lunes, 2 de abril de 2018

ARTÍCULO

Consumación Viernes Santo
veredicto, viacrucis y tortura
Tras unos meses de intensa preparación espiritual y física, finalmente ayutlenses filantrópicos, concluyeron con éxito irrefutable, una nueva edición de la Personificación de la Pasión de Jesucristo en Ayutla de los Libres, Guerrero, justo cuando el sol ya había rebasado más de la mitad su carrera, durante el inolvidable Viernes Santo del año en curso.
Como habrá de tenerse presente, los telones se abrieron con gran expectación en la Piedra del Zopilote, la mañana del Domingo de Ramos, con: “La tentación” y “El Sermón
del Monte”, de ahí el párroco bendijo las palmas, para poder partir a la capilla del Barrio de La Villa, en donde se escenificó la “Expulsión de los mercaderes”, de ahí por la plazuela del barrio de La Villa, Jesús montó un burrito para entrar a Jerusalén.  En la calle Plan de Ayutla, Caifás se enfrentó con Jesús y unos metros más adelante, el Maestro salvó de la muerte a la adultera, curso seguido todos fueron a la misa al Templo Parroquial.
El Jueves Santo, en la Parroquia Santiago Apóstol, el sacerdote celebró la misa, para que posteriormente en la Unidad Deportiva de Ayutla (UDA), se abrieran los telones para presenciar otras escenas brillantes, que a diferencia del primer día, estuvieron cargadas de sentimientos encontrados, pues abundaron la envidia, la intriga, la traición y el amor verdadero en: “La conspiración”, “La última cena”, “La venta de Jesús”, “La oración en el huerto”, “La aprehensión de Jesús”, “La presentación ante Anás” y “El juicio del Sanedrín”.
La mañana del Viernes Santo fue bastante ilegal y dolorosa, pues el derecho judío junto con el derecho romano, se violentaron durante el proceso de Jesucristo.  Los sacerdotes de aquel tiempo acudieron con el gobernador romano Poncio Pilato, para que con su visto bueno ratificara la sentencia de muerte que ellos ya habían decretado, más debido a que se vislumbraba la inocencia del reo, este fue remitido a Herodes quien a su vez lo devolvió a la jurisdicción de la invicta Roma, entre la espada y la pared, temiendo quizá a la turba revoltosa, Pilato cedió y se lavó las manos después de soltar a Barrabas, el ladrón y asesino.
Al fin Jesucristo cayó en las manos de sus enemigos, le colocaron una corona de espinas y empezó el Viacrucis desde la Parroquia hasta la colonia Piedra del Zopilote; en el trayecto se apreciaron otras escenas como “El encuentro de Jesús con su Madre”, “El encuentro de Jesús con la Samaritana”, “El encuentro de Jesús con la Verónica”, “La maldición de Samuel”, “El suicidio de Judas” y “Las tres caídas”… el sol era intenso, la sangre escurría, la pesada Cruz llagaba los hombros del Nazareno y al mismo tiempo le limitaba la respiración.
Cuando Jesús, representado por tercera ocasión en Ayutla por el Contador Glendobeth Gutiérrez Castrejón (2005, 2007 y 2008), expresó entre los estertores de la muerte: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, quienes simpatizaban con él, vieron muerto no solamente a su líder, sino sus enseñanzas, nunca imaginaron que al tercer día el Rabí regresaría de la muerte para dejarse ver entre los mortales durante 40 días, para edificar la fe de quienes en todas las partes del mundo sostienen con amor el cristianismo y en consecuencia el fortalecimiento de los valores que hoy en día es prioritario robustecer.
Después de la reflexión sacerdotal, el Mártir del Gólgota fue descendido de la Cruz, su Madre, dijo un monologo y el martirizado fue metido en un sepulcro.  El narrador presentó a los actores, al igual que a cada uno de los integrantes del elenco que recibieron una nutrida lluvia de aplausos por el esfuerzo que en este precioso rincón de la Costa Chica del Estado de Guerrero, se ha estado haciendo bajo la directriz del Médico Enedino Narciso desde el año de 1986.

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