COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA

EN GUERRERO ESTAMOS ESTRENANDO HÉROE:
“EL HÉROE DE LA BASURA”
1.-Corrió hace meses el rumor de que en la ciudad de Chilpancingo no se recolectaba la basura por parte del ayuntamiento, porque atrás del problema, había intereses políticos y económicos.
2.-Habiendo dejado don Mario Moreno Arcos, ex presidente municipal de Chilpancingo, ya pagado y dispuesto para recibir la basura, un terreno en la geografía de Tixtla, el alcalde de ese municipio (ese alcalde dijo que la ciudadanía de Tixtla) se negó a que en los terrenos del municipio vecino se tiraran los desechos que producía Chilpancingo. Hace un par de meses se publicó que “siempre sí” aprobaba que ahí se tirara la basura, pero algunos paisanos juzgaron que el “sí”

fue porque ese presidente municipal de Tixtla, quiere ser diputado. Apareció así el primer interés político.
3.-A Gustavo Adolfo Morlet, cuando era secretario del ayuntamiento de Chilpancingo, le llevé a sus oficinas al profesor Fulgencio Cabrera, porque al ayuntamiento quería venderle un terreno de 9 hectáreas para que lo usaran como tiradero, localizado mucho más allá de Zumpango, en un millón y medio de pesos. El funcionario se comprometió a informárselo al presidente municipal. Nunca hubo respuesta. El profesor Fulgencio habló de ese tema con el entonces director de Servicios Públicos Municipales y con Humberto Calvo Jr. pero ni de ellos obtuvo respuesta. En esa ocasión Gustavo Adolfo Morlet nos comentó que empresarios del extranjero vinieron a hablar con el presidente municipal de Chilpancingo para pedirle que les vendiera la basura y que ellos se encargarían de darle un destino, pero el alcalde ni siquiera tomó en cuenta a los compradores de la basura de Chilpancingo.
4.-Eric Carbajal Deloya, ex funcionario del ayuntamiento de Chilpancingo, un muy respetable y muy reconocido ciudadano, valioso y muy apreciado por una gran cantidad de gente, invitó hace meses a la prensa a un desayuno en el restaurante Cuauhtémoc, de Chilpancingo, donde un grupo de empresarios y técnicos, especialistas en ecología explicaron que ellos, si llegaban a un convenio con el ayuntamiento, podrían poner punto final al problema de la basura e inclusive se habló de los grandes beneficios que podrían procurarse para Chilpancingo, si se llegaba a un acuerdo con el ayuntamiento. Ni siquiera fueron recibidos por el presidente municipal.
5.-El muy entusiasta paisano, don Francisco Osorio, durante meses encabezó con mucho interés, una agrupación con distinguidas personalidades de Chilpancingo para apoyar en todo lo que se pudiera a las autoridades a fin de poner punto final al problema de la basura. Asuntos torales iban como planteamientos para coadyuvar a dar soluciones. Jamás fueron escuchados por el presidente municipal de Chilpancingo.
6.-Alguna ocasión, y aún conociendo a profundidad el muy grave problema de la basura y aún sus posibles soluciones, el ahora gobernador Héctor Astudillo Flores dijo a los periodistas que él no era el presidente municipal de Chilpancingo para resolver el problema de la basura. De un tajo se hizo a un lado y dio la espalada a un muy grave problema de la capital del estado de la cual varias veces ha sido presidente municipal y de donde salió para ser gobernador. Pero ayer, 5 de octubre de 2017, da la sorpresa (gracias por ella, señor gobernador) de que siempre sí ayuda ya a resolver el problema de la basura.
7.-Este día, 6 de octubre (de las lunas, la de octubre es más hermosa) en los diarios guerrerenses y tal vez en la prensa “nacional” aparece don Héctor Astudillo Flores, como el gran salvador de la Cuna de la Patria: Chilpancingo, porque, se publicita por parte de los heraldos chayoteros que “pagó un millón y medio de pesos para que por medio de trascabos, maquinaria pesada y góndolas, las calles de la ciudad queden limpias, desinfectadas, regaditas y sin las toneladas de basura que se han acumulado, donde hay gusanos, cucarachas, ratas y uno que otro político apestoso pudriéndose en la miasma.
Así que finalmente, don Héctor Astudillo Flores se convierte de un solo trancazo en EL HÉROE DE LA BASURA.
¡Aleluya!
Y, colorín, colorado... Este cuento, se ha acabado...