lunes, 17 de septiembre de 2018

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Tiran adicionales 15.5mdp
a la basura en El Mirador
--Sólo conserva el folio 8415 doña María Narciso Gómez que le dio la Sedatu para una casa
--Damnificada desde hace 5 años por “Ingrid” y “Manuel”, nada de lo ofrecido por Peña Nieto
Margena de la O.--Doña María Narciso Gómez, afectada por las lluvias de “Manuel” e “Ingrid”, técnicamente es una de las 12 mil 59 personas beneficiarias con casas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Aunque, cinco años después, todavía mantiene su domicilio a la orilla del río Huacapa.
De la promesa de Sedatu sólo conserva el folio 8415 que le entregó personal del gobierno federal para sustituirle su casa de madera que se llevó el río. Nunca se lo hicieron válido por una vivienda en “El Mirador”, fraccionamiento construido en Chilpancingo para los afectados de la ciuda
d por las lluvias de septiembre de 2013, obra que simboliza una de las fugas de dinero más fuertes de la reconstrucción en Guerrero.
En este fraccionamiento se han invertido 319 millones 676 mil 531 pesos, sólo en la compra de terreno y las casas, de acuerdo a los números proporcionados por la propia dependencia vía transparencia. Para estos tiempos 32 casas de las 598 construidas ahí, fueron demolidas porque el suelo no es apto para una zona habitacional.
Me dijeron que ya no había casas autorizadas”, dijo sobre la respuesta que le dio personal de la Sedatu cuando reclamó su vivienda.
Hace un año que ubicamos a Doña María por el padrón oficial de beneficiados de la Sedatu con una vivienda, no sabía que su folio está en la posición 33 de ese listado, con el diagnóstico de reubicación. Es decir, oficialmente le asignaron una vivienda con recursos del “Plan Nuevo Guerrero”, sin haberla recibido.
LOS RIESGOS NO LIBRADOS Y LOS MILLONES GASTADOS
La colonia San Carlos, donde tiene su casa doña Mary, está en la parte norte de la ciudad, pegada al nacimiento del río Huacapa. Aún con los peligros de la ubicación, esta es una colonia regular, según el padrón de la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal. La negligencia institucional en este caso está ubicada desde la raíz.
Casi todos sus vecinos saben que ella no alcanzó una vivienda de la Sedatu. Don Bertoldo Moreno, el carpintero anciano de la colonia, dio las referencias esa primera vez: “Hay una señora que vive por allá. Ella tiene su folio y no le dieron (...). Se llama doña Mary”.
Con las señas de sus manos, indicaba que debía seguirse por la calle principal, doblar en la a la esquina y llegar hasta el nacimiento del río Huacapa, muy pegado a la corriente. Después de un camino lodoso estaba doña María Narciso, viendo los borbotones del agua del río que crecía. Exactamente hace un año una tormenta amenazaba con crecer casi como “Manuel” e “Ingrid”, y con eso el miedo de doña María. “Le pido a Dios que no llueva fuerte. Sí, que llueva, pero como debe de ser”, comentó esa ocasión.
En la colonia hay quienes tuvieron una suerte distinta a la suya. A don Bertoldo, por ejemplo, sí le dieron un departamento en El Mirador, fraccionamiento que ahora está en el mismo riesgo, o quizá mayor, que la colonia San Carlos.
De acuerdo a los montos de inversión conseguidos por La Silla Rota, cada una de las 598 casas de “El Mirador” costó cuatro veces más de su estimación original. Para este cálculo se consideró la inversión en el terreno, 30 millones 204 mil 954 pesos, y la inversión total en la construcción de las casas, 289 millones 471 mil 577 pesos. El Fondo Nacional de Desastres (Fonden) mantiene como criterios de inversión por cada casa por 120 mil pesos.
Con las 32 casas demolidas de manera reciente en “El Mirador”, 15 millones 490 mil 117 pesos fueron directo a la basura en forma de escombro, porque el terreno millonario que compró la Sedatu no es apto para habitarse.
Aparte de las inversiones millonarias en fraccionamientos poco funcionales y el caso de doña María, que demuestra más que incumplimiento a cinco años de distancia de aquellas lluvias, la Sedatu ni siquiera ha cumplido con su obligación básica: reparar y construir todas las casas dañadas registradas por Manuel e Ingrid.
El promedio de su avance en las 16 mil acciones contabilizadas de manera general hasta el primer trimestre del año pasado, incluidas construcciones totales y daños menores, es de apenas la mitad. Sólo de las 9 mil 801 viviendas que debió construir la Sedatu han hecho 4 mil 591. O visto desde el avance de los fraccionamientos, de los 42 previstos sólo 13 habían entregado en esas fechas.
Si se toma en cuenta el tiempo transcurrido y el avance con la construcción a ese último corte conseguido vía transparencia, tendrían que pasar al menos cuatro años más, si las acciones fueran progresivas, para que la Sedatu cumpliera con su promesa de casas a los afectados por las lluvias.
El asunto es que el Plan Nuevo Guerrero, creado para la reconstrucción con una inversión de 44 mil 800 millones de pesos, según el aumento que difundió Presidencia de México el 12 de enero de 2016 en un comunicado, cerrará en menos de tres meses, con el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, y sin avances tangibles en el estado.(lasillarota.com).

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