martes, 24 de abril de 2018

ARTÍCULO

Pago por ver
Apolinar Castrejón Marino
En el bajo mundo de las apuestas, se emplea la expresión “Pago por ver” para indicar que algún jugador quiere dar por terminada la riña de subir las apuestas y amenazas.
“Pago por ver” es una estrategia para intimidar a los adversarios, intentado que abandonen el juego, para que el retador  se declare ganador…aunque no tenga un buen juego.
En ocasiones, tal estrategia resulta efectiva, ocasionando que los otros jugadores abandonan el juego, temiendo que el retador tenga una buena alineación de sus cartas, como un pócar, o una corrida. Y entonces, el habilidoso se alza con los billetes.
Pero en otras ocasiones los contendientes deciden correr el riesgo, y “pagan” la apue
sta que el retador les exige. Al pagar la apuesta, los jugadores adquieren el derecho de mostrar sus jugadas, para compararlos con las de los demás, y comprobar quien tiene la jugada más alta.
De abajo hacia arriba: par, dos pares, tercia, full, pócar, corrida, quinta, y flor. Pero ocasionalmente, el retador resulta descubierto en su intento de engaño (“bloff”) con una jugada insignificante, como un par solamente. Y entonces pierde el dinero, y la vergüenza.
Pues bien, proponemos aquí que este mecanismo -completamente válido en los casinos- que se aplique a los funcionarios especiales de los que acostumbra rodearse el gobierno: comisionados, delegados, consejeros, fiscales, y demás runfla de parásitos.
La propuesta es simple, que cobren cada mes, dependiendo de los resultados de su encargo. Por ejemplo, el comisionado de seguridad nacional, en cumplimiento de su encargo, debe resolver homicidios, secuestros y robos.
En los medios de comunicación electrónicos, nos hemos dado cuenta de varios casos demasiado escandalosos, que han llamado la atención de la opinión pública. Y también nos hemos dado cuenta que se manejan como escándalos, y al poco tiempo desaparecen…sin resolverse.
Y todavía, tenemos que soportar la ridiculez de que el presidente Enrique Peña y todos los relacionados con el cargo de la “seguridad”, como los procuradores, los fiscales y los comisionados, “se suman a la condena y la reprobación” de los crímenes…..y de ahí no pasan.
La percepción generalizada de los mexicanos, es que estos funcionarios que no cumplen con su trabajo, no tendrían por qué cobrar. Y en el caso de que fueran varios los casos que se le acumulen sin resolver, deberían ser despedidos, y sujetos a investigación.
Y debemos de estar pendientes de no dejarnos engañar, pues a esos zopilotes del gabinete, les gusta manosear y maquillar las cifras para crear el engaño de que tal asunto “está bien”. Como los hechos ocurridos el 13 de abril, del presunto asesinato de delincuentes en la costa grande del Estado de Guerrero, y la posterior venganza por parte de los criminales, que también asesinaron a media docena de militares.
El gobernador Héctor Astudillo, se encontraba en Mazatlán, Sinaloa, disfrutando alegremente de los espectáculos, los saludos, y las fotografías, del “Tianguis Turístico”, cuando le llegaron las noticias de los homicidios del Estado que (des)gobierna.
Y quiera que no, se tuvo que venir  a hacer algunas declaraciones, como se estila en estos casos. Y dijo ante las cámaras que “…no es un problema de Guerrero, sino que es una crisis nacional”.  Como quien dice, que está bien. Y se regresó a Mazatlán.
Su vocero Álvarez Heredia, con su habitual indolencia también declaró que “…el asesinato de los miembros de las Fuerzas Armadas fue en extremo violento”, porque quizá en su mente somnolienta, esté bien que los criminales realicen su importante trabajo, pero que le midan a la violencia. ‘ta bien.

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