jueves, 6 de septiembre de 2018

ARTÍCULO

El concepto de lo político
Efraín Flores Maldonado*
“Lo político se muestra como algo estatal, en un círculo vicioso que no puede satisfacer a nadie”. Carl Schmitt.
Carl Schmitt fue un intelectual, científico social, filosofo, jurista y politólogo destacadamente interesante. Nació un 11 de julio de 1888 en Plettenberg, Westfalia, en el antiguo imperio alemán. Fue autor de diversos textos interesantes, entre otros “El Estado Total, Teoría del Partisano, Teología Política y El concepto de lo político”. Su pensamiento constitucional lo ubicó como contribuyente teórico a la escuela del llamado “realismo político”, que es una teoría filosófica que identifica al derecho como una fuerza estatal que decide e impone en el terreno de los hechos. Esta teoría tiene como su mas antiguo autor, al griego Trasímaco, nacido en Calcedonia y muerto en el 400 A.C. fue alumno destacado de Sócrates y por lo tanto compañero de Platón. Sostenía que lo justo es u
na imposición de los gobernantes para su propia conveniencia; que la justicia “es el medio del que se vale el que manda, para obtener provecho del que obedece…que quienes se someten pasivamente a intereses ajenos, son los eternamente perdedores”. En esta línea de pensamiento y análisis, Carl Schmitt en su libro “El concepto de lo político”, publicado en 1932, señala enfático que “El Estado es el estatus político de un pueblo organizado en el interior de unas fronteras geográficas”. Que en los tiempos en que escribe, el estado ya no tiene el monopolio político que debía tener y que, por lo tanto, debe pasar el Estado a una “acción política”, que con eficacia se convierta en decisión que trasforme realidades imperfectas. Que la más elevada característica del Estado debe ser su capacidad para decidir el concepto “amigo y enemigo”. Que en todo lo político, existe la posibilidad real de lucha extrema y que el medio político es el espacio en el que necesariamente se desarrollan “combates concretos”. Que el antagonismo político “es el mas intenso y extremo de todos”. Afirma que, la verdadera democracia es directa, sin elecciones ni representantes, sin pluralismos, porque la unanimidad es el carácter esencial de la democracia. Para el autor, la debilidad estatal debe combatirse procurando que el estado recupere y mantenga de manera total “el monopolio de lo político”. Que tal dominio real terminaría con el concepto “amigo-enemigo”, creando un mundo nuevo “químicamente libre de política”, trayendo en consecuencia una verdadera “paz mundial”. Afirma por lo tanto que, “en semejante sociedad universal, no habrá ya pueblos que constituyan unidades políticas; tampoco habrá clases que luchen entre sí, ni grupos hostiles”. Sostiene que, todo derecho vigente puede ser desplazado por un derecho superior y entonces “el gobierno y la soberanía de esta clase de derecho imperativo, tendrían el dominio total de la humanidad”. Este pensamiento extremo de Carl Schmitt fue el elemento intelectual superior en el que se inspiro Adolfo Hitler para intentar el dominio del mundo conocido en su tiempo y que propició la segunda guerra mundial en la que afortunadamente salió derrotado. Carl Schmitt falleció el 7 de abril de 1985.  *Doctor en Ciencia Política.

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