jueves, 5 de octubre de 2017

COLUMNA

No más feminicidios
Wendy Alanís
La violencia contra la mujer, constituye además de un acto de crueldad, una feroz humillación, hacia quien es considerada como un ente inferior de la naturaleza y como parte de las propiedades de un hombre.
La violencia de género o contra la mujer,  es y será siempre “la madre de todas las violencias” pues educar con machismo a una mujer, significará que educará con violencia a sus hijos, alargando así el grueso y sangriento brazo de la crueldad que se ejerce siempre de un ser humano contra otro ser humano, más débil.
Pero además, sembrando con ello, sembrando la semilla de donde nacerán, futuros “mochaorejas”, despiadados violadores, atormentados alcohólicos, nefastos tratantes de blancas u hombres sin el más mínimo respeto hacia la mujer. Por ello la importancia de romper con el negro círculo de la violencia.
Dicha violencia presenta distintas y burlonas facetas que van desde un sucio piropo, vulgar y obsceno, donde se demuestra como se visualiza sexualmente a la mujer como un objeto, hasta llegar a asesinarnos por el simple hecho de ser mujeres y aunque hoy ya podemos  hablar de violencia feminicida, los daños colaterales de un acto tan vil, aun no han sido contemplados ni por las leyes ni por la sociedad.
¿Cuántas veces hemos escuchado la palabra “puta”? ( nombre de una diosa de origen griego que nada tenía que ver con la promiscuidad) y la verdad es que se desconoce su origen y nada tiene que ver con la promiscuidad pero lamentablemente me dicen puta por ejercer libremente mi sexualidad,  a la cual tengo derecho, derecho que ha sido concedido solo a los hombres pero que en ninguna biblia o constitución se marca que deba ser de esa manera.
Por lo tanto ninguna mujer es puta y nadie tiene derecho a llamarme así pues además mi decencia no esta en la cantidad de hombres con los me acuesto, ni en el tamaño de mi falda, ni en el perverso cuidado que le debo a mi virginidad.
Y no es a cocinar, ni a barrer,  ni a lavar trastes lo primero que deberían enseñarnos nuestras madres, sino a reconocer y a defendernos del machismo, a amarnos y a bendecirnos como mujer y dejar de creer que aquella que ha parido un varón es mejor que quien ha tenido una niña y a exigir que se respete nuestro cuerpo, que se nos respete como seres humanos.
Por lo tanto, debe permear entre nosotras “sororidad”, es decir, solidaridad, hermandad, fuerza y cambio de actitud para evitar seguir siendo el blanco de la violencia a nivel mundial.
Considerando que la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” reafirma y proclama que los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona puede invocar todos los derechos y libertades, proclamados en esa declaración sin distinción alguna y por ende sin distinción de sexo, lo cual significa que las mujeres debimos de haber nacido libres de toda violencia, de toda discriminación.
Así pues, erradicar el machismo, no sólo es necesario, sino es también un acto de justicia y paz.
Chilpancingo, Gro., 04 de octubre de 2017.- Para garantizar que las personas de 60 años en adelante gocen de una mejor calidad de vida dentro y fuera del seno familiar, y evitar cualquier tipo de discriminación o maltrato, el diputado Fredy García Guevara propuso modificaciones a la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del Estado.
Al exponer los motivos, el legislador resaltó que el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los gobiernos deben poner en práctica políticas que permitan a los adultos mayores seguir participando en las actividades sociales para evitar la desigualdad y discriminación, ya que esto afecta la estabilidad de los ancianos, al sentirse desplazados, generando problemas de salud como la depresión, entre otras. Por ello es necesario mantener ocupado a este sector de la población, a través de programas que promuevan el empleo tanto en el sector público como el privado, basado en su profesión, oficio y experiencia; programas de autoempleo de acuerdo al perfil u oficio, otorgando apoyos financieros y capacitación. Dichas acciones corresponderá garantizar y vigilar a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en coordinación con la Secretaría de la Administración pública Estatal.
Además, la Secretaría de Cultura debe desarrollar talleres, exposiciones, concursos y eventos comunitarios, y garantizar a este sector el acceso gratuito o con descuentos especiales a eventos culturales que promuevan las instituciones públicas o privadas, previa acreditación de la edad.
En la modificación a la ley en mención, se señala que las instituciones públicas de vivienda y de interés social garantizarán acciones y programas que permitan a los adultos mayores la obtención de créditos accesibles para adquirir una vivienda o remodelarla en caso de ya contar con ella, así como el acceso a proyectos de vivienda de interés social que ofrezcan igualdad de oportunidades a las parejas compuestas por personas adultas mayores.
García Guevara dijo que se debe poner especial interés en la protección de los adultos mayores porque ya son vulnerables a las enfermedades, están en declive sus funciones orgánicas y psicológicas, sufren pérdida de las capacidades sensoriales y cognitivas, por lo que requieren de mayor atención médica y un trato especial por parte de la sociedad.

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