado de Ayotzinapa y otras dos personas, ocurrió la tarde del 4 de agosto pasado sobre el antiguo libramiento a Tixtla. La versión del gobierno del estado es que se trató de un asalto, pero la principal duda de los abogados de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” es cuánto es que pudieron sacar de ese episodio los delincuentes. Por ello, insistimos que apenas comienza el viacrucis para el gobierno estatal Astudillista, que está actuando lentamente ante una crisis que se avizora. Lo de ayer es apenas el comienzo de una serie de protestas, ahí fue como inició con los dos normalistas asesinados en la Autopista del Sol al sur de Chilpancingo, el 12 de diciembre del 2011. Durante tres años estuvieron protestando los normalistas y los padres de familia de los dos normalistas inmolados. Luego llegó la tarde-noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre del 2014, en Iguala de la Independencia, fueron masacradas seis personas, entre ellos tres normalistas, un jovencito jugador de futbol, chofer del autobús del equipo de tercera división “Los Avispones” y una maestra más. Además en esas horas entre la noche y la madrugada fueron desaparecidos 43 normalistas y a la distancia de más de dos años, no se sabe a ciencia cierta de su paradero. Tanto que el gobierno federal en complicidad con el estatal que en ese entonces presidía el perredista, Angel Heladio Aguirre Rivero, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, construyó una supuesta “verdad histórica”, que hoy en día se ha echado por tierra. Lo mismo sucede ahora con Xavier Ignacio Olea Peláez, fiscal General del estado quien está haciendo la trama para insistir en el delito de asalto, pero lamentablemente están saliendo versiones extrajudiciales de que lo informado por la Fiscalía General del estado, es totalmente falso. Por algo se comienza, por ello reiteramos que no es fácil convencer a los padres, familiares, amigos y defensores de los dos jóvenes normalistas asesinados en estos nueve días de los sucesos condenables. Este mismo jueves se da la versión del abogado defensor  Vidulfo Rosales Sierra que durante el juicio que se inició hoy se conocerán posibles autores intelectuales y entonces las cosas se le complicarán al gobierno Astudillista…Daños…La obras de remodelación de la avenida “Miguel Alemán” del centro de Chilpancingo, está causando verdaderos daños, tanto a los vecinos de la arteria, comercios, actividad de un hospital y para los transeúntes,porque gracias al tortuguismo del gobierno que  preside Marco Antonio Leyva Mena, por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ahí están los problemas sociales. E primer lugar los vecinos de la avenida, denunciaron a este espacio, que definitivamente el alcalde priista, no sabe planear los trabajos de la escasa obra pública que se realiza en la capital del estado de Guerrero, ahora tienen problemas hasta de comunicación y de su propio patrimonio. Los comerciantes que se ubican en la avenida, están prácticamente quebrando económicamente, por falta de ventas, pues nadie pasa por los grandes montones de tierra que están extrayendo. Los comerciantes que  se ubica en la misma avenida “Miguel Alemán”, prácticamente han perdido ventas y clientes, esto sin sumarle a la delincuencia creyendo falsamente que tienen dinero y les exigen pago de cuota. En más de dos meses que llevan los trabajos de remodelación, las ventas se han desplomado, por ello es necesario que regrese a ver a esos comerciantes el propio mandatario Astudillo Flores, a fin de que se les permita restablecer nuevamente sus comercios con la liberación de algunos recursos económicos a fondo perdido. Otro sector que está siendo afectado, son los pacientes y familiares que están obligados a arribar  al hospital del IMSS en medio de los montones de tierra, inclusive se exponen. La mini obra, habrá de seguir causando estragos al vecindario, pues no se sabe cuánto se invierte, quienes hacen los trabajos y  para cuando están concluidos. Hay una total desinformación por parte del gobierno local que encabeza el priista Marco Antonio Leyva Mena, quien debería ordenar que las labores sean las 24 horas, para que en menos tiempo se ejecuten los trabajos. Extraoficialmente conoció el equipo de investigaciones especiales de esta columna, de que existe la “mejor” intención de terminar los trabajos hasta enero del 2017, cosa que no creemos, porque sería como una actitud irresponsable del edil Leyva Mena, y se olvide que la avenida “Miguel Alemán” es la más transitaba de la capital del estado de Guerrero, Chilpancingo. Son muchos problemas que no ha podido resolver el edil Leyva Mena, quien definitivamente le quedó grande el cargo que le dieron los ciudadanos el 7 de junio del 2015.

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