ARTÍCULO

La Salud de Donald Trump

Apolinar Castrejón Marino
Pues a ver si los malquerientes de Donald Trump dejan de jeringar con su estado mental y su incapacidad para gobernar, ahora que el médico militar Ronny Jackson informó hoy a la prensa, los resultados obtenidos en los análisis que le practicó en fechas recientes.
Textualmente dijo: “Está en forma para ejercer su deber (de presidente), durante el resto de su mandato e incluso durante el resto de otro mandato si fuera elegido”.
Para los necios que digan que es “su” médico personal, y que seguramente miente convenientemente acerca de los resultados, nos adelantamos a decir que es el mismo médico que tuvo a su cargo supervisar la salud del que antes fue presidente, Barack Obama.
Donald Trump se sometió el pasado viernes 12 de enero, al primer chequeo

médico, del que obtuvo resultados normales. Tiene 71 años de edad, mide 1,92 metros, pesa 108,4 kilos y tiene un índice de masa corporal de 29,9, lo cual significa que tiene sobrepeso, y roza la categoría de obeso.
El doctor Jackson planea trabajar con él un plan de dieta y ejercicio aeróbico de bajo impacto, que no dañe sus articulaciones, pero que le haga perder peso. “A él le entusiasma más la parte de la dieta que la del ejercicio, pero vamos a hacer las dos cosas”.
“Es un aficionado a las hamburguesas, y a la comida rápida, y consume hasta 12 latas de cola light al día, pero El Presidente tiene genes increíblemente buenos para mantener un equilibrio”.
Su presión sanguínea está en el rango normal, de 122 sobre 74;  y su colesterol es algo elevado, con un total de 223. Toma aspirina, y un medicamento llamado Crestor para controlar ese problema, y su doctor planea aumentarle la dosis porque hasta ahora era muy “baja”. Afirma que la excelente salud cardíaca del presidente, se debe a una vida completa sin alcohol ni tabaco, y ninguna otra adicción.
Toma un medicamento llamado “propecia” para combatir la calvicie, además de una crema para tratar la “rosácea” (una enfermedad que enrojece la piel), y el sedante Ambien de forma ocasional, para poder dormir en los aviones.
Por lo habitual el presidente duerme solamente de cuatro a cinco horas al día, pero al doctor que no le parece preocupante esa cantidad de sueño. Aunque no tenía previsto examinar su salud cognitiva, decidió hacerlo porque el mismo presidente se lo pidió, debido a que las especulaciones sobre su estabilidad mental, aumentaron a raíz de la publicación del libro “Fire and Fury”.
Procedió a someter a Donald Trump a un test llamado la Evaluación Cognitiva de Montreal, que permite detectar problemas mediante una serie de 30 preguntas; y el presidente las acertó todas.
Al ver los resultados, el médico declaró “No veo ninguna razón en absoluto para pensar que el presidente pueda tener ningún problema en absoluto con su razonamiento. Su mente es muy aguda, está intacta”.
Bastantes desinformadores de la televisión se han dedicado a criticar y denigrar, inclusive a insultar al presidente de Estado Unidos, por su manera de atender la problemática de aquel país. La fauna de los “artistas” también se sienten “agredidos” por las medidas adoptadas por Trump en materia de migración.
Nos aseguran que es una agresión contra los mexicanos, y que Estados Unidos es una nación de migrantes. Y al parecer, tiene razón. Pero a los mexicanos de México, a los que viven aquí, y tienen arraigado el nacionalismo; que tienen arraigado el concepto de patria y familia, nada les importa la conducta del Presidente de otro país.
Sus mejores deseos hacia Donald Trum para el año 2018 son, que le caiga un rayo o que se lo trague la tierra. Todos los días salen a “informar” a los televidentes que “…ya van a deponer a Donald Trump como presidente”, o que “…está loco y es incapaz de gobernar”. Pero eso solamente es la proyección de sus más íntimos deseos. Pero como dicen en el pueblo “Dios no cumple los deseos de los burros”, y Donald Trump “goza de cabal salud”.