miércoles, 6 de diciembre de 2017

ARTÍCULO

Sacerdote José Tayde
Hernández Moreno
Edilberto Nava García
Cuentan quienes le conocieron mucho mejor, que este sacerdote fue muy emprendedor en materia de desarrollo social. Ordenado por el obispo Leopoldo Díaz Escudero en la década de los cuarentas y aunque estuvo en Telolopan y en la Hacienda de Hidalgo, lo cierto es que para 1953 era párroco en Tlacotepec, en plena sierra de nuestra entidad, donde a poco y con ayuda de los feligreses emprendió a la construcción de una pista de aterrizaje `para avionetas. Gracioso
y con sabor a corrupción, dicen que a poco arribaron personajes del gobierno y colocaron un letrero en el que se decía que era obra del régimen.
Poco después estuvo en Xalitla, zona del Alto Balsas, donde con su iniciativa se mejoró la escuela primaria del lugar, pero de ahí comenzó a mejorar el camino Apango-Atliaca, quizá previendo que ya el cura párroco de Apango, Hilario Aragón, por edad, debía retirarse de su ministerio. Así fue. La parroquia fue asignada a José Tayde Hernández y de inmediato se incorporó al desarrollo. El alcalde era el doctor Sócrates Salgado Valle y, el cura fue electo tesorero del comité pro-electrificación. Y Apango contaba con agua entubada, gracias al gobernador Caritino Maldonado Pérez y al alcalde Salgado Valle. Se logró la introducción de la energía eléctrica y al año siguiente se fundaría la escuela secundaria técnica, autorizada al doctor Sócrates Salgado y ejecutada al siguiente año, ya con Sofía Iglesias como alcaldesa. Para la compra de las dos primeras tierras que compraron para el edificio escolar, quien dio mayor aportación económica, fue el párroco Tayde Hernández, quien cultivaba la tierra como cualquier otro agricultor. Aún más, aportó la mitad del costo del solar para la construcción del kínder que se ubicó en la avenida Vicente Guerrero.
Sin embargo siempre se opuso a que a la imagen guadalupana de La villita, se le festejara en diciembre y se suprimiera la del 12 de febrero. Decía que la del 12 de febrero tenía razones históricas del pueblo, porque fue entonces que se terminó la capilla, pero que además, la gente no debe estar gastando en fiestas, porque está muy pobre. Las imágenes no comen, los chilateros son ustedes, decía. Además la gente gasta con la fiesta del 4 de octubre, al mes con las ofrendas y en diciembre con las posaditas. Apango debiera tener sólo dos fiestecitas, la del Patrón San Francisco de Asís en octubre y la febrero. Así las familias tienen un poco más de tiempo para ahorrar. Pero definitivamente no está bien que anden de chilateros. Amén.

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