ARTÍCULO

El poder y el derecho

Efraín Flores Maldonado*
“Poder y derecho son dos nociones fundamentales de la filosofía política y de la filosofía jurídica”. N Bobbio.
Norberto Bobbio nació en Turín, Italia el 18 de octubre de 1909 y murió en el año 2004. Fue profesor de Filosofía del Derecho y participó en la vida política de su país, siendo electo Senador Vitalicio en 1984. Su intelecto y cultura le permitieron desarrollar su vocación como

investigador profundo del texto y contexto del poder político y de la democracia, como su legitima génesis; es la democracia la que sostiene al derecho de mandar y el deber de obediencia. Publicó varias obras de lectura obligada para políticos, gobernantes y politólogos; entre otras, Política y Cultura, ¿Qué socialismo?, Teoría del Ordenamiento Jurídico, De la estructura a la función, El futuro de la democracia, Teoría General de la Política, Derecha e Izquierda y otros mas que le permitieron glorificación y crucifixiones, encierros y destierros; en esta entrega me refiero a sus principales conceptos ideológicos relacionados con el poder y el derecho, tomados de un texto que escribió con Michelangelo Bovero, titulado “Origen y Fundamentos del Poder Político”, publicado en 1984. Norberto Bobbio concibe al poder político como entidad superior provisto de legitimidad y de legalidad; como un poder aceptado por se electo por la mayoría de los electores de un país y hacerlo mediante los mecanismos electorales previstos en su orden jurídico. En el fondo, el autor desmenuza jurídica e ideológicamente al poder político, diciendo que es aquel poseedor del monopolio legítimo de la coacción, pero agrega que esa condición debe ser exclusiva y reclamarla como tal, ya que “el poder coactivo, para ser considerado poder político, debe ser exclusivo e impedir y penalizar el uso de la fuerza por parte de sujetos no autorizados”. Más allá de estas reflexiones, el autor destaca que la legitimidad de un poder político debe ser permanente, duradera en todo el tiempo de su vigencia constitucional. Destaca también que el poder político debe hacer uso de la coacción, de la fuerza legítima, no en primera instancia, sino como último recurso en su propósito de mantener en un territorio dado, la normalidad política *Doctor en Ciencia Política.