ARTÍCULO

Días de guardar…pensando en
superar retos en el periodismo

Tino Gatica
En “La Crónica, vespertino de Chilpancingo”, se ha permitido exponer las distintas realidades que se viven en la entidad. Gracias a la Internet y en consecuencia a las redes sociales, nos ha permitido mantener un periodismo que combina su versión digital, para quienes nos prefieren más allá del límite geográfico; y, en su hermosa presentación impresa, para las

personas que no forman parte de la brecha del adelanto tecnológico.
En ambos casos, “La Crónica, vespertino de Chilpancingo” ha podido salir adelante, en primera por el atinado esfuerzo sin precedentes de su editor, Javier Francisco Reyes, quien pregona y hace énfasis no solamente de un periodismo de opinión, sino también de difusión del triste y oscuro escenario que se vive, propiamente que se padece en Guerrero.
El cuerpo directivo, el administrativo y de trabajo han sido atendidos en su oportunidad, siempre con la pesadez del costo financiero que entraña continuar editando un periódico que abre sus páginas a la libertad de quien escribe cotidiana o fugazmente, porque a estas alturas, todo tiene un costo, no se diga los otros costos de pérdida de tiempo en familias insatisfechas por la ausencia obligada, por decir un ejemplo.
Sin embargo, el periodismo que se abandera en las páginas de “La Crónica, vespertino de Chilpancingo”, es de avanzada, de cubrir y darle una voz disidente a esa mentira oficial u oficiosa.
El aspecto económico es un gran problema que ha sido atendido por quien lucha intensamente por brindar realidades distintas a las que se ofrecen en otros medios informativos, saliendo “tablas” por decirlo de alguna manera, especialmente en el aspecto laboral.
Ya con varios años encima, con una experiencia emanada de estas realidades que cubren como un manto a la entidad, en donde la tragedia se permea por los gobiernos insensibles, este medio informativo se permite hacer una pausa en su compromiso periodístico, para que todas y cada una de las personas que tienen injerencia, poca o mucha se den un respiro, esperando el año próximo sea mejor, que el paisano o la paisana en Guerrero puedan alcanzar a hacer posible sus anhelos.
Un prolongado “gracias” a toda la gente que ha confiado, creído y apoyado a este vespertino, que, se insiste, considera necesario aplicar su compás de espera, para que el año próximo estas realidades no sean tan distanciantes, que las brechas de todo signo empiecen a cerrarse, en donde podamos sentirnos como iguales en todos sus derechos y obligaciones. Son nuestros deseos. Esperamos, entonces, contribuir con nuestro periodismo para darle forma y fondo a los asuntos y temas de competencia pública, social, económica, entre otros elementos que integran una agenda política.