martes, 15 de noviembre de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista
 

 HACE DIEZ AÑOS MURIO LA SEÑORAMARÍA CRISTINA PEYRON
Y CONCLUYÓ LA ACTIVIDAD RADIOFÓNICA DE LA ÉPOCA DE ORO

  DOÑA MARÍA CRISTINA OLAGUIBEL ALEMAN DE PEYRON falleció la madrugada del 18 de noviembre de 2006 en la ciudad de Tixtla. Ella fue, desde 1961, concesionaria de la estación de radio XEPI “La Voz de Guerrero desde Tixtla”, emisora que se inauguró y comenzó a funcionar oficialmente el 12 de diciembre de ese año, bajo la conducción de su esposo, don Andrés Peyrón.

SE COMENTABA entre los locutores de la radio que los esposos Peyrón-Olaguibel llegaron a la histórica ciudad de Tixtla a instalar la radiodifusora debido a que don Andrés tenía graves problemas de salud y su médico le sugrió –por el clima- dos lugares para irse a vivir: Una población europea o Tixtla. Debido a las relaciones familiares y de amistad que ellos tenían en la ciudad de México consiguieron la concesión de radio y optaron por establecerla en Tixtla.
DOÑA CRISTINA tenía magníficas relaciones en el DF, pertenecía al círculo de la “alta sociedad”, en tanto que don Andrés fue un hombre muy apreciado en los círculos artísticos y aristócratas debido a que una de sus muchas facetas como hombre de gran iniciativa era dar mantenimiento a los órganos, particularmente al monumental de la catedral metropolitana y a los que usaban muchos artistas en sus actuaciones.
 UNO DE ELLOS FUE EL MAESTRO DE HILL OLVERA, aquél célebre músico invidente que “hacía hablar el órgano” y que estuvo de moda en los años 50 y 60 del siglo pasado. Por ello alguna vez una famosa marca japonesa hacedora de órganos melódicos envió a los organistas más famosos de México a dar una audición en la Cámara de Diputados de Chilpancingo, con motivo de un aniversario de la XEPI.
 DON ANDRES PEYRON se encargó de hacer el equipo de transmisión de la radio tixtleca. Cuando salió al aire fue con las voces de Jesús Cuevas, Rolando Trujillo y don Andrés Peyrón. A partir de ahí comenzaron a llegar muchos jóvenes de la localidad en busca de una oportunidad para ser locutores, destacando Lucio Hernández Muñiz, que llegó a ser locutor de “Radio Variedades”, del DF, Anatolio Potzin Ramírez y Valente Nava Nava.
 CUANDO LOS PEYRON llegaron a Tixtla tuvieron el respaldo de don Malaquías Cienfuegos quien, trascendió, les regaló el terreno para la emisora, un espacio tranquilo que contrastaba con el carácter de doña Cristina a quien por su aspecto físico siempre se le veía como si estuviera malhumorada y era, en cierta forma, temida por sus empleados. Se dice que los regañaba con frecuencia por “quítame estas pajas”.
 DOÑA CRISTINA fue el alma de la XEPI. Mientras se trasladaba a Chilpancingo a vender y cobrar publicidad, don Andrés administraba la programación o la carta de “continuidad”, facturaba, elaboraba y leía “al aire” noticieros que confeccionaba con información enviada por incipientes reporteros y daba mantenimiento al equipo de transmisión, amén de atender al público en las oficinas de la emisora.
 XEPI logró una audiencia espectacular. Su señal era captada en gran parte de la montaña, pueblos y rancherías que conforman la comunidad rural desde los valles de Tepecoacuilco hasta la serranía de Quechultenango, parte de los municipios de Tierra Colorada y San Marcos, y no se diga Chilpancingo. Por medio de cartas que recibía en su apartado postal se comprobaba la efectividad de “La Consentida de Guerrero”.
 COMERCIANTES IMPORTANTES de la capital del estado confiaron su publicidad a la XEPI, con magníficos resultados. Entre ellos Doña Rosita Lama, don Elías Naime, Carmelita de Laud, Taller de los hermanos Nava, Casa Osorio, etcétera. Las voces de los locutores y su alegría contribuyeron para definir la personalidad a la emisora, además de su muy bien trabajada discoteca con personal que se preocupó por complacer en todo el auditorio.
 HACE AÑOS MURIO DON ANDRES PEYRON. Su ausencia doblegó a doña Cristina porque con él se fue gran parte de su fuerza. “La P I” no volvió a ser la misma, porque la radio la manejaron con el alma, haciendo las cosas sencillas pero muy agradables. Por sus micrófonos pasaron muchas voces, incluso la del gran Jorge Zúñiga, nacido en Tixtla y locutor de Televisa: “La Rubia que todos quieren”, pero quien le dejó su sello y su personalidad fue el gran Chucho Cuevas. Jorge Soria Murillo igual, fue de los grandes de la XEPI.
 CON LA PARTIDA de doña Cristina Olaguibel Alemán de Peyrón, concesionaria de XEPI, “La Voz de Guerrero desde Tixtla”, se cerró hace diez años toda una época del radio en el estado de Guerrero. Es cierto que hoy los sistemas de comunicación son admirables por su increíble avance tecnológico, pero será siempre imposible que todo lo moderno pueda suplir la actividad de una estación de radio modesta que se manejó con el corazón. Y su servidor tuvo la oportunidad de también ser locutor fundador de esa radio, ya desparecida y “comida” por las devoradoras y muy comercializadas cadenas de radio que acabaron con la calidad radiofónica en todo el país.

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