miércoles, 31 de enero de 2018

POLICRÓNICA

Maltrato…No obstante que los edificios públicos están convertidos en verdaderos tianguis, hay guardias en las entradas para evitar se introduzcan artículos y  alimentos, cuando lo hace algún trabajador, es maltratado por los policías, en tanto los dirigentes del Sindicato Unico de Servidores Públicos del estado de Guerrero (SUSPEG) están convertidos en humo.


Todo mundo asiste a los distintos edificios públicos de los tres niveles de Gobierno que hay en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, los más concurridos a realizar diversos trámites y se encuentran en las entradas  los filtros policiacos en la que obligan a dejar una identificación, a cambio les dan un gafete y si llevan cosas adicionales voluminosas simplemente no pasan. Los ciudadanos visitantes se someten a las disposiciones de esos cuerpos policiacos, porque de lo contrario no entran, ni realizan sus trámites más cuando vienen de fuera gastando pasaje, comida y hasta hospedaje. Pero el mayor flujo de entradas a los edificios públicos, son de empleados, y hasta podríamos escribir como usos y costumbres de que los burócratas llevan alimentos a su oficina,  porque no les alcanza el tiempo o no tienen apetito temprano y alrededor de las 11 de la mañana otros más salen almorzar en algún puesto de expendio de alimentos callejeros en las inmediaciones de los edificios. Otros más almuerzan en el interior de sus centros de trabajo, que es la mayoría por no tener suficiente dinero, y quienes hacen esa actividad, cuando se supone que al presentarse a laborar tienen que ir preparados en todo lo que termine en “ados”, bañados, cambiados, almorzados, etcétera. Sin embargo desde siempre ha sido una tradición que los burócratas tomen sus alimentos en sus oficinas y otros se salga de ellas a la calle y se ha corroborado al visitar las distintas dependencias del gobierno de los tres niveles. Alrededor de las 11 de la mañana el ambiente es invadido por el olor de alimentos. Aparte también desde esa hora y hasta las 15 horas del día pululan simultáneamente en esas dependencias comerciantes ambulantes, convirtiendo los edificios públicos en verdaderos tianguis en la que se puede comprar de todo, que va desde alimentos, ropa, zapatos, perfumería y lo que necesita un ciudadano para su arreglo personal y para su casa. Entre todo este desorden, sale a relucir la inconformidad, nuevamente, de los trabajadores de cada uno de los centros laborales en que los policías que están en las entradas de los edificios públicos no les permiten accesar con sus alimentos. Entre los quejosos se ubica  los que laboran en el Palacio de Gobierno estatal, en donde no solo hay filtros de uniformados, sino hasta vallas metálicas, mismas que hemos denunciado y cuestionado casi permanentemente en nuestras  entregas de este espacio y  las páginas del vespertino, de que no solo son un estorbo, sino que es un peligro para propios y extraños ante un eventual desalojo por algún problema de seguridad ya sea provocado por la naturaleza o intencional. Desde hace dos años en que llegó el actual gobierno, se ha visto la presencia y hasta reforzada la seguridad de la entrada del palacio de Gobierno,  incluidas las permanentes vayas metálicas, desconocemos de quien desconfían y se ponen estrictos con la gente  que entre. Pero existe la duda, que a todas horas se puede ver a los vendedores ambulantes ofreciendo sus productos por todos los pasillos y oficinas del  Palacio de Gobierno, sin que esa “estricta” policía de la entrada se los impida. En cambio los burócratas que ahí tienen su centro laboral, son maltratados por los uniformados y lo peor es que les exigen entrega de su credencial de elector, cuando también se sabe que tienen un gafete de acceso, con todo ello, el maltrato está a la orden del día. La verdad que no se entiende porque tanta medida de seguridad y los empleados no saben con quién inconformarse, porque los dirigentes del Sindicato Unico de Servidores Públicos del estado de Guerrero (SUSPEG), simplemente no hacen nada, y recordaron que el actual  recién electo David Martínez Mastache, fue a pedirles el voto, y a la fecha no ha regresado, para plantearle la problemática y haya facilidades para cada uno de los agremiados y no tengan problemas con los uniformados. Como ya está en el poder,  Martínez Mastache, ya no se acuerda de sus compromisos que contrajo con la base que es precisamente defenderlos de injustica, de sus derechos, sobre mejoras salariales y condiciones laborales. Cuando se le busca en sus oficinas centrales por allá en el barrio de San Mateo, tampoco está  Martínez Mastache, quien está obligado atender cada una de las inquietudes de sus representados, como es la denuncia de los maltratos de  los policías que ahora están siendo objeto los empleados del Palacio de Gobierno, en donde está la mayoría de quienes votaron a su favor en noviembre pasado y que tomara posesión el 15 de diciembre del 2017 y a la distancia de un mes y medio en que “oficialmente” asumió el cargo, es la hora en que no ha retornado a los diversos centros de trabajo siquiera parar agradecerles su confianza y a ratificar su compromiso de que estará al lado de cada uno de los más de 25 mil afiliados al SUSPEG.…Despilfarro…No obstante que el país México, tiene mucha población en extrema pobreza, como la que está en Guerrero, en las venideras elecciones será un verdadero despilfarro de carretonadas de millones de pesos, todo en nombre de la democracia en la que  participarán oficialmente 9 partidos políticos, sin contar los locales que haya en cada una de las 32 entidades del país. En verdad que son cerros de millones de pesos que ya están haciendo uso los precandidatos y partidos políticos, además en especie, en medios, sobre todo en los electrónicos, ahí a los empresarios les están exigiendo  que paguen  el uso del ciberespacio. Así México tendrá elección histórica, por vez primera de las 32  entidades, en 30 habrá comicios totales o concurrentes y también es histórico el monto de millones de pesos a gastar sin transparentar, solo existe la amenaza, pero de ahí no pasa nada, porque la complicidad es propiciada entre partidos y actores políticos, incluidos los llamados independientes que también están recibiendo financiamiento público, aunque no  igual que los partidos, pero se llevan parte de los impuestos de los mexicanos. La próxima elección federal costará a los mexicanos más 28 mil millones de pesos entre el gasto del Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y los partidos políticos, sin incluir el financiamiento privado y no reportado, de acuerdo con el Primer Reporte Electoral Integralia 2018. En total son 3 mil 406 los cargos públicos que estarán en juego el próximo 1 de julio: Presidente de la República, 500 diputados, 128 senadores, 16 alcaldías, 1,596 ayuntamientos, 972 diputados locales, 8 gobernadores, Jefe de Gobierno de la CDMX y otros 184 cargos locales. El INE erogará 17 mil 426 millones de pesos, el TEPJF 3 mill 893 millones de pesos y los partidos políticos 6 mil 702 millones de pesos, sin incluir el financiamiento a los independientes. La coalición Todos por México (PRI-PVEM-Panal) tendrá a su disposición casi 864 millones de pesos para campaña; Por México al Frente (PAN-PRD-MC) 832 millones de pesos y Juntos Haremos Historia (Morena, PES, PT) 451 millones de pesos. Si una coalición presentara 365 candidatos para los cargos federales en los que se hacen campaña tendrían permitido erogar hasta  mil 646.9 millones de pesos, pero en realidad tienen asignados más recursos de los que pueden gastar: Todos por México 2 mil 591 millones, Por México al Frente 2 mil 498 millones de pesos y Juntos Haremos Historia mil 354 millones de pesos, al sumar el financiamiento de campaña y el financiamiento de actividades ordinarias.…Miserable…Después de ser presidente municipal de Acapulco en donde fue una novedad y los enterados afirmaron en su momento que había hecho mucho por los porteños, por ello es que cuando se lanzó como candidato a gobernador, le ratificaron su respaldo en las urnas y llegó a ser mandatario en el 2005, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, porque se creyó que vendría a innovar la administración pública, manejaría el escrupuloso y transparente presupuesto. Durante los seis años que estuvo, Guerrero alcanzó los primeros niveles de inseguridad y hasta ahora esa herencia maldita está imparable. Pese a ese negro antecedente como mandatario suriano, el empresario ahora anda de miserable buscando que le den un cargo en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y cree que los ciudadano son tontos y que no se dan cuenta de que anda de pordiocero rogándole  al  “El Peje” una oportunidad. El fin de semana—27 de enero--el ex gobernador Torreblanca Galindo dijo que no es su intención buscar algún cargo público en el próximo proceso electoral y aseguró que sólo apoyará al precandidato de Morena a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador. Al presidir una reunión con ciudadanos a los que les presentó la plataforma Redes Sociales Progresistas, que tiene como fin ayudar a López Obrador,  y fue en donde afirmó que el líder de Morena le llamó para pedirle su apoyo para impulsar su imagen, y él aceptó. “Lo otro es secundario”, expresó en referencia así busca un cargo, y agregó que en el supuesto de contender en las elecciones, lo haría por una diputación. En entrevista, a pregunta expresa de si aceptaría algún cargo que le ofreciera Andrés Manuel de llegar a la Presidencia, respondió: “Sí me gustaría ayudar y participar”. Como se lee, Torreblanca Galindo anda urgido de un cargo, y después de alcalde y Gobernador, sigue de miserable, cuando sus resultados son un verdadero fracaso. Anda de ofrecido, no que López Obrador lo busque, conociendo sus antecedentes, pero como el presidenciable anda jalando a todo mundo para su causa, sin duda busca un acercamiento a nivel nacional para buscar la candidatura a la alcaldía de Acapulco, pero puntualizó que esto no sucedió a nivel estatal ni municipal, motivo por el cual se generó el rumor. “‘Mi tarea es ayudarle a Andrés Manuel (…) Me encantaría que me pudiera considerar, ojalá me pudiera considerar, considero que todavía tengo la edad, la experiencia, la modesta capacidad, y humildemente creo que podría servirle en alguna tarea”. Una y otra vez Torreblanca Galindo, repite en sus intervenciones y encuentros con algunas sectores de la población: “Yo voy a apoyar a Andrés Manuel López Obrador”, insiste apoyaremos a Andrés Manuel, apoyaremos al movimiento, yo no vengo a apoyar a un partido o una persona”. Contradictorio, pues el precandidato es una persona. No cabe duda que después de haber sido alcalde y Gobernador ande  miserable buscando chamba.

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