miércoles, 29 de agosto de 2018

COLUMNA

De Frente
Miguel Ángel Mata Mata
La amarga realidad
No a la amnistía, le dijeron en Ciudad Juárez. No, le reiteraron ayer en Acapulco.  Ellos, víctimas de inseguridad, violencia e impunidad, son quienes han pagado la factura de la amarga realidad descrita hace algunos días por el presidente electo, Andrés Manuel López Obra
dor:
“No podemos retirar al Ejército Mexicano, ni a la Marina Armada de México, de las calles; la policía federal no está preparada; no podemos hacerlo; esa es la amarga realidad”, dijo ante reporteros.
Ayer por la mañana registraron en vivo, reporteros del Facebook, la inauguración del foro por la pacificación, en el centro de convenciones de Acapulco.
En la catarsis, decenas relataron experiencias que darían pena a cualquier país que se diga democrático. Desaparecidos, desplazados, asesinatos, balazos, sangre y sangre y una impunidad que crece ante lo que es nuestra amarga realidad.
En un desfile de personalidades se vio a la presidenta municipal electa, Adela Román Ocampo, acompañada de personajes de entre los que, quien sí ha sufrido los embates de la violencia política, es el profesor Eloy Cisneros Guillén.
No podemos decir lo mismo de Bruno Plácido Valerio, dirigente de una de las facciones de policías comunitarios que han peleado a balazos el control de ciertos territorios en el estado de Guerrero.
Muchos convocados de los que, entre el anonimato, existen muchos dolores, muchos seres no aparecidos. Muchas lamentaciones en una catarsis que no entendemos a dónde nos llevará.
LA REALIDAD
Según publicó ayer por la mañana, el importante portal Yahoo!, entre los problemas de urgente solución a los que se enfrentará el gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, destaca el de la seguridad pública.
Ante la inseguridad las personas abandonan sus trabajos, cierran sus negocios se alejan de los lugares de diversión y entretenimiento y en el extremo, abandonan sus comunidades.
Este es el panorama que la terca realidad le plantea al gobierno de López Obrador que, para no equivocarse preguntó sobre el tema al secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón y al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos y anunció que la Marina y el Ejército continuarán en las calles realizando tareas de seguridad pública y en el combate a la delincuencia organizada; señaló que la medida será transitoria.
“No podríamos dejar de utilizar al Ejército y a la Marina para garantizar la seguridad pública porque no hay una organización. Si no contamos con el apoyo del Ejército y la Marina no podríamos. La Policía Federal no está preparada para sustituir lo que hacen los soldados y los marinos. Siendo realistas no se ha podido consolidar a la Policía Federal, no se avanzó”. (La Razón, 25 de agosto de 2018)
La decisión del presidente electo difiere de la posición que sostuvo durante su campaña cuando decía que se debería organizar toda la fuerza policial en una Guardia Nacional para garantizar la seguridad pública. También afirmaba López Obrador, cuando buscaba el voto popular, que era un riesgo tener al ejército en labores de seguridad por su “proclividad a la violación de los derechos humanos”. (La Jornada, 25 de agosto de 2018)
No es lo mismo la posición del discurso de campaña cuando se pueden plantear críticas a las políticas del gobierno en turno, que asumir el peso de la realidad que se impone, en materia de seguridad, todos los días con muertes en diferentes entidades del país, que tienen en común la violencia que, en la mayoría de las ocasiones, realiza la delincuencia organizada armada, con mucho dinero en su haber, para corromper a las autoridades locales, estatales y federales y, en tiempos electorales, imponer a sus incondicionales en los puestos de elección popular y, a los que no se sometían los eliminaba.
La realidad será la justa medida que le indicará a López Obrador cuales de sus muchas promesas de campaña va a poder cumplir. Conviene recordar que suele convertirse en permanente lo que se presenta como transitorio y que su intención de que no permanezcan la Marina y el Ejército largo tiempo en actividades de seguridad pública podría no cumplirse.
Difícilmente alguien podría determinar el tiempo para construir una policía profesional confiable que garantice la paz pública en el país, a lo que habría que agregar el costo financiero para su operación.
Tal vez de los ahorros que propone realizar López Obrador en el proceso del combate a la corrupción, se podrían obtener recursos para este propósito, pero entonces no habría dinero para los Ninis, ni para los adultos mayores, ni para los arbolitos en Chiapas, ni para los 600 kilómetros adicionales del Tren Maya, ni para la reconstrucción de los sismos, y demás, porque instrumentar una verdadera policía comprometida con la comunidad no es una ocurrencia de poco tiempo y bajo costo.
Conforme la realidad vaya tomando la palabra iremos viendo como las altas expectativas de la población se irán convirtiendo en decepción y también veremos cómo el discurso de López Obrador se va a ir ajustando hasta llegar a hacer lo que antes descalificaba, como sucedió con el tema de la seguridad.
En noviembre pasado, López Obrador planteaba un retiro “paulatino y programado” de las Fuerzas Armadas y decía que se analizaría la conveniencia de crear una Guardia Nacional.
En diciembre, decía que crearía la Secretaría de Seguridad Pública y habría mando único, desde el primer día “asumiré la coordinación del gabinete de seguridad pública. Se creará la Guardia Nacional, para reorganizar e integrar a todas las corporaciones militares y policíacas”.
Pero la semana pasada nos recordó nuestra amarga realidad.
QUE ALGUIEN SE LOS DIGA
Son miles de testimonios que recogerán en los bien intencionados foros para la pacificación y reconciliación. Muchos de esos relatarán agresiones de militares o marinos en casos de desapariciones. Son las vivencias de miles que han perdido a uno, dos u otros miembros de su familia en una guerra incomprensible para el común de la agente, que votó por una esperanza.
¿Alguien les ha dicho a éstos esperanzados ciudadanos que el Ejército seguirá en las calles? ¿Qué los marinos seguirán allí? ¿Qué la policía federal no puede con su obligación de brindar seguridad? ¿Qué es necesario mucho dinero, y tiempo, para construir una policía confiable que defienda a los ciudadanos?
Hará falta que alguien les diga que en esos catárticos foros nadie les dirá que su voz será otra vez una cifra inscrita en el índice de las memorias de las buenas intenciones y que nuestra amarga realidad, esa realidad, seguirá allí.
TRASCENDIÓ
QUE el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, se colocó a la vanguardia de los gobernadores priístas del país al sostener un discurso respetuoso y firme, ante el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a quien pidió explicar correctamente de qué se trata la figura de los súper delegados estatales que el morenista pretende colocar como sus enlaces en cada una de las entidades federativas.  
QUE el aún presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, viajó a la ciudad de México para conseguir recursos y así cumplir compromisos que han puesto en jaque a su administración, con paros de labores y amenazas de parte de trabajadores sindicalizados del organismo operador de agua potable. 
QUE será éste miércoles cuando sea instalada formalmente la mesa directiva del Congreso Local de Guerrero, que habrá de conducir los trabajos del primer mes, del primer año legislativo, de la diputación a la 62 Legislatura al Estado Libre y Soberano de Guerrero.
QUE, aunque hay algunos diputados con el tricolor en el tuétano, otros con el amarillo, será el Movimiento de Regeneración Nacional, con Pablo Amilcar Sandoval a la cabeza, quien tenga mayoría simple con lo que podrán modificar algunas cosas, mas no la Constitución Política de Guerrero, para lo cual necesitan mayoría calificada o, lo que es lo mismo, dos tercios del total de los diputados locales.
QUE los coordinadores de las fracciones minoritarias son Héctor Apreza Patrón, por el PRI y Celestino Cesáreo Guzmán, por el PRD.
PREGUNTAS QUE MATAN
¿Alguien sabe qué cosa es el federalismo? Según los teóricos, y las realidades de la historia democrática del mundo, es un sistema político en el cual las funciones del gobierno están repartidas entre un grupo de Estados asociados.
¿QUÉ dice la Constitución Política de México al respecto? Que, entre el poder ejecutivo de la federación, y los respectivos estatales asociados, no habrá figura intermedia.
¿ALGUIEN conoce el antecedente de los llamados súper delegados para cada una de las entidades federativas? Tal parece que tendremos que releer a Benito Mussolini para entender la figura.
QUE CONSTE
“Nosotros serenos responsables del gobierno de Acapulco a partir del primer día de octubre”.
Adela Román Ocampo, presidenta municipal.

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