martes, 5 de septiembre de 2017

ARTÍCULO

Tiempos y realidades
Jorge Guzmán Martínez
Analizando un artículo periodístico me pongo a cavilar ciertas cosas de la vida y me llega a la mente los sucesos que han pasado a lo largo y ancho del país, cómo pueblos enteros que han pasado de un estado tranquilo y un lugar apropiado para vivir gratamente, se han convertido en prácticamente un infierno en donde los pobladores o emigran o ahí quedan bajo las balas asesinas de
seres sin entrañas que lo único que buscan es satisfacer su ambición por el poder económico y que psicológicamente se han convertido en asesinos seriales por tanto crimen que han cometido.
Pero no nada más los habitantes que residen en los diferentes Estados de la republica sienten el lacerante efecto de la inseguridad, también la prensa libre ha sufrido los estragos de este cáncer social, a partir de año 2011 para acá, las condiciones para ejercer periodismo han empeorado gravemente.
En los últimos años se han visto agresiones mortales a periodistas que jamás podrán ser ignoradas, es tan palpable la situación que México, ya es considerado el país más peligroso para dedicarse a las tareas de la libreta, la cámara y la grabadora. Ser periodista en muchas partes de México, es una profesión de altísimo riesgo.
El fenómeno alarmante de la violencia contra los periodistas ha aumentado escandalosamente y no hay quien la detenga, todo esto ante la mirada inepta o al parecer cómplice del poder público.
El empeño por regresar a la barbarie se retrata en las estampas de la muerte que a diario la prensa despliega de manera grotesca, de ahí que estamos viviendo en un grave retroceso político en México, donde el periodismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo cuando apenas hace unos años era considerado el cuarto poder.
Por otra parte se dice que la violencia criminal ha silenciado a la prensa, pero también la ha ocupado, ya que hasta las redacciones han sido presas de este fenómeno donde a diario se libra un combate por los mensajes que los criminales quieren enviar al gobierno, a sus enemigos o a la sociedad misma.
Hay quienes afirman que el crimen organizado es tan poderoso que ha logrado imponer su imperio sobre el estado formando territorios, y también ha logrado esconderse a la prensa, pero también hay que reconocer que ante tal psicosis muchos periódicos locales han decidido no informar sobre la violencia de su entorno, ante las amenazas, e intimidación han decidido callar pues dicen que ante el desamparo, la autocensura es una medida de sobrevivencia. Hasta la próxima.

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