martes, 5 de diciembre de 2017

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Javier Francisco Reyes.--Podría generar la Ley de Seguridad Interior, violación a los derechos humanos, represión a los movimientos sociales, y una sociedad con miedo y zozobra, al permitir la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad.
La anterior advertencia la hizo  hoy martes el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa de Alvarez, Salvador Rangel Mendoza, al tiempo que manifestó su desacuerdo con esta nueva disposición que ya aprobaron los diputados federales, pero que ahora
está en manos del Senado de la República para su análisis, discusión y posible aprobación.
El prelado puntualizó, “No estoy de acuerdo en esa Ley, el Ejército tiene otra finalidad de defender a la patria, ellos no están preparados para la prevención, y es la policía quien tiene esas funciones (…) Sabemos que en otras ocasiones el Ejército ha violentado los derechos humanos, sobre todo esas represiones y se crearía una sociedad de miedo, una sociedad de zozobra, es uno de los grandes peligro que se corre”.
Ante deficiencia de las policías encargadas de prevenir el delito, demandó a las tres esferas de Gobierno, a emprender programas para certificar y profesionalizar a los uniformados y cumpla con su responsabilidad.
Rangel Mendoza, exigió a las autoridades a no minimizar el problema “que no se ha podido controlar”, entre ellos el flagelo del narcotráfico, del crimen organizado, sacando al Ejército a las calles que ya está demostrado que no puede hacer el papel de policía.
El obispo, puntualizó que “Se tiene que trabajar con las policías, y no meter al Ejército hacer una tarea que no les compete a ellos”, tanto que hoy en día sin la Ley  de Seguridad Interior está operando en las calles.
Insistió el entrevistado de no estar de acuerdo de un Estado democrático se esté  soltando tanto poder al presidente Enrique Peña Nieto y ahora pueda utilizar al Ejército a discreción, inclusive ahora mismo sin tener esa ley.

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