martes, 13 de diciembre de 2016

PRIMERA PLANA



“Dulce” dejó la escuela...para comer tres veces al día y está dentro de los más de 42 mil niños que trabajan en Guerrero.


Dejó la escuela “Dulce...
para comer 3 veces al día

Reportero: Joaquín Castro/API/Fotografía: Alaide Martínez/API.--A “Dulce” le dijo su papá que es más importante comer que estudiar, y para las dos cosas no hay suficiente dinero. El hombre tiene un saxofón que hace sonar en las calles de Chilpancingo, mientras la pequeña de 8 años de edad, pide cooperación.
En el Estado de Guerrero hay 138 mil 837 menores (de 5 a 17 años) que trabajan. De estos, 42 mil 279 son niños dentro del rango de 5 a 13 años y están impedidos para trabajar, de acuerdo a la Ley.

Estas son cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que indican que en el país hay 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes que realizan alguna actividad económica, de los cuales 165 mil se encuentran en Chiapas, en Guerrero 138 mil y, en Oaxaca 124 mil.
“SÓLO COMÍAMOS UNA VEZ”
En la capital de Guerrero se puede observar decenas de niños realizando actividades económicas. En centrales de abastos, el zócalo, la alameda central o en esquinas con semáforos, decenas de niños venden fruta, dulces, limpian parabrisas, cantan, tocan algún instrumento, ayudan a cargar bolsas de mandado o simplemente piden limosna.
Entre esta infinidad de casos está el de una pequeña de 8 años; “Dulce”. Es la mayor de tres hermanos, originarios de la Montaña.
Viven en un pequeño cuarto hecho a base de madera, láminas galvanizadas y pedazos de cartón. No tienen baño y hay una sola cama duermen los cinco integrantes de la familia.
Dulce acompaña diariamente a su padre a trabajar. Pide cooperación a los automovilistas en diferentes avenidas de la ciudad, donde cada vez que aparece el color rojo en los semáforos, su papá toca algunas melodías con su saxofón.
“Cuando el semáforo está en rojo, mi papá toca canciones con su saxofón, y yo me dedico a pedirle cooperación a los carros que pasan por la calle. A veces hay quienes no nos dan nada de dinero, pero hay señores que si nos dan hasta diez pesos. Es lo que hacemos para poder llevar dinero a nuestra casa”; relató la menor.
Recordó que desde muy pequeña acompaña a su padre en esta actividad, pero ella y sus hermanos han tenido que sacrificar sus estudios por tener algo de comer.
“Yo sí estudiaba, iba en la primaria pero solo terminé el primer año y ahora ya no estudio porque estoy todo el día trabajando con mi papá, mis otros dos hermanos van con mi mamá a vender dulces en otros lugares”, lamentó.
Ella tiene una visión bastante clara de la vida. Sabe que tiene que trabajar aunque a la vez, anhela seguir estudiando.
“Me gustaría mucho regresar a la escuela, me gustaría volver a jugar con mis amigos pero ya no podemos porque primero tenemos que trabajar. Antes, cuando íbamos a la escuela yo y mis hermanos, comíamos una sola vez. Pero ahora que todos trabajamos hay días en que sí comemos tres veces”; relató.
“Mis papás me dijeron que si quería estudiar, tenía que ayudarlos a ganar dinero porque no ganaban lo suficiente, por eso yo ayudo a mi papá pidiendo dinero a los señores choferes”, agregó.
Y remató: “Es como dice mi papá; preferimos comer en lugar de ir a la escuela”.
SECRETARÍA DEL TRABAJO, SIN CIFRAS
Sobre la grave situación de trabajo infantil en el Estado de Guerrero, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Oscar Rangel Miravete dijo desconocer cifras precisas y, se limitó a explicar que para muchas familias, el trabajo infantil contribuye a la formación de los menores.
Aunque reconoció que esta actividad no deja de ser ilegal, afirmó que muchas familias relacionan este problema con una cuestión cultural, con un trasfondo de pobreza.
Esto respalda y en muchas ocasiones obliga a la niñez, introducirse en el ámbito laboral. Esto sin descartar que hay situaciones en la que los menores son víctimas de trata.
Rangel Miravete precisó que “en este momento no cuenta con estadísticas de menores que hayan sido secuestrados y llevados a hacer trabajos ilícitos”, pero replicó las cifras de INEGI al mencionar que hay por lo menos 138 mil niños trabajando sin regulación alguna, lo que violenta sus derechos humanos.
El Secretario del Trabajo detalló que, para coadyuvar a combatir la explotación infantil el Gobierno Estatal instaló la “Comisión para Erradicar el Trabajo Infantil”.
Con esta se busca crear herramientas que ayuden a erradicar el problema, “y por ello se instalarán comisiones en los 81 municipios del Estado para saber qué hacen los niños”.
“Como autoridades tenemos la obligación de verificar que en toda la entidad no se esté forzando a la niñez a realizar actividades laborales antes de los 15 años, por lo cual estamos trabajando para que se instalen módulos de atención, información y previsión en los 81 municipios de Guerrero”, dijo.
Precisó que el trabajo adolescente (de 14 a 17 años) está permitido, siempre que se cumpla con cuatro requisitos básicos: el consentimiento por escrito de los padres; que los adolescentes comprueben que están estudiando; que la jornada de trabajo sea mínima y, que la labor que realicen no ponga en riesgo su salud, integridad física, emocional, ni social.
Abundó que, a pesar de que no cuenta con una cifra exacta de los niños que se encuentra realizando alguna actividad laboral, la mayoría de estos realizan trabajos en el campo, aunque también hay casos en las principales ciudades del Estado.
“Tenemos un consenso que nos ha arrojado que el mayor número de niños laboran en el campo, por esto tenemos que sensibilizar a la gente del campo, de los pueblos originarios, que sepa que es un delito que el niño trabaje en lugar de estudiar”, expuso.
En cuanto a la trata infantil, Rangel Miravete dijo nuevamente que “no puede falsear información” y decir que tiene registrados casos de trata en el Estado, porque hasta la fecha no tiene información sobre algún caso en particular que haya sucedido en los últimos meses. Esto, aunque para la ciudadanía en general es común emcontrarse niños trabajando en las calles.
El funcionario se limitó a decir que no descarta que haya niños secuestrados para realizar alguna actividad laboral.
Luego afirmó que como herramienta para “comenzar a combatir” la explotación y maltrato infantil, en el mes de enero próximo entrará en vigor el número de emergencias “911”. (API).

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