jueves, 23 de marzo de 2017

PRIMERA PLANA



¿Quién es el escultor de la
Diana Andrógina  de Acapulco?


Miguel Angel Mata Mata.ACAPULCO, GRO.--La alteración de monumentos históricos de Acapulco ya la ha valido una reprimenda del Congreso Local al presidente municipal de Acapulco, el perredista Evodio Velázquez Aguirre. La remoción de otras esculturas lo ha llevado al cadalso de la opinión pública. Ahora está en puerta un reclamo por parte de escultores del puerto quienes se hacen dos preguntas: ¿quién es el escultor de la Diana Andrógina y la escultura a la tragedia de La garita de la Muerte? ¿Por qué no se convocó a la comunidad cultural a presentar proyectos antes de imponer adefesios que ofenden a los acapulqueños?

Un grupo de escultores del puerto se han reunido con Síntesis de Guerrero. Visiblemente molestos sostienen que el ayuntamiento de Acapulco, y en especial el presidente municipal, imponen a capricho remodelaciones y alteran el entorno urbano de la ciudad sin socializar sus proyectos, al menos, o hacer consultas  con las comunidades de artistas y arquitectos, para el caso de las modificaciones en plazas públicas y calles de la ciudad. Dejan ver un tráfico de dinero y de simulaciones para pagar a precio de escultor a maquiladores.
Según notas publicadas en medios adictos al gobierno perredista de Acapulco se ha dicho que el autor de las esculturas de La Diana Andrógina y el dedicado a la tragedia en La Garita de la Muerte es un individuo llamado Marco Rubio.  Este señor es conocido entre los escultores de Acapulco pero no como uno de ellos, sino como un maquilador, es decir, tiene un taller al que todos ellos llevan sus moldes y allí hacen el vaciado ya sea en bronce ya sea en hierro o cualquier otro metal. La dirección del centro de trabajo de éste se ubica en la colonia Jardín Mangos, en la parte alta a un costado de la terminal de camiones.
Para el caso de La Diana Andrógina los artistas exigen que la bajen de su pedestal para poder ver la firma del autor pues “es todo un misterio quien esculpió tan feo monumento”, han dicho y sostienen que Rubio no puede ser el autor sencillamente “porque el es maquilador, no es escultor”.
— “No estamos en contra de modificaciones al entorno urbano de la ciudad ni a las restauraciones de los monumentos. La restauración debe hacerse regularmente. Pero de ahí a cambiar los originales por adefesios impuestos a capricho del alcalde y la complacencia de un cabildo comprado por el primer edil, eso es otra cosa”, sostienen.
En el caso del monumento llamado “La Paz”, y colocado en el cruce de Cuauhtémoc y Farallón del Obispo, en la zona conocida como La Garita, y en donde en enero del 2006 se enfrentaron sicarios con un saldo de varios muertos, decenas de heridos, dantescas escenas de vehículos quemados y al siguiente día aparecieron cabezas cercenadas y cuya fecha y lugar marca el inicio del terror que no para en Acapulco desde que gobiernan los perredistas, el caso es similar.
— “¿Se puede ser más ofensivo con los acapulqueños?”, preguntan. “Tal parece que nos ponen el dedo en una llaga difícil de cerrar y en la que los gobiernos del PRD tienen mucho que ver”, agregan.
En aquel tiempo (2006) el gobernador era el perredista Zeferino Torreblanca Galindo. Curiosamente quien lleva a cabo las obras de supuesta remodelación en plazas y calles del centro de la ciudad es Rafael Trani, miembro del círculo íntimo de aquel. Quien fue Secretario de Seguridad Pública en aquel entonces hoy es el asesor en materia de seguridad del alcalde perredista Evodio Velázquez Aguirre. Quien fue alcalde en aquel instante fue el perredista Félix Salgado Macedonio, quien hoy es asesor en materia de medios del alcalde de Acapulco. “Puro perredismo cuando dio inicio y se ha mantenido el terror en Acapulco”, observan los escultores.
— “Tal pareciera que la mano que mece la cuna en el ayuntamiento de Acapulco es Zeferino Torreblanca Galindo”, especulan.
Hay un par de casos mas de monumentos alterados: la remoción del dedicado a Apolonio Castillo y el que conmemora los cien años de edad del estado de Guerrero.
En el primer caso se le quitó de la playa del Parque Papagayo para colocarle en la salida de un canal pluvial que se ha convertido en desagüe de aguas negras. “Apolonio fue comandante de rescate marino. De menos lo hubiesen llevado cerca de la Base Naval de Icacos. ¿En un desagüe de aguas negras? eso es faltarle otra vez el respeto a los acapulqueños”, dicen.
En el segundo caso la Academia Mexicana de Arquitectura, cuya postura ha sido respaldada por los diputados locales del Movimiento Ciudadano, Revolucionario Institucional y Verde Ecologista, le han pedido al alcalde detener la obra, autoría de Pedro Pellandini Cussi, fue construida en su original con piedras y cañones rescatados de las ruinas de lo que fue el Fuerte de San Diego antes de su restauración. “A los ojos de cualquier albañil que desconoce la historia son simples piedras, pero esas fueron usadas en el puente que conectaba al Fuerte con los caminos en el siglo dieciocho. De ahi su valor histórico”, sostienen.
Para el ayuntamiento de Acapulco la historia no tiene importancia. En un boletín pagado en el perredista periódico El Sur, el ayuntamiento sostiene que “esa era una zona insalubre y se ha recubierto el monumento con mármol para evitar el vandalismo”, dice el comunicado. Los abogados tiene  una sentencia: a confesión de partes relevo de pruebas. Éste parece ser el caso de una autoridad municipal ignorante, caprichosa, voraz y carente de sentido social que a las críticas responde con el mazo.
Porque el ayuntamiento ya comenzó a responder a sus críticos. Con agresiones de género ha emprendido una cacería en contra de las parejas sentimentales de sus críticos y a algunas les han despedido de sus trabajos “por órdenes del acalde y como órdenes son órdenes”, ha dicho el subsecretario, Octavio Olea Apátiga, quien goza sobre sus hombros al menos una veintena de denuncias por agresiones y acoso sexual a mujeres que ha incluido en las listas de raya a cambio de favores de cama. “Que paguen con cuerpomático”, es su frase preferida.
La respuesta del primer edil, con agresiones de género, será denunciada ante las comisiones de derechos humanos, el Congreso de Guerrero y por la vía penal. “Con copia a Alejandra Barrales y Beatriz Mojica Morga, dirigentes nacionales del PRD”, sostienen al menos dos de las víctimas de tales agresiones cobardes. “Veremos si ellas defienden a las mujeres o se ponen del lado de los agresores”, concluyen.

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