jueves, 20 de septiembre de 2018

ARTÍCULO

El cambio del Poder...
para hoy jueves
Efraín Flores Maldonado*
“Un cambio de poder no es una simple transferencia del mismo… sino su transformación profunda”. Alvin Toffler.
Alvin Toffler nació en Nueva York en octubre de 1928 y murió en Los Ángeles en junio de 2016. Doctorado en letras, leyes y ciencias. Fue un investigador interesante, porque gracias a su formación académica y científica, a partir del análisis profundo y pluralmente documentado, analizó las características fundamentales, humanas y geográficas de nuestro pasado remoto y de la realidad de su tiempo. Intenta explicar los cambios en la cultura y la conducta humana y las posibles realidades que, en tiempo por venir, estaríamos disfrutando o enfrentando. Por ello, fue considerado com
o un científico futurólogo. A lo largo de 25 años, sus investigaciones hicieron posible publicar tres libros fundamentales que le dieron fama y reconocimiento académico y científico. En 1970 publicó El shock del futuro… La tercera ola en 1980…. Y El cambio del poder en 1990. Según sus propias palabras, “El shock del futuro contempla el proceso del cambio: la forma en que este afecta a las personas y a las organizaciones. La tercera ola se centra en las orientaciones de ese cambio: a donde nos están llevando los cambios de hoy. Y El cambio del poder aborda el control de los cambios que han de venir en el futuro y quien les dará forma… y cómo”. En un enfoque textual sobre su última obra “El cambio del poder”, quiero destacar la aguda visión e imaginación del autor, quien afirma que, avizorando el futuro en prospectiva, “es mejor tener un mapa, aunque sea general e incompleto, sujeto a revisión y corrección”, que nos permita el dibujo de la nueva realidad que queremos en el futuro inmediato y qué tipo de poder será el que la propicie, controle y gobierne. Su libro escrito en 1990, advierte que en el umbral del siglo XXI que se asoma, el poder seguirá siendo alimentado y definido “por la violencia… la riqueza… y el conocimiento”. Señala que el poder tiene tiempos de sigilo y de estruendo; de paz y de convulsiones y que en todos los casos alimenta y se retroalimenta del texto y contexto geográfico, biológico e ideológico en el que se desarrolla. Que influye siempre en las mentalidades y conductas de gobernantes y gobernados, porque “somos productos del poder, en una medida mayor de lo que todos hemos podido imaginar”. Sufriendo o ejerciendo el poder, actuamos, nos desarrollamos, triunfamos o somos derrotados en el tiempo en que existe nuestra vida. Toffler asegura que la filosofía profunda del poder, se ha trastocado históricamente desde su génesis, “desfigurando el concepto del poder debido a usos nocivos que de él se han hecho”. Siendo realidad y aspiración; con profunda significación para la vida, el poder es un elemento importante y “de los menos comprendidos… por nuestra generación”. Visionario afirma que, a nivel universal “toda la estructura del poder se está desintegrando y se va dibujando radicalmente una nueva forma de sus usos y contenidos”. Se están desvaneciendo los privilegios del poder… se extingue el secreto placer que provoca su ejercicio. Dice que “se derrumba la autoridad y el poder a la vieja usanza… en la política… el mundo laboral y la vida cotidiana” y por ello, “poderosas razones en los tiempos venideros, agitarán al poder… derrumbándolo… transformándolo… instaurando un nuevo poder”. Toffler termina el dibujo de su pensamiento profundo y crítico, sosteniendo que, el cambio del poder en el siglo XXI que avizora, es inevitable, porque en el tiempo en que escribe (1999), ya es notorio que “en la oficina, el supermercado, el banco, los despachos, las oficinas públicas, las iglesias, los hospitales, las escuelas y los hogares… las viejas formas del poder… se están desgarrando”. Toffler anuncia desde entonces el cambio del poder en distintas geografías universales y ello explica en cierta forma, el cambio profundo del poder que, vía electoral, ha sucedido en México. *Doctor en Ciencia Política.

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