ARTÍCULO
Reliquia histórica
Edilberto Nava García
En marzo de 1914, en pleno periodo revolucionario, el zapatismo derrota al huertismo con la toma de Chilpancingo. Estando el General Jesús H. Salgado como gobernador, varios pueblos y cuadrillas del municipio de Atliaca se dirigen al jefe de la zona militar encabezada por el zapatista general. Julio A. Gómez, solicitándole erigir en cabecera municipal al pueblo de Apango para segregarse de Atliaca. El referido general, mediante una especie de consulta, erige en cabecera al pueblo de Apango el 29 de mayo de ese año, por lo que el 2 de junio, estando en Chilapa, por oficio informa al general Zapata:
“Chilapa, 2 de junio de 1914.
Al. C. General Emiliano Zapata
Jefe Supremo de la Revolución del Sur y Centro,
Su campamento.
En vista de que las cinco cuadrillas pertenecientes a la antigua cabera municipal de Atliaca, jurisdicción del Distrito de Guerrero, han solicitado a este cuartel general su segregación para erigir un nuevo municipio cuya cabecera debía ser el pueblo antiguo de Apango: en vista de las razones que exponen las solicitudes de referencia así como la topografía que comprende la citada Municipalidad de Atliaca; y considerando que para la mejor, violenta y eficaz administración gubernativa es conveniente esa segregación pretendida, y la nueva erección en municipalidad del referido pueblo de Apango, he tenido a bien acceder a las pretensiones de las mencionadas cuadrillas con carácter de provisional. Y el 29 del próximo pasado tuvo lugar la inauguración relativa y nombramiento del ayuntamiento provisional que funcionará durante este año, reservándose el derecho que corresponda al Gobierno Constitucional que en su tiempo, ejerza sus funciones”.
Aporto, que la comunicación la investigó el historiador Francisco Herrera Sipriano, de la delegación Guerrero del INAH. Existe el acta manuscrita de la erección de Apango como cabecera provisional y la elección del ayuntamiento que presidió el señor Plácido Díaz, persona ampliamente conocida y con bastante descendencia en Apango. No se asienta que se trata de restituirle ese carácter al pueblo de Apango, que ya había sido cabecera desde los tiempos de Juárez.
En marzo de 1914, en pleno periodo revolucionario, el zapatismo derrota al huertismo con la toma de Chilpancingo. Estando el General Jesús H. Salgado como gobernador, varios pueblos y cuadrillas del municipio de Atliaca se dirigen al jefe de la zona militar encabezada por el zapatista general. Julio A. Gómez, solicitándole erigir en cabecera municipal al pueblo de Apango para segregarse de Atliaca. El referido general, mediante una especie de consulta, erige en cabecera al pueblo de Apango el 29 de mayo de ese año, por lo que el 2 de junio, estando en Chilapa, por oficio informa al general Zapata:
“Chilapa, 2 de junio de 1914.
Al. C. General Emiliano Zapata
Jefe Supremo de la Revolución del Sur y Centro,
Su campamento.
En vista de que las cinco cuadrillas pertenecientes a la antigua cabera municipal de Atliaca, jurisdicción del Distrito de Guerrero, han solicitado a este cuartel general su segregación para erigir un nuevo municipio cuya cabecera debía ser el pueblo antiguo de Apango: en vista de las razones que exponen las solicitudes de referencia así como la topografía que comprende la citada Municipalidad de Atliaca; y considerando que para la mejor, violenta y eficaz administración gubernativa es conveniente esa segregación pretendida, y la nueva erección en municipalidad del referido pueblo de Apango, he tenido a bien acceder a las pretensiones de las mencionadas cuadrillas con carácter de provisional. Y el 29 del próximo pasado tuvo lugar la inauguración relativa y nombramiento del ayuntamiento provisional que funcionará durante este año, reservándose el derecho que corresponda al Gobierno Constitucional que en su tiempo, ejerza sus funciones”.
Aporto, que la comunicación la investigó el historiador Francisco Herrera Sipriano, de la delegación Guerrero del INAH. Existe el acta manuscrita de la erección de Apango como cabecera provisional y la elección del ayuntamiento que presidió el señor Plácido Díaz, persona ampliamente conocida y con bastante descendencia en Apango. No se asienta que se trata de restituirle ese carácter al pueblo de Apango, que ya había sido cabecera desde los tiempos de Juárez.
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